En busca de un nuevo hogar

Item: Star Ocean: The Last Hope
Rating: 8

La cuarta entrega de la franquicia de Square Enix llega por fin a nuestro país, tras un ligero retraso. Con su muy agradable jugabilidad y la variedad de cosas por hacer, nos encontramos ante un título cargado de emociones, que deja un gran sabor de boca pese a sus carencias.

Ramón Méndez

Actualizado a 8 de marzo de 2012 09:03 CET

Ligeramente más tarde que al resto del mundo, nos llega por fin uno de los títulos más importantes de Square Enix para este año 2009. Star Ocean: The Last Hope es la cuarta entrega de una de las franquicias más apreciadas de la compañía nipona, y todo el proyecto se ha tratado con mucho mimo. Lo que la mayoría no se esperaban era que el juego viese la luz para Xbox 360, de forma exclusiva, y no cabe ninguna duda de que este hecho supuso un interesante impulso a las ventas de la máquina de Microsoft en Japón. Gracias al lanzamiento, en los últimos meses, de las revisiones de los dos primeros Star Ocean para PSP, la franquicia, una gran desconocida en Europa, ha conseguido expandirse lo suficiente como para que esta nueva entrega parta desde una posición cómoda.

Cierto es que, en muchos aspectos, el juego palidece ante grandes del género, tanto en otras generaciones como en esta, en la que Xbox 360 se está consolidando como la plataforma ideal para los amantes de los RPG de corte nipón. Pero, al igual que las tres entregas anteriores, Star Ocean: The Last Hope tiene un encanto especial. Tal vez sea su ambientación futurista, no muy habitual en el género; o puede que sea por sus personajes carismáticos y sus historias entrañables; gran parte de culpa se puede achacar a su gran jugabilidad, con combates dinámicos y divertidos; o posiblemente, la mezcla de todos estos elementos componga un todo satisfactorio. Sea como fuere, llevamos tres entregas viendo cómo su encanto va más allá de sus limitaciones, y este cuarto capítulo repite fórmula y vuelve a hacerse un hueco en nuestros corazones.

Argumento
The Last Hope se sitúa varios siglos antes de la primera entrega de la franquicia. Es el año 2064, y el planeta Tierra está a punto de perecer por culpa de la destrucción causada por la Tercera Guerra Mundial, con armas de destrucción masiva por todas partes que arrasaron con la vida en un abrir y cerrar de ojos. Ante la gravedad de la situación, las facciones negociaron un alto el fuego y se intentó llegar a un acuerdo para prevenir un mayor deterioro del planeta. Pero ya era tarde. El planeta acabó muy dañado, y la población de la Tierra se redujo drásticamente. Para sobrevivir, los habitantes se acogieron a la seguridad de unas ciudades subterráneas, que se convertían prácticamente en encierros que los aislaban de lo que antaño era una vida próspera, con luz natural y oxígeno.

Se crearía el organismo de las Nuevas Naciones Unidas, y con él la humanidad intentaría llegar al espacio, la mejor opción para huir de la desesperada situación. El año 2087 sería el primero de la era espacial; el profesor Trillas Bachstein tiene éxito en sus experimentos de salto estelar, y gracias a ello, la humanidad puede buscar nuevos planetas para habitar. En el año 10 de la nueva era espacial, una fuerza de reconocimiento parte en la primera misión oficial con este fin. Los protagonistas principales de esta odisea son Edge Maverick y su amiga de la infancia, Reimi Saionji. De ellos dependerá encontrar nuevos planetas habitables, pero las cosas se complicarían desde el principio.

No tardarían en tener un grave accidente que afectó a todas las naves de la colonia humana que salieron del planeta Tierra. Acabaron chocando todas contra la superficie de un nuevo mundo desconocido. La nave de Edge y Reimi acaba gravemente dañada, y ambos se lanzan a la busca de posibles supervivientes del resto de artefactos humanos. No obstante, sólo encontrarían restos y heridos, que mutarían por motivos desconocidos que los humanos empezarán a investigar. Si de algo sirve esta primera parada en el viaje es para conocer a los eldarianos, una raza alienígena que lleva años en contacto con los gobiernos de la Tierra y que ayudará a la especie protagonista a alcanzar su objetivo de esclarecer las causas del misterioso accidente y encontrar un nuevo mundo para habitar.

Siguiendo todos los estándares del género a nivel argumental, The Last Hope nos narra una historia de amistad, de grandes enfrentamientos, con abundantes diálogos y escenas de vídeo (que además, en ocasiones juega con situaciones ecchi). No resulta sorprendente, y el desarrollo de la misma es demasiado lento, por lo que durante gran parte del juego nos deja un cierto sabor amargo al querer descubrir más. Será en el último disco donde se despliegue todo su potencial, asombrándonos con situaciones épicas e inesperadas, pero parece como si todo se apurase en las últimas horas, dejándonos la sensación de que un disco más no hubiese estado mal para expandir un poco más lo que debería ser lo mejor del juego. Al final, en cómputo general, el argumento deja satisfecho al usuario, pero hay que darle bastante tiempo para ello.

Jugabilidad
A nivel de sistema de juego, esta nueva entrega de Star Ocean no sorprenderá a nadie que haya jugado a alguno de los tres anteriores. Parte de las mismas directrices y las lleva un poco más allá, aprovechando el potencial de esta generación, pero a su nivel más básico es idéntico al resto de títulos de la franquicia. Recorremos diferentes planetas, con sus ciudades y habitantes, y nos enfrentamos a infinidad de enemigos en combates en tiempo real. La primera diferencia es que, si bien antes nos pasábamos bastante tiempo en planetas concretos, en esta ocasión viajaremos más entre diferentes entornos. A efectos prácticos, esto es de agradecer, dado que oferta una mayor variedad; pero argumentalmente le pasa factura a la hora de ofrecer un argumento más cuidado, al centrarse más en el cambio que en la evolución.

