Wii Sports Resort, Impresiones
El verano se acerca y con él llega la nueva edición deportiva de Wii Sports, ese extraño título cuyas ventas eclipsaron durante meses a los grandes lanzamientos del sector. Ahora ha de enfrentarse a uno de los retos más complejos que ha tenido que superar la consola de Nintendo en los últimos meses; volver a acaparar la atención mediática, a los aficionados y a ese público menos habituado a los videojuegos que poco a poco comienza a disfrutar de esta industria. He aquí nuestras impresiones con la edición japonesa.
El verano se acerca y con él llega la nueva edición deportiva de Wii Sports, ese extraño título cuyas ventas eclipsaron durante meses a los grandes lanzamientos del sector. Ahora ha de enfrentarse a uno de los retos más complejos que ha tenido que superar la consola de Nintendo en los últimos meses; volver a acaparar la atención mediática, a los aficionados y a ese público menos habituado a los videojuegos que poco a poco comienza a disfrutar de esta industria. He aquí nuestras impresiones.
Pocas veces un título logra un reconocimiento popular tal que es sencillamente una pérdida de tiempo comenzar con una introducción al uso. Pocos lectores que se encuentran actualmente revisando este artículo desconocen el formato del éxito mediático de Nintendo, una obra que para sorpresa de muchos que se ha convertido en el referente más conocido de Wii. Tampoco se puede decir que haya sido un combate justo, pues apenas ha existido competencia para fomentar mejores pruebas deportivas que decoren el marco de esta nueva franquicia que en pocos meses recibirá un nuevo pupilo. La importancia que vuelva la compañía japonesa en este producto deja tras de sí las señas necesarias para comprender que, después de todo, lo que en su día era poco menos que un pasatiempo hoy es uno de los mayores atractivos de la consola.
Era de esperar que a alguien se le encendiese la bombilla, que Wii Sports volviese a la actualidad con una de las muchas continuaciones que el público está acostumbrado a consumir durante las grandes ferias internacionales. El tiempo pasaba sin apenas dar señas de que Nintendo contase con una mínima intención de retomar esta licencia, especialmente si se tienen en cuenta los intentos de diversas compañías por plagiar el éxito de este compendio deportivo. A pocos sorprendió que Wii Sports Resorts fuese anunciado durante el pasado E3, tampoco las nuevas pruebas, su ambiente eminentemente playero con el que disfrutar de adictivas pruebas veraniegas. Parecía uno de esos rumores que se conocían desde hace meses, y sin embargo se hablaba de un megatón que emergía de los fondos de archivo sin hacer ruido.
El punto de rotura, esa novedad que ha atraído las miradas de los aficionados desde hace poco más de un año a esta parte, es el archiconocido periférico que hace bien poco aparecía en el mercado europeo para ofrecer un control más completo, para satisfacer las promesas que se realizaron a bombo y platillo cuando todavía no se había puesto a prueba la capacidad del binomio wiimote/nunchuk. Conocemos sobradamente lo que es capaz de ofrecer Wii MotionPlus en videojuegos desarrollados por terceros, que en la mayoría de los casos han incluido el aparato entre las posibilidades de su creación después de tener ya la mecánica planteada, pero no lo que la propia Nintendo será capaz de alcanzar otorgando la importancia que se debe a este añadido.
En parte por el bajo precio al que son puestos a la venta, en parte también porque obviamente son atractivos para los jugadores que no tienen un interés específico en la materia, lo cierto es que Wii Sports goza a día de hoy de una aureola de prestigio que muy difícilmente podría conseguir de haber visto la luz en cualquier otro contexto. Poco a poco se comprenden los factores que han empujado a Nintendo a lanzar el título justo antes del periodo estival, buscando desesperadamente una vía para que los títulos de esta envergadura tengan una salida en el mercado cuanto menos equiparable a la de sus hermanos mayores. Así ha quedado patente en Japón a pocos días de haberse producido el lanzamiento oficial, donde ha arrasado literalmente entre los ciudadanos del país.
Disfrutar de las disciplinas veraniegas. Esta es la propuesta que ofrece Wii Sports Resorts sin más dilación, sin medias tintas. Apenas ha cambiado nada al entrar en el menú principal salvo la cantidad de pruebas a las que el jugador puede acceder sin necesidad de desbloquear modalidades ocultas ni demás zarandajas. Doce disciplinas -entre las que se encuentran algunas conocidas de la primera entrega- que tenemos opción de explotar de la forma que consideremos más apropiada. La selección inicial se realiza siguiendo los cánones habituales, pasando por la elección de un Mii principal mientras que los demás pueden ser importados o sencillamente aparecer como secundarios.
