Shatter
- PlataformaPS38.5
- GéneroAcción
- DesarrolladorSidhe Interactive
- Lanzamiento23/07/2009
La mejor evolución
Shatter nos ofrece una fórmula clásica pero con una jugabilidad innovadora. Un espectáculo audiovisual que, ante todo, resulta muy divertido a la hora de jugarlo. Una de las propuestas más atractivas del catálogo de PlayStation Network.
Sidhe Interactive lleva más de una década trabajando en juegos de todo tipo desde Nueva Zelanda. Con buenas intenciones, sus modestos inicios estaban protagonizados por el rugby, las franquicias de Barbie y algún que otro título de conducción, aunque con resultados muy diversos. Lejos de rendirse, la compañía siguió esforzándose y, sin abandonar su franquicia abanderada (Rugby League), crearon obras como Jackass, Speed Racer o GripShift. En su constante intento de avanzar y prosperar, resulta irónico que hayan alcanzado el éxito echando la vista atrás y recuperando un concepto sencillo y muy manido, pero del que han demostrado que faltaba mucho por explotar.
Hablamos de Shatter, un título creado para PlayStation 3 y disponible a través de PlayStation Network. Dicho fríamente, podría parecer que estamos ante una simple revisión de Arkanoid, un clásico con más de veinte años sobre sus espaldas; pero las apariencias engañan, y si nos dejásemos llevar por esa primera impresión posiblemente nos perdiésemos un gran título, con mucho por ofrecer a nivel jugable. La esencia de juego básica sigue siendo exactamente la misma, pero aderezado con un buen puñado de nuevas ideas que no sólo funcionan, sino que mejoran de forma considerable la fórmula original. Parece mentira que con unos pequeños cambios en la dinámica de juego se haya conseguido tanto, y es que Shatter es una verdadera delicia jugable que supera con creces a los clásicos que lo inspiran.
El juego está dividido en tres modos de juego; la principal alternativa, y la única de inicio, es la Historia, desde la cual desbloquearemos el acceso a un modo en el que nos enfrentaremos a los Jefes Finales, y otro en el que superaremos sólo las fases de bonificación. La Historia está dividida en diez mundos, cada uno compuesto de diversas fases y, al final del recorrido, un jefe final. En ese aspecto, no se puede decir que Shatter sea excesivamente largo, ya que es posible completarlo en un par de horas aproximadamente. Pero su gran capacidad de diversión lo convierten en un título muy rejugable, intentando mejorar nuestros tiempos, conseguir todos los trofeos, disfrutar de los otros dos modos de juego (que vienen a ser una repetición independiente de momentos del modo Historia) o, simplemente, pasar un buen rato sin complicaciones.
Para superar cada nivel, el objetivo es limpiar la pantalla de todo cuadrado y figura geométrica que esté presente en ella. Los habrá de diversos tipos: que desaparecen al chocar contra ellos, explosivos, que se lanzan como un cohete, fijos que requieren varios toques para destruirlos, con su propio campo gravitacional, que flotan libremente El escenario tendrá forma cuadrada o circular, y lo veremos en posición horizontal (situada nuestra nave en la esquina izquierda) o en vertical (situados en la parte inferior). Un campo de fuerza rodea el entorno, haciendo segura toda la zona menos la región que debemos proteger a toda costa, la que las bolas que utilizamos no deberán atravesar, al igual que en el clásico.
Como es lógico, tendremos un número limitado de vidas, cada una equivalente a una bola de juego. No obstante, podremos lanzar tantas bolas al juego como vidas tengamos, sólo que, como es normal, luego tendremos que estar pendientes de todas ellas, ya que una vez se pierdan no podremos recuperarlas. Es una forma de jugar arriesgada a la que recurrir sólo cuando estemos verdaderamente seguros de nuestra habilidad para sobrevivir a la locura que se puede desencadenar en pantalla. El aspecto más curioso es la posibilidad de utilizar los gatillos para modificar la trayectoria de las bolas y los objetos en juego. Con L1 y L2 creamos un campo de atracción, mientras que con R1 y R1 el campo generado es de repulsión.
De este modo, la bola va modificando su trayectoria y podremos determinar la dirección en la que queremos que se mueva; algo más fácil de decir que de hacer, ya que hay que tener en cuenta la orientación del escenario, los rebotes, etcétera. Los elementos que destruimos van dejando caer distintos ítems potenciadores, como vidas extra, bolas más potentes, o una mayor precisión para controlarla. Pero lo más importante son unas esferas azules que podremos absorber (con el campo de atracción, claro está), que servirán para cargar una barra de energía en la parte superior de la pantalla. Una vez al máximo, bastará con pulsar Triángulo para desencadenar un feroz ataque de disparos.
Esta táctica servirá para abrirnos camino rápidamente a través de los escenarios, eliminando los bloques con facilidad, y serán de vital importancia en los enfrentamientos contra los jefes finales. Estas criaturas son de dimensiones considerables, se mueven con bastante soltura y tienen sus propios patrones de ataque; nuestra nave no puede morir, pero los impactos recibidos nos descolocan brevemente y podemos perder la posibilidad de salvar nuestra bola. Todos ellos requieren descubrir la estrategia adecuada para derrotarles, y no siempre nos pondrán las cosas fáciles, convirtiéndose en un reto bastante espectacular.
Técnicamente, Shatter está a un buen nivel, con unos escenarios tridimensionales y un juego de luces constante muy satisfactorio, que consiguen ofrecer un espectáculo visual muy atractivo, que ayuda a que el usuario quiera seguir adelante con la partida. En el apartado sonoro es algo más modesto, pero no por ello se puede calificar negativamente, dado que cumple bien con lo que se espera de él. El aspecto más importante, la jugabilidad, es sencillamente sublime; rápido, intenso, cargado de adrenalina y, pese a todo, responde perfectamente a las indicaciones que le hagamos con el mando. Una verdadera delicia que convierte a Shatter en uno de los títulos más divertidos del catálogo de PlayStation Network.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.