El Parlamento alemán debatirá sobre los juegos violentos

La clase política de Alemania debatirá en el Parlamento sobre la venta y el desarrollo de polémica medida legislativa.

La propuesta de debate, que sirve como ráfaga de esperanza para el público germano, parte de las constantes quejas de los jugadores en una petición online albergada dentro del sitio web del Parlamento, que supera las 64.800 solicitudes. Ahora, la propuesta tendrá que ser debatida en el Parlamento, pues ha superado el límite de 50.000 peticiones.

Aunque la presentación a debate de esta medida no tiene por qué traducirse en cambios positivos para la industria del videojuego, es más que significativo que la comunidad de usuarios de Alemania haya conseguido movilizarse con semejante efectividad. La prohibición entrará en vigor el próximo septiembre y la petición estará activa hasta el 19 de agosto, por lo que todavía se puede conseguir un mayor impacto.

Las próximas semanas serán vitales en este proceso de protesta que podría acabar con la eliminación de esta legislación que, según los desarrolladores y los jugadores, coarta la libertad de expresión en el sector del ocio digital e impide que productos de calidad sean comercializados en Alemania, cuando superan los estándares establecidos por las entidades reguladoras de otros países.

Políticos, ¿enemigos o aliados?

El sector del videojuego en España tiene la suerte de ser considerado como "industria cultural" desde hace algunos meses. Esta condición ofrecerá, esperemos, ciertas ventajas para potenciar el tejido nacional, ayudando al crecimiento de las compañías y permitiendo el desarrollo de proyectos de mayor envergadura.

Conseguir que la clase política entienda la importancia de la industria del videojuego está costando sumo trabajo a las organizaciones del sector. La última iniciativa la pone la ECA de EE UU, que invita a los jugadores a decir directamente por Internet a su presidente (Barack Obama) por qué los videojuegos son importantes.

En Reino Unido, el Primer Ministro Gordon Brown se ha confesado jugador de videojuegos en una entrevista con el rotativo The Mirror, asegurando que consume habitualmente ocio digital junto a su familia y que este verano lo seguirá haciendo. Precisamente en este país se estableció el Informe Byron, que estudió la influencia de los videojuegos sobre los consumidores y presentó medidas de protección y acordes con los intereses de la industria.