[E3] MX vs. ATV Reflex, Impresiones
La franquicia MX vs. ATV Reflex irrumpe de nuevo en las consolas de nueva generación para presentar una serie de novedades que tienen por objetivo reorientar la serie hacia una nueva dirección. Destaca la mejorada deformidad del terreno y el Rider Reflex, un sistema que nos plantea controlar al piloto y a su vehículo al unísono.
La franquicia MX vs. ATV Reflex irrumpe de nuevo en las consolas de nueva generación para presentar una serie de novedades que tienen por objetivo reorientar la serie hacia una nueva dirección. Destaca la mejorada deformidad del terreno y el Rider Reflex, un sistema que nos plantea controlar al piloto y a su vehículo al unísono.
Los padres de la criatura han estado cerca de dos años remodelándola hasta dar con una novedad que aparece simbólicamente en su subtítulo: el sistema Rider Reflex -reflejos del conductor-. En anteriores entregas, los menos habilidosos saltaban por los aires cada dos por tres, de forma que las carreras acababan siendo un juego de ensayo y error. Para subsanarlo, a partir de ahora aparecerá un aviso en la pantalla durante los momentos previos a la caída; si el piloto mueve el stick en la dirección marcada, se salvará y podrá reanudar la marcha sin haber sufrido demora alguna. La primera vez es un pequeño momento dramático: el corredor exclama un pequeño grito al comprobar su aciago devenir, mas una rectificación a última hora provoca un suspiro de alivio tanto virtual como real.
Asimismo, este sistema también mejora sustancialmente el control, pues ahora el jugador tendrá la oportunidad de controlar simultáneamente tanto el piloto como al vehículo. Con el stick derecho hacemos girar la moto o el quad en la dirección deseada, mientras que con el izquierdo movemos el cuerpo de su conductor. De este modo, si nos tumbamos en un lado o en el otro lograremos estabilizar correctamente el vehículo y situarnos en la línea deseada, mientras que inclinarse hacia atrás o hacia adelante nos dará más impulso en las rampas. Rider Reflex resulta intuitivo y sencillo de utilizar, pero será necesario dominarlo al completo para realizar maniobras más complejas como las piruetas.
Finalmente, la ya mencionada deformidad del terreno añade un sinfín de posibilidades de toda clase: ya sea de índole ociosa -pasarse unos minutos trazando nuestro nombre en la tierra-, visual -comprobar cómo el blanco casto de la nieva interacciona con el marrón soez del fango- o jugable -los surcos y los trazos pueden hacer peligrar la estabilidad de nuestro vehículo-. Este último ejemplo es el más importante y divertido, pues el factor sorpresa siempre estará presente aunque los jugadores se hayan memorizado los recorridos de las carreras. Por ejemplo, durante la última vuelta el barro se ha acumulado en una curva y el piloto se acaba empotrando contra el suelo al chocar las ruedas con el desnivel.
Vuelven otras modalidades más clásicas, como el caso de National, donde el jugador se batirá en diversas carreras contra contrincantes en circuitos más predefinidos como el caso de Pine Top -una campiña repleta de baches-. Es en este momento cuando la deformidad del terreno se convierte en el verdadero protagonista: en el primer intento quedamos en un vergonzoso último puesto, pero aprovechamos la ocasión para observar el paso de los rivales y así aprender la mejor forma de tomar las curvas y obstáculos. Gracias a ello, la segunda ocasión es más fructífera y divertida, pues nuestro vehículo amenazan con chocar contra los del resto durante los saltos por las pequeñas rampas de la pista. Lo único que falta por comprobar es si los contendientes controlados por la IA del juego saben aprovechar las nuevas inclusiones de la serie.
El último modo disponible en la corta demostración es el de Stunts -acrobacias-, localizado en una típica arena repleta de rampas y obstáculos. El objetivo en esta ocasión es conseguir el mayor número de puntos posibles mientras hacemos cabriolas por el aire; éstas se activan pulsando el stick izquierdo y moviendo el derecho, siguiendo distintas secuencias para lograr encadenarlos. Con Rodeo daremos una vuelta completa, Death Indian Air es una maniobra mortal en la que podemos terminar besando el suelo, indicaremos la hora correspondiente utilizando nuestras piernas con 9 o'Clock y sus variantes... Es la modalidad idónea para conocer mejor los entresijos de Rider Reflex, pues poco a poco vamos consiguiendo que el piloto y el vehículo se conviertan en un solo cuerpo capaz de acumular una ingente puntuación... o mucha tierra en la boca.
El modo multijugador se encuentra todavía entre bastidores, pero los desarrolladores ya han confirmado que hasta 12 jugadores podrá competir tanto en las carreras como en las exploraciones por los escenarios. Será interesante comprobar cómo éstos irán creando retos propios durante la marcha mientras averiguan quién puede sobrevivir saltando desde lo alto de una montaña. Los gráficos también han mejorado en muchos aspectos, incluyendo detalles como una niebla más ambiental o el considerable aumento de la visión.
MX vs. ATV Reflex todavía se encuentra en el 60-70% de su desarrollo, y sus creadores han decidido no revelar su número total de circuitos o escenarios. Aún así, Rainbow Studios ha prometido ampliar sus vistas hacia tierras europeas -en detrimento de los paisajes americanos- y ofrecernos más variedad y autonomía entre ellos. Su lanzamiento está previsto para estas navidades, y estará disponible para Xbox 360, PlayStation 3, Nintendo DS y PlayStation Portable -siguen sin saberse los detalles sobre las adaptaciones portátiles-. Sus novedades por separado pueden saber a poco, pero juntas y en sintonía han logrado sacar a la franquicia del banco de barro donde se había metido para encaminarlo hacia una nueva dirección más acorde con sus orígenes; sólo queda esperar a que Reflex no salga despedido por los aires debido a un obstáculo inesperado.
- Conducción