[E3] Metal Gear Solid: Peace Walker
Había algo en el rostro de Kojima que hacía prever lo que ha ocurrido. Metal Gear Solid vuelve a Sony con una nueva entrega de la franquicia protagonizada por Big Boss, solo que esta vez lo hace de forma exclusiva en PlayStation Portable con una entrega que sigue a rajatabla las premisas fundamentales que han venido acompañando a la serie hasta la fecha. Ambientada diez años después de lo vivido en la tercera entrega, el héroe legendario vuelve a entrar en acción.
Había algo en el rostro de Kojima que hacía prever lo que ha ocurrido. Metal Gear Solid vuelve a Sony con una nueva entrega de la franquicia protagonizada por Big Boss, solo que esta vez lo hace de forma exclusiva en PlayStation Portable con una entrega que sigue a rajatabla las premisas fundamentales que han venido acompañando a la serie hasta la fecha. Ambientada diez años después de lo vivido en la tercera entrega, el héroe legendario vuelve a entrar en acción.
La guerra ha vuelto. Hideo Kojima aparecía en el estrado de Sony para confirmar que todo lo que hemos vivido hasta la fecha tiene aún más material por exprimir, más información que revelar a los cientos de miles de aficionados que se proclaman acérrimos seguidores de una de las franquicias más representativas del mundo del ocio electrónico. No hacía falta más introducción después del revuelo que se generó gracias al siempre polémico teaser que el creativo instaló en su página web. En él, para los despistados, se mostraba la cara de Raiden -posteriormente confirmándose el lanzamiento de Metal Gear Rising-, así como el de Big Boss, que finalmente ha recibido su adaptación propia.
Lo que nadie esperaba es que desde Kojima Productions se elaborase un título que lejos de ser tratado como un spin-off o adaptación al uso se considere la secuela de MGS3, esa que protagonizó Big Boss en su día y que para muchos se convirtió de forma instantánea en un éxito sin precedentes, para muchos considerado como el mejor juego de la pasada generación por motivos más que obvios. Al margen de esto, lo que queda claro es que este personaje no deja a nadie indiferente, menos aún tratándose de una aventura en la que su propio creador se ha volcado personalmente diseñando el guión, y que cuenta con gran parte del grupo de desarrollo de Metal Gear Solid 4, como bien explicó durante la conferencia el propio Kojima.
Mucho dará que hablar este anuncio en los próximos años. Lo único que es seguro es que el tráiler mostrado a continuación del mismo fue lo suficientemente elocuente como para formar una primera idea sobre el aspecto del juego, que llegará al mercado en algún momento de 2010, sin conocerse a ciencia cierta exactamente en qué momento se prevé su lanzamiento. Por suerte toda la información que rodea al argumento, así como al sistema de juego, se ha dejado entrever lo suficiente como para poder asegurar que las palabras del directivo no eran ni muchísimo menos vanas mentiras. El aspecto que luce Peace Walker transporta directamente al jugador hasta mediados de los años 70, diez años después de los acontecimientos que tuvieron lugar en MGS3.
La guerra
se forja aquí
Hay que ponernos en situación para comprender el discurso que un personaje que aparenta ser Big Boss narra con todo lujo de detalles. Más de tres minutos de introducción -bastante más de lo habitual en estos casos- que comienzan con imágenes reales donde se mezcla el conflicto de la guerra fría con la crisis de los misiles en Cuba. A nadie coge por sorpresa que el mundo se haya armado hasta los dientes. Lo que nadie es capaz de comprender, por curioso que parezca, es que el foco de atención sea en aquel entonces Latinoamérica, una tierra fértil en recursos que contaba con el único país no militarizado del mundo; Costa Rica. Al menos esta es la historia que narra el protagonista, aún en sus años mozos.