El resultado depende plenamente del jugador, indistintamente de los gustos de cada cual. No hay cambios llamativos tampoco en cuanto a la mecánica de juego. Basta con iniciar la prueba en cuestión que haya llamado nuestra atención para comenzar a ponerla en práctica, bien sea en solitario o en compañía. Todo depende de la persona que esté manejando los mandos, una cuestión que aquí se ha tenido especialmente en cuenta para que la jugabilidad no se limite exclusivamente a los usuarios que pueden jugar entre varios jugadores. Este es el primer hecho que sorprende a poco de comenzar a jugar, ya que la mayoría de las pruebas son tan entretenidas en el modo solitario como en compañía, por extraña que pueda resultar dicha afirmación.
Otro punto característico es la utilización del nunchuk, un hecho que a muchos jugadores resultó incómodo en los comienzos de la consola, cuando se produjo aquella extraña sequía de periféricos que privó a más de uno de poder disfrutar del simulador de boxeo. Esta faceta se afronta aquí como un hecho totalmente natural, indispensable para poder disfrutar como es debido de determinadas aptitudes físicas, léase el caso del remo, de la bicicleta, del tiro con arco o de la moto acuática. En los casos citados es imprescindible combinar la precisión con la resistencia física, aunque queda por descontado que la premisa de Resort' no es ni muchísimo menos el convertirse en un entrenador de fitness. Aquí se premia la diversión, no el sacrificio personal de los jugadores a la hora de sudar.
La intención es siempre hacer lo complejo sencillo, facilitar a cualquier jugador el disfrutar del título pese a la evidente curva de dificultad que hay que recorrer antes de considerarse experto en cualquier disciplina. El tiro con arco, por poner otro ejemplo, es otro punto de partida inmejorable para conocer el funcionamiento del wiimote/nunchuk sin necesidad de realizar gestos concretos. Aquí es menester apuntar con precisión teniendo siempre en cuenta la estela de viento que nos persigue. Aunque a priori parece un concurso bastante simple, sin complicaciones, a medida que avanzamos la dificultad comienza a dispararse, proponiendo al jugador retos más complejos gradualmente.
La lista de pruebas hace posible realizar un poco de esquí acuático, algo de frisbee, golf, ping pong, navegar con una moto de agua, peleas de espada, tirarnos en paracaídas o incluso disfrutar remando -en una de las disciplinas que requieren mejor uso del WMP de cara a alcanzar alguno de los objetivos propuestos al comienzo de la misma-. Comprender el significado de cada una de ellas depende más del sentido común de que de una buena explicación narrativa; todas siguen un mismo patrón, apostando por retos de corta duración con posibilidad a repetirlos una docena de veces.
A diferencia del original, aquí es posible encontrar varios retos por cada modalidad. En la línea de lo comentado anteriormente con el baloncesto, las peleas de espadas también permiten disfrutar de una pequeña historia arcade donde es menester pasar por tumultos de guerreros derribándoles procurando no recibir ningún golpe mortal. Lo mismo sucede con las pruebas de paracaídas, donde nuestra mayor preocupación consiste en cuadrar la postura al caer para que se pueda extraer una bonita foto del momento. Cada prueba exige un estilo de juego determinado que por regla general suele seguir siempre la misma tendencia de brevedad en pos de extraer grandes dosis de divertimento.
Respecto a las que ya se conocían con anterioridad, como es el caso del golf o de los bolos, poco se puede comentar. La inclusión del WMP cambia completamente las sensaciones que se transmiten durante la partida, especialmente si se comparan con el original, además de incluir nuevos retos como los comentados anteriormente que ofrecen más variedad de cara a disfrutar solo o en compañía de unos cuantos amigos. Quizás con el ping pong se puede apreciar esta característica con más precisión, ya que existe un abismo que diferencia este minijuego del que conocimos en ese disco extra denominado Wii Play, que viene a ser un pequeño añadido a la fórmula tradicional de Wii Sports.
Wii Sports Resort no es uno de esos títulos que se compran para pasar un rato divertido sin más pretensiones. De ser este el objetivo del consumidor, está ante el juego adecuado, aunque si finalidad ya no se limita a ser un mero adorno ante el lanzamiento de una consola que a día de hoy sigue reinando en el mercado. Nintendo se ha esmerado en el propósito de hacer de esta experiencia una prueba seria con la que poder disfrutar sin limitarnos siempre a la misma fórmula, abriendo las puertas al juego individual, con más estilos deportivos que atender, más profundidad, mejor estética y un largo etcétera de virtudes que han acabado de conquistar al público japonés en cuestión de horas. Es cuestión de semanas que el título llegue al mercado europeo para convertirse en esa novedad que realmente sabe explotar el WMP y la vertiente casual más inmediata de la consola. Ahí estaremos para contarlo en primicia.