Section 8
Uno de los tapados del E3 ha sido este Section 8, un shooter atípico en el que somos nosotros mismos los que definimos el devenir de la batalla. Puede que no se haya llevado premios, pero cuenta con un puñado de buenas ideas que quizá algunos títulos mayores copien en un futuro próximo.
Uno de los tapados del E3 ha sido este Section 8, un shooter atípico en el que somos nosotros mismos los que definimos el devenir de la batalla. Puede que no se haya llevado premios, pero cuenta con un puñado de buenas ideas que quizá algunos títulos mayores copien en un futuro próximo.
La sección 8 es una de las antiguas clausulas del ejército estadounidense que permitían librarse de realizar el servicio militar con la excusa de tener una condición mental inestable, siendo así poco fiables en la batalla. Este apodo nació por las aventuras y desventuras del octavo escuadrón de infantería armada, que realizó las misiones más suicidas. Hasta tal punto que el resto de batallones del ejército los consideraban locos.
El argumento gira pues en torno a al octavo batallón, en un tiempo futuro en el que la raza humana ha conseguido colonizar otros planetas mediante viajes espaciales. Los malos de la historia son el Brazo de Orion, un ejército que se dedica a desconectar las comunicaciones de los planetas habitados más alejados y conquistarlos sin esfuerzo. Al tardar varias semanas los viajes estelares, siempre es demasiado tarde para evitar la catástrofe y el Brazo de Orión ya está preparado para aplastar cualquier amenaza. La batalla definitiva tendrá lugar en una colonia con el nombre de Nuevo Madrid.
Su única esperanza es esta unidad suicida de la que formamos parte en el papel de Alex Corde. Un grupo de soldados entrenados para solventar cualquier situación y cuya característica más diferenciadora es su capacidad de desplegarse desde los cielos, muy al estilo de los ODST de la saga Halo en Xbox 360. Además, de una manera parecida a la del Jefe Maestro, cuentan con una armadura especial que absorbe los impactos enemigos.
Donde se diferencia de la obra de Bungie es en la capacidad de personalización de nuestro protagonista. Además de las ya habituales opciones sobre el armamento se unen otras posibilidades menos habituales en el género. Podremos elegir entre llevar cuchillo, un mortero al hombro, granadas Y por si fuera poco, nuestro soldado se irán mejorando cada cierto tiempo con algunos poderes especiales mediante módulos. Así podremos adaptar la jugabilidad del modo campaña a nuestros gustos personales, permitiendo que predomine el sigilo, el ataque de corta distancia, etc
También se podrán utilizar varios tipos de vehículos e incluso el daño recibido estropeará distintas partes de la aventura. Pero lo que sin duda más nos ha atraído del modo campaña es la posibilidad de tomar nuevos objetivos de manera dinámica. En mitad de un combate puede aparecer una misión que nos requiera proteger a un determinado soldado, acabar con los enemigos en un tiempo determinado, destruir un objetivo Podemos elegir realizar estas tareas secundarias, la única recompensa serán valiosos puntos que luego usaremos para adquirir mejoras.
Pero el plato fuerte de este título de TimeGate Studios son sus apartados de juego para varios jugadores, los cuales tuvimos tuvimos oportunidad de probar durante el pasado E3 de Los Angeles. La versión para Xbox 360 permitirá de entrada 16 jugadores simultáneos, mientras que la de PC partirá con 32. El equipo de desarrollo promete aumentar la cifra paulatinamente hasta 32 en la consola de Microsoft y 54 para la versión de ordenador.
En esta parte de Section 8 también podremos personalizar nuestro personaje antes de entrar en la partida con las mismas opciones que para el modo de un jugador. La diferencia es que esta vez no jugamos solos, con lo que habrá que coordinar las distintas estrategias con el resto de miembros de nuestro equipo (las partidas que pudimos probar fueron todas bajo las normas típicas de un duelo a muerte por equipos).
Cada vez que morimos todo empieza con una caída desde los cielos, durante la cual podremos ver la acción desde arriba y así descubrir las posiciones enemigas. Por si no fuera suficiente, durante los últimos segundos de bajada podremos controlar nuestra dirección lo que podría salvarnos la vida o incluso permitirnos aterrizar sobre la cabeza de un enemigo al más puro estilo Super Mario Bros. Una vez que llegamos a tierra la acción es similar a la que se puede observar en cualquier entrega de la saga Battlefield, pero con ciertos toques que lo hacen único. Es el caso del jetpack que llevamos adosado a la espalda y que nos permite volar por el escenario durante un corto periodo de tiempo o de la posibilidad de correr por el escenario a velocidades estratosféricas. La pega de ambas posibilidades es que seremos de lo más vulnerable a los ataques pesados enemigos.
Estos vienen de las torretas y vehículos que vayamos comprando. Sí, habéis leído bien. En Section 8 el equipamiento extra y la maquinaria se compra con el dinero que hayamos ido ganando durante el combate. Si acabamos con muchos enemigos y podremos permitirnos un buen par de caprichitos', de lo contrario dependeremos de la buena voluntad de nuestros compañeros de equipo. La mayoría de estas mejoras llegarán a nuestras manos vía aérea, con una nave repartiendo los regalos cual Papá Noel navideño. La pega es que deberemos analizar el terreno antes de pedirlos, puesto que un cañón antiaéreo hará que nuestros flamantes refuerzos queden reducidos a poco más que grises cenizas. Por tanto será necesario también tener presente una estrategia defensiva para este tipo de ocasiones.
Parece que los chicos de TimeGate Studios están consiguiendo el objetivo que se marcaron al inicio del desarrollo de este juego, crear una experiencia única y totalmente distinta a los juegos ya existentes en el mercado. Es cierto que hay determinados detalles que recuerdan a los grandes del género de la acción en primera persona, pero el resultado es una refrescante mezcla que podría llegar a dar la campanada para cuando el juego llegue a las estanterías de todo el mundo durante este mismo otoño. Y además llega haciendo uso del motor gráfico Unreal Engine 3, y eso suele ser toda una garantía de éxito.
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