Es difícil comprender qué es exactamente lo que ven nuestros ojos mientras Big Boss recorre una playa a toda velocidad, enfundado con un traje de camuflaje ligeramente más desarrollado que el de su aventura anterior. A poco de comenzar su relato menciona una de las palabras que cambian la visión del jugador por completo de este momento en adelante; Outer Heaven. 'Aquí fue donde comenzó todo', comenta el héroe, no en vano hablamos del vínculo que falta hasta la fecha en la historia de los personajes principales de Metal Gear. Se entiende por lo tanto que lo próximo que queda por conocer es cómo Big Boss logró hacerse con el poder del mayor ejército jamás creado en la historia.
El vídeo comienza precisamente con una serie de citas históricas acerca de la guerra. Big Boss aparece en una playa, caminando lentamente hacia un grupo de soldados que batalla cuerpo a cuerpo. En un momento dado se quita la camiseta, mostrando una impresionante cicatriz en el torso, para poco más tarde comenzar a correr. La escena primero habla de Colombia, poco más tarde de un territorio completamente diferente, aunque de poco importa dónde se sitúe la acción. Lo realmente importante en este caso es que, una vez terminada la presentación, el título se muestra con su motor real, Big Boss a la cabeza de una operación de infiltración que como comentábamos anterior reúne todos los requisitos indispensables de un Metal Gear Solid.
Por eso no nos extraña contemplar cómo en héroe repta por el suelo, acercándose lentamente a un enemigo para asestar una puñalada mortífera por la espalda, como tampoco que despiste a los guardas sin apenas hacer el menor ruido en alguna de sus largas caminatas. Las imágenes ingame se suceden sin pausa para dar buena fe de las palabras que Kojima lanzaba al público minutos antes; 'El hecho de que sea un juego de PSP hace posible explotar las virtudes de esta consola', lo que traducido al castellano quiere decir que pese a elaborar un título con las características habituales de Metal Gear, no por ello se prescindirá del modo cooperativo, es decir, del Online que tan buenos frutos obtuvo en Portable Ops.
De esta guisa nos encontramos con cuatro héroes clónicos en la misma partida para hacer frente a lo que parece ser un Metal Gear, aunque por supuesto se desconoce por completo a qué modelo nos enfrentaremos en esta ocasión. En cualquier caso esta escena, obviamente retratada a modo cómico, tiene su razón de ser en demostrar que cuatro jugadores podrán compartir la partida, pese a que no se ha querido desvelar más información en este sentido. Los últimos compases útiles del tráiler muestran una escena curiosa en la que Big Boss planta una especie de sonda en la espalda de un enemigo cuando éste está en el suelo, lo que provoca que el guardia salga volando hasta desaparecer en las nubes.
El jefe ha vuelto
Se puede criticar en mayor o menor medida la estrategia de Konami, pero desde luego no cabe duda que ha querido contentar al público de Microsoft y al de Sony por partes iguales. Por un lado se ofrece la historia de sobremesa a manos de Raiden -un personaje con menos proyección que Snake-, y por el otro una adaptación portátil de Snake Eater, con todo lo que ello conlleva. Además se insiste por activa y por pasiva en que hablamos de un título que respeta hasta las últimas consecuencias la estética de Metal Gear, aplicando el peculiar sentido del humor que descubrimos en la última escena del tráiler. Un Big Boss se agacha donde no puede ser visto, a espaldas de un soldado. Un segundo Big Boss aparece en escena y se cuela por debajo de la caja en cuestión. Ambos abandonan el lugar ante la posible alerta del soldado que vigilia ese sector.
Cuando se van, el soldado queda mirando al lugar perplejo. Suponemos que con la misma cara que el público cuando se termina la demostración, que una vez más ha dejado entrever la impresionante calidad con la que dota Kojima a todas sus creaciones. En 2010 podremos comprobar si realmente las expectativas logran estar a la altura de las circunstancias. Todo parece apuntar hacia esa dirección. Esperamos que así sea.
Metal Gear Solid: Peace Walker
- Aventura
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