[E3] The Beatles: Rock Band, Impresiones

En la feria internacional de Los Angeles, un improvisado estudio Abbey Road sirvió para mostrarnos las novedades incluidas en el género y, por lo tanto, en la saga. Sin embargo, no podemos llamarlo 'Rock Band 3' porque su enfoque es diferente. Existen demasiados fans de los Beatles ahí fuera como para ignorarlos, y el aumento de dificultad ya percibido en la anterior entrega hubiese sido, además de ilógico -por la propia construcción de las canciones-, irresponsable. En su lugar, los 45 temas disponibles contarán con un poco de todo en este sentido, pudiendo activar y desactivar el modo 'No Fail' -que nos impide fallar una canción- con total libertad.

Los instrumentos son, de lejos, los más bonitos hechos nunca en un título de este tipo. Son dignos de enmarcar, réplicas fieles de plástico de los artistas a los que emulamos. El bajo estilizado de ébano de Paul McCartney, la guitarra Rickenbacker de George Harrison, el parche en el 'bombo' de Ringo. Al tacto, las 'seis' y 'cuatro' cuerdas virtuales mejoran esa sensación de los anteriores Rock Band respecto a su competidor directo: la carencia de ese 'clic' cuando le damos a la púa sigue estando ahí, pero los botones responden de manera fantástica. Lo mismo con los que se encuentran al principio del mástil. La batería, además, en este caso cuenta con los dos platillos extra de serie; despista un poco el hecho de que  los tambores sigan ahí, porque al fin y al cabo sólo se tocan cuatro botones más el bombo y a nuestra vista habrá seis. Hay un tiempo de adaptación, pero por lo demás, se agradece que hayan visto el buen hacer en la competencia. Además, el pedal es más sólido que nunca.

Si hubiese que nombrar una gran novedad en lo referente a la jugabilidad, serían las armonías vocales. En un tema de los Beatles es muy común que hayan varias voces cantando simultáneamente, así que han utilizado esta excusa para aumentar el número de jugadores posibles en Rock Band y, a la vez, para añadirle un nuevo factor de dificultad de cara al seguidor de la saga. Porque no es tan fácil como parece. Aparecen, pues, varias líneas adicionales en un tema en el momento oportuno; cuando canta el segundo o el tercer vocalista aparece la flecha moviéndose con normalidad según cómo afine. Esto implica que cualquiera puede cantar en estas secciones en el tono que le venga mejor, y saltar a otra voz si se ve capacitado. Podemos incluso hacer como los propios Beatles, y cantar a la vez que tocamos. Es casi obligatorio cuando nos ponemos al bajo si queremos que sea un reto, aún en las canciones más complicadas. En general, la construcción del título incentiva tocar y cantar a la vez.

Porque en el caso de ciertos temas, correspondientes a la última época de los Beatles, cuando se dedicaban por entero a tocar en el Abbey Road, habrá una pequeña variable respecto a la imaginería típica de gran concierto. Al contrario, los veremos tocando en estudio, disfrutando de la música, y los veremos viajar a un mundo onírico, muy psicodélico. Es un movimiento distinto dentro del género, un detalle que todos aquellos que estén viéndonos tocar disfrutarán sobremanera por la factura técnica y el buen gusto aportados.

Impresiones
The Beatles: Rock Band no es tanto la siguiente iteración de una saga establecida, sino un documento único para una banda que ha definido la cultura de todo un siglo. A la espera queda por saber cómo funcionará el modo carrera, en lo que parece será el gran cambio en este título. Para los usuarios en la búsqueda de un reto, tendrán las armonías vocales. Para los demás, unos instrumentos fantásticos y cuarenta y cinco temas pegadizos y muy, muy clásicos. El día 9 de septiembre, los cuatro de Liverpool se reúnen por una última vez.