Assassin's Creed: Bloodlines
La aventura de Altair está próxima a finalizar, pero quedan muchos cabos sueltos por atar. La intención de Ubisoft es precisamente la de volver a situar al legendario asesino en el lugar que le corresponde, rodeado por los más grandes del género. Bloodlines viene a complementar la historia original con un apartado gráfico de ensueño. Después de las tristes crónicas que conocimos en Nintendo DS hace unos meses, ahora es momento de regresar al pasado en PSP.
La aventura de Altair está próxima a finalizar, pero quedan muchos cabos sueltos por atar. La intención de Ubisoft es precisamente la de volver a situar al legendario asesino en el lugar que le corresponde, rodeado por los más grandes del género. Bloodlines viene a complementar la historia original con un apartado gráfico de ensueño. Después de las tristes crónicas que conocimos en Nintendo DS hace unos meses, ahora es momento de regresar al pasado en PSP.
Dura ha sido la vida de Altair. De héroe asesino ha pasado a ser considerado uno de los personajes más viles de la historia de los videojuegos por prometer una libertad de la que nunca fue capaz de hacer gala. No lo hizo en la aventura original -en un valiente intento por revolucionar el género-, como tampoco en la adaptación de portátil en la que Ubisoft trataba de contar una versión paralela de los hechos acaecidos en Assassin's Creed. El resultado es un estrepitoso fracaso en ventas, nada que extrañar de un producto que apenas fue capaz de innovar o siquiera de empujar hasta el límite las posibilidades de Nintendo DS. El poco éxito de esta aventura viene propiciado por la falta de ambición de la empresa encargada del desarrollo del juego, que en más de una ocasión declaró públicamente no haber contado con tiempo para trabajar en el texto todo lo que hubiese deseado.
Esa falta de ambición parece haber sido trasladada a la edición que recientemente se presentaba como exclusiva en PlayStation Portable, un secreto a voces que llevaba circulando por la red varios meses hasta que Ubisoft confirmaba las habladurías. Esta vez nada habían de temer los usuarios de la portátil, ya que la compañía apenas tardó unas semanas en presentar el título como un 'trabajo ambicioso' que pretendía servir como nexo entre los sucesos acaecidos en la aventura original y el nuevo trasfondo que representa Ezio, el sucesor de Altair en la Italia renacentista. La idea es tan sencilla como la de aprovechar el potencial de PSP para ofrecer a los jugadores un motor gráfico preciosista empleando los recursos de su homónimo en sobremesa. La parte complicada comenzaba con el plano de las novedades; ¿cómo hacer de esta aventura algo realmente fresco para los aficionados?
La respuesta no tardaría en llegar. En primer lugar, la franquicia ha crecido en profundidad. Las críticas se han tomado en consideración para no volver a cometer los errores del pasado -errores que, por otro lado, nunca se han reflejado en las ventas-, la historia ha evolucionado hasta convertirse en una trama que ayuda a comprender ese extraño galimatías a caballo entre la épica y la ciencia ficción que representaba la aventura original de Altair. No existe margen para errores, nada que pueda privar a la serie de convertirse en uno de los referentes de la portátil de Sony. El primer paso para obtener este reconocimiento pasa por construir un argumento coherente, que no se dedique únicamente a desvelar secretos del pasado, sino también a elaborar un sendero para el futuro. La respuesta a todas las preguntas se encuentra en Chipe, hacia donde se dirige el héroe de esta historia a poco de terminar si primera gran epopeya.
El argumento plantea descubrir la procedencia de Ezio y del enigmático Codex, ofrecer más información sobre la personalidad de Altair o sencillamente aclarar las incógnitas que se formularon cuando se dio a conocer la segunda entrega de sobremesa y a su nuevo protagonista. Ubisoft es consciente de que la franquicia está en un punto trascendental para continuar su andadura por la industria de los videojuegos. Por este motivo las novedades no se limitan a la trama, sino que también tienen mucho que ver con las posibilidades que el protagonista tendrá a su alcance dentro de la ciudad. Si antes comentábamos algunas de las inclusiones que se han confirmado, hasta la fecha se ha anunciado que serán hasta ocho las nuevas clases de misiones ante las que se enfrentarán los jugadores, con todo lo que esto conlleva. No obstante, al margen de esta cuestión apenas se ha desvelado más información sobre las habilidades ocultas de Altair.
Lo que sí se ha dejado ver, con cierta satisfacción pública incluso, es el impresionante motor gráfico del que hace gala el título. Era escasa la información que se conocía del juego en este sentido hasta que hace pocos días Ubisoft se decidió finalmente a publicar un tráiler de presentación de poco menos de un minuto de duración. Lo suficiente como para comprobar que el aspecto del juego original se ha respetado hasta límites obsesivos, tanto en lo que se refiere a la cantidad de objetos que descubrimos en pantalla como a la variedad de personajes secundarios que pululan por el poco metraje real que se ha mostrado. Sus creadores han insistido desde fases primigenias de desarrollo en que la dedicación hacia el motor gráfico es una de las causas principales por las que probablemente el título no llegue al mercado hasta finales de este año.
La aventura de Altair cuenta con el difícil trabajo de volver a retomar la información del pasado para darle un nuevo significado, una tarea en la que también tendrá un papel importante la conectividad entre PlayStation Portable y PlayStation 3. La aparición del tráiler trajo consigo el habitual goteo de información que se procede en situaciones de esta índole, y con él también descubrimos que el arsenal de sendos juegos será intercambiable. Dicho en otras palabras: toda modificación que realizamos en la aventura de sobremesa tendrá su función en la de portátil y viceversa. Es incluso posible obtener armas secretas que sólo aparecen en esta edición gracias a esta faceta, que promete convertirse en un foco interesante de intercambio de objetos si finalmente se incluye esta posibilidad en la versión definitiva.
Se espera que su lanzamiento tenga lugar a finales de año, otro dato que viene a indiciar el tiempo que se ha tomado -o el que planea tomarse- la compañía para desarrollar esta aventura. La información que se conoce hasta la fecha sólo habla bondades del título, exactamente lo mismo que sucede con el único tráiler que se conoce del juego. Es prácticamente imposible poner en duda la capacidad de Ubisoft para realizar un motor gráfico que esté a la altura de las circunstancias. Queda por ver cuál será la evolución de este título en los próximos meses, conocer más datos sobre la jugabilidad, también -por qué no- sobre el argumento, uno de los primeros aspectos del juego que se ha descubierto al público. Bloodlines depende de sí mismo para convertirse en un imprescindible o en otro de esos recursos baratos para sacar dinero a costa de los aficionados. El tiempo tiene la última palabra.
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