Como siempre, las mazmorras son kilométricas y destacan por su ausencia casi total de ayudas, ya sea para encontrar objetos o para guardar partida. Los que conozcan la franquicia sabrán lo que les espera, pero a los neófitos esto puede cogerles por sorpresa muy pronto, dado que Star Ocean no perdona en ningún momento, ni si quiera al principio. En comparación con la tercera entrega, es mucho más sencillo, y tampoco en líneas generales es demasiado complicado, pero requiere saber pensar de antemano como el juego, para evitar sorpresas desagradables. También es importante jugar con tiempo si nos vamos a adentrar en alguna mazmorra, dado que la austeridad de puntos de guardado nos obligará, inexorablemente, a invertir mucho tiempo en cada partida.

En muchos casos, no se marca una gran diferencia clara entre el escenario normal y las zonas de combate, dando un salto natural entre unas secciones y otras que resulta bastante atractivo y creíble. A lo largo y ancho de los entornos que visitaremos nos encontraremos varios lugares que serán clave para la obtención de objetos: por ejemplo, habrá zonas para plantar cierto tipo de productos extraños, o lugares en los que ciertos personajes pueden excavar para obtener frutos o minerales. Todas estas cosas serán muy importantes de cara a un aspecto del juego como es la creación de objetos. Los enemigos serán visibles en el mapa, por lo que los combates no serán aleatorios (aunque sí se desarrollarán en un entorno particular diferente) y se iniciarán de una forma u otra dependiendo del modo en el que nos encontremos con ellos.

Un enfrentamiento frontal implicará que las dos facciones empezarán en igualdad de condiciones, mientras que si se coge desprevenido al enemigo partiremos en situación de ventaja, y viceversa, siendo víctimas de una emboscada. Los combates son en tiempo real, y nuestros equipos estarán formados por hasta cuatro personajes (de los ocho que podemos llegar a llevar). Por defecto, controlaremos directamente al protagonista, pero con LB y RB podremos cambiar a cualquiera de los demás luchadores de nuestra escuadra, dominándolo perfectamente. Los ataques serán básicos en un principio, aumentando su complejidad con el aumento de niveles y la mejora de habilidades, y será esencial conseguir dominar los combos para causar el máximo daño y minimizar los ataques enemigos.

De hecho, será clave llegar a calcular los tiempos para cada ataque, ya que pese a ser en tiempo real, nuestros golpes tienen un determinado lapso de ejecución que, hasta que terminemos de realizarlo y el personaje se recupere, no podremos asestar el golpe siguiente. Algo lógico, dado que se trata de un RPG, pero que mientras no lo controlemos nos dejará desprotegidos contra los ataques enemigos que recibamos mientras tanto, como consecuencia de nuestro error de cálculo. Por eso mismo, los combates no son un simple aporreo de botones, ni una sencilla elección de comandos, y deberemos elaborar tácticas y calcular nuestros movimientos con bastante precisión si no queremos sufrir las consecuencias. Esto será especialmente relevante en los jefes finales, ya que para derrotarlos deberemos buscar la manera de acertar en sus puntos débiles.

Cada personaje tiene un tipo de ataque, ya sea cuerpo a cuerpo o a distancia, y las combinaciones entre ellos serán muy importantes. Pero además, podemos asignar a los gatillos los ataques especiales, lo cual nos ayudará a realizar combos todavía más largos, aunque estos nos consumirán la barra de puntos de magia. En último lugar, tenemos una barra de énfasis, gracias a la cual podremos realizar ataques más potentes. Lo más importante de los combates, sobre todo cuando los lleguemos a dominar, serán los bonificadores adicionales que activaremos si cumplimos una serie de requisitos. Estos son acumulativos, hasta un máximo de doce, aunque los iremos perdiendo cada vez que recibamos golpes de los enemigos; después de cada combate, recibiremos puntos extra de experiencia, dinero adicional, etcétera, acorde a los bonificadores que tengamos de los diversos tipos.

Además de la aventura principal, que puede girar en torno a las 30-40 horas, Star Ocean ofrece un gran número de misiones secundarias y retos adicionales. Para empezar, y de gran importancia para los logros, serán los trofeos de combate; tal y como ocurría en entregas anteriores, al cumplir determinados requisitos (un combo de tantos golpes, determinados ataques a distancia, golpear primero tantas veces, etcétera) ganaremos un trofeo. Hay cien para cada personaje, adecuados a las características particulares de combate de cada uno, y para conseguirlos deberemos ir cambiando nuestro control sobre ellos, ya que no valdrá que lo haga la máquina por sí sola.

Por si fuera poco, habrá otras misiones secundarias, como las que nos podremos encontrar en prácticamente todas las tiendas del juego (centradas principalmente en encontrar determinados objetos) o algunas que nos pedirán gente de las ciudades. Aunque no suponen un gran cambio en la jugabilidad básica ni en nuestro avance, son añadidos interesantes que nos propiciarán objetos y dinero, que luego podremos invertir en nuevas armas y armaduras. También obtendremos puntos de habilidad con los que podremos mejorar las distintas habilidades de nuestros personajes, así como determinar cuáles queremos tener equipadas en cada momento. No se trata de unas opciones de personalización muy profundas, siguiendