Split / Second
Tienes una fracción de segundo para elegir tu camino. Vas a 250 km/h y sólo una probabilidad entre cinco de sobrevivir al obstáculo tras la siguiente curva. Juégatela, es sólo un videojuego de carreras. Así es Split/Second, siente la adrenalina.
Tienes una fracción de segundo para elegir tu camino. Vas a 250 km/h y sólo una probabilidad entre cinco de sobrevivir al obstáculo tras la siguiente curva. Juégatela, es sólo un videojuego de carreras. Así es Split/Second, siente la adrenalina.
Disney se está transformando, tratando de dejar atrás (en parte) esa carcasa de compañía centrada en productos para la tierna juventud. Por fin la maquinaria de la empresa que dio vida al inefable Mickey Mouse se mueve a favor de los jugones. Su próximo fruto es Split/Second de los responsables del excelente Pure. Un arcade de conducción en el que nuestro gran enemigo no son sólo los rivales en pista, sino también el escenario que rodea a cada circuito.
Puede sonar algo extraño, pero es tan simple como lo siguiente: tiene tintes de Burnout pero en lugar de utilizar el coche como arma, se usa el escenario para destruir a los rivales durante las carreras. Punto final. En este momento podríamos dejar de escribir este primer contacto porque ya nos podemos hacer un idea bastante clara de lo que vamos a encontrar. Pero eso no sería hacer justicia al excelente trabajo que están realizando los chicos de Black Rock Studio.
Porque la verdad es que estamos ante un título que sorprende desde el primer momento, con una presentación al más puro estilo show televisivo. Tanto es así que los corredores que participan en las carreras lo hacen con el objetivo de conseguir fama y dinero a base de victorias a lo largo de cada una de las temporadas. Estas están divididas en 24 capítulos, cada una con tres episodios lo que asegura que vamos a tener carreras para dar y tomar.
En lo realmente importante, una vez que el coche está sobre la pista, tenemos un control simple a más no poder. De esos que permite hacer mil frivolidades sin apenas tocar el freno. Perfecto para el tipo de juego ante el que nos encontramos. Para hacer todavía más accesible el aspecto del juego se ha optado por minimizar hasta el extremo los indicadores en pantalla. Esto se materializa con una pantalla completamente limpia en la que veremos en nuestro parachoques los pocos datos que son considerados importantes para el desarrollo de cada carrera.
Entre estos, el más relevante (y el que hace único a Split/Second) es su medidor powerplay'. Consta de tres partes que se van recargando automáticamente con el tiempo. Su objetivo es permitirnos activar ciertos eventos sobre cada trazado (peligros, obstáculos, grandes explosiones e incluso atajos). Se dividen en dos grupos los menores, y los que consumen toda nuestra barra de powerplay y sólo se pueden realizar una sola vez en cada prueba.
En primer grupo encontraríamos pequeños momentos de caos, por ejemplo un helicóptero soltando bombas, una puerta explotando para dejar ver un atajo, un elemento móvil del escenario cambiando de posición
Estos tienen lugar en determinadas partes del escenario, señalizadas con un pequeño flash de color azul y necesitarían al menos una de las tres partes de la barra para ser realizadas.
En el segundo grupo están los momentos más espectaculares y genuinos de esta pequeña joya de Black Rock Studios. Cuando la barra esté completamente llena y lleguemos a uno de los sitios indicados, al pulsar el botón correspondiente veremos en pantalla un verdadero show lleno de explosiones que muy posiblemente se lleve a varios de nuestros rivales para el otro barrio. Un buen ejemplo es la explosión de un carguero anclado en el astillero que al reventar hace que los coches situados a sus lados salgan por los aires, para convertir sus tripas en el único paso hacia el resto del circuito. Estos momentos especiales se iluminan con un color rojo para poder diferenciarlos bien de los que son menores.
Como en todo arcade que se precie después de cada choque volveremos a la vida, con unos preciosos segundos perdidos y una pequeña muestra en nuestro orgullo torero al ser golpeados por nuestros rivales. Otro detalle que hace ciertamente especial cada carrera es que el medidor especial se vacía completamente después de cada uso, por lo que habrá que pensar bien cada vez que lo vayamos a usar.
Hasta el momento, todo lo dicho suena bastante prometedor, con una salvedad: al ser los circuitos cerrados, podría ser que los obstáculos fueran demasiado limitados, haciendo que cada carrera se convirtiera en algo rutinario. Nada más lejos de la realidad, los propios desarrolladores nos han confirmado que el mínimo de eventos en cada trazado es de 40, subiendo la cifra hasta cerca del centenar en los escenarios que dan más juego'.
La guinda que corona este pastel son sus modos multijugador, que prometen acción a manos llenas. En los modos de juego online se permitirá la participación de hasta ocho jugadores simultáneos en carreras a muerte por la primera posición en cualquier de los circuitos del modo para un jugador. No podemos confirmar todavía la existencia de un modo de juego a pantalla partida, porque en nuestra toma de contacto con el juego los chicos de Black Rock Studio nos comentaron que su objetivo era incluirlo, pero que todavía no habían sido capaces de hacerlo con la total fluidez que quieren para esta, su última creación.
Y es que el último aspecto que queremos destacar de este prometedor juego es su extraordinario apartado gráfico, que hace uso de un motor propio ya utilizado en Pure. Este permite todo tipo de explosiones y eventos en pantalla sin apenas rastro de ralentizaciones. Y teniendo en cuenta que estamos hablando de un juego que prepara su lanzamiento para el primer cuarto de 2010 es un muy buen presagio. El estilo de cada circuito e incluso de los coches tiene ese regustillo' familiar, casi un cruce entre Burnout y un simulador serio.
El caso es que Split/Second nos ha dejado con ganas de mucho más, convirtiéndose en una de las sorpresas del año de la feria angelina y en uno de los favoritos a mejor juego de conducción salvaje de los próximos meses. Habrá que seguirle la pista muy de cerca, aunque eso conlleve esquivar un par de edificios destruyéndose
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