[E3] Alpha Protocol
Después de encargarse de numerosas secuelas, Obsidian se pone su mejor esmoquin para presentarnos Alpha Protocol, un juego de rol repleto de espías y traiciones. Su sistema de personalización nos permite ser cualquier tipo de agente, ¿escogeremos la seducción típica de 007 o la agresividad del insomne Jack Bauer?
Después de encargarse de numerosas secuelas, Obsidian se pone su mejor esmoquin para presentarnos Alpha Protocol, un juego de rol repleto de espías y traiciones. Su sistema de personalización nos permite ser cualquier tipo de agente, ¿escogeremos la seducción típica de 007 o la agresividad del insomne Jack Bauer?Normalmente, cuando describes un videojuego sueles comentar por encima aquellas características que lo hacen especial. Con Alpha Protocol ocurre todo lo contrario, pues la mejor forma de entenderlo es explicar lo que no es: no es un juego de rol ambientado en un escenario arquetípico, ya que todos sus elementos giran alrededor del mundo de los espías; no depende de una supuesta elección moral basada en el bien y el mal; y el sistema de personalización del personaje es cualquier cosa salvo "simple".Otro elemento destacable de Alpha Protocol es el hecho de que no se trata de una secuela o un spin-off, una característica relevante teniendo en cuenta que su desarrollador es Obsidian Entertainment -conocido por retomar franquicias como Neverwinter Nights 2 y expansiones o el reciente Fallout: New Vegas.Con tanta negatividad inicial, ¿qué es lo que realmente ofrece el nuevo proyecto del equipo californiano? Para empezar, matizar que los jugadores sí tomarán decisiones que tendrán sus correspondientes consecuencias, mas dichas elecciones se encuentran más allá del bien y del mal. En el mundo de los espías, los buenos samaritanos son acribillados a balazos incluso antes de que puedan ponerse el esmoquin de rigor; lo importante es decidir en quién vamos a confiar y a quién vamos a traicionar.En Alpha Protocol hay multitud de agencias de espionaje, y cada una tiene su modus operandi, intenciones e ideología; a su vez, cada organización está formada por individuos con sus propios planes. Estos actores se verán afectados por las decisiones que tomemos durante las misiones, de modo que nuestras relaciones con ellos cambiarán significativamente. Por ejemplo: el contacto nos ha pedido que le pasemos el cargamento que debíamos interceptar; si lo hacemos éste nos lo agradecerá pero enfadaremos a otros agentes, mientras que ocurrirá todo lo contrario si lo destruimos.Las conversaciones alcanzan un cariz más complejo, si bien es cierto que podemos hostiar a cualquiera que se nos pase por delante. No obstante, aquellos con ganas de convertirse en maestros de la retorica deberán explorar la psicología del resto de personajes para conocerlos mejor y así descubrir si esconden el frío puñal de la traición.Asimismo, el devenir de nuestro propio agente cambiará gracias al sistema de actualización de habilidades. La especialización está a la orden del día: artistas del sigilo, brutales agentes afines a la violencia, o bien ser dependientes de útiles gadgets... En total hay nueve habilidades que pueden alcanzar el nivel 10 y, llegados a cierto punto, tres de ellas llegarán al nivel 15. Gradualmente, obtendremos más poderes y mejoras según invirtamos tiempo en aumentar nuestra experiencia. La lista es larga y variada, a saber: Chain Shot, que ralentiza el tiempo para que podamos alcanzar a diversos objetivos; Field Stripping, que permite al jugador cambiar las características de las armas durante la misión...Las habilidades no lo son todo para el espía, pues las otras dos estrellas de Alpha Protocol son las armas y los inventos. Cada clase de agente tiene a su disposición determinados objetos adecuados para su forma de actuar. De nuevo, la personalización provocará que una misma misión sea diferente para cada jugador, ya que podremos mejorar las armas -instalando silenciadores, miras telescópicas...-, las armaduras -para que sean más resistentes o para hacer menor ruido- y utilizar numerosos gadgets.El inventario puede ampliarse recogiendo objetos durante las misiones o bien comprándolos. Dentro de la intricada red de espías internacionales existe un mercado negro que irá evolucionando según vayamos forjando alianzas y traiciones durante el transcurso del juego. La muerte inesperada o provocada de un contacto significará la desaparición de ítems exclusivos, ayudar a otro puede hacer bajar sus precios... Este mercadillo no sólo vende armamento sino también pone a nuestra disposición dossiers con información sobre personajes que hemos conocido -abriendo nuevos diálogos- o agentes que no habíamos tenido el placer de saludar.¿Cómo confluyen todos estos elementos personalizables en una de las misiones del juego? Tomemos por ejemplo una operación que transcurre en la fría Moscú, donde un cargamento de armas está a punto de llegar a una de las estaciones de tren de la ciudad. El objetivo inicial es destruirlo... pero nunca está de más tener un poco de dinerito extra... ¿por qué no pretendemos que lo hemos destruido y lo vendemos al mejor postor?En todo caso, no adelantemos acontecimientos pues todavía nos queda llegar hasta él. En la entrada a la estación nos encontraremos con Sie, una agente de la organización VCI que nos vendrá de perlas para estrenar el sistema de diálogos. Conforme la conversación avanza irán apareciendo diversas opciones indirectas: agresividad, honestidad, fanfarroneo o atacar. La espía quiere que nos unamos a ella para conseguir el cargamento para evitar que otra organización se nos adelante. Si aceptamos su proposición lucharemos a su lado y contaremos con la inestimable ayuda de sus hombres, no obstante podemos traicionarla en cualquier momento. Inevitablemente, sólo puede quedar uno y la batalla final por la mercancía desembocará en dos opciones diferentes: seducirla con nuestros encantos o bien realizar un enfrentamiento directo. Si vencemos en estas contiendas, la vida de estos agentes estarán en nuestras manos, ¿los dejaremos en libertad para que puedan morir otro día o los ejecutaremos in situ?El control de Alpha Protocol es similar al de cualquier shooter en tercera persona, pero nuestro agente puede utilizar sus inventos habilidades en todo momento; prueba de ello es el modo furia con el que podemos convertirnos temporalmente en una persona violenta y agresiva capaz de aniquilar a los enemigos con sus puños. Asimismo, el combate pasa a un segundo plano si queremos infiltrarnos mediante el hackeo de ordenadores o puertas de seguridad -acciones que superaremos con éxito si completamos un sencillo mini-juego.Con todo, la nueva propuesta de Obsidian Entertainment y de Sega sigue teniendo sus inconvenientes: el control del juego es poco intuitivo y ciertas misiones carecen de un ritmo propio de una historia de espías y agentes dobles, triples u óctuples. Con su salida prevista para el próximo octubre para PC, PS3 y Xbox 360, aún queda tiempo de sobras para perfilar sus aciertos y mejorar los pilares más débiles de su estructura. Si todo sale según los planes previstos, no sólo podremos cumplir nuestro sueño de encarnar a espías como James Bond, Jason Bourne o Jack Bauer -¿qué ocurre con tantos JB?-, sino que tendremos la oportunidad de convertirnos en un atrayente cóctel -agitado, no removido- de todos ellos.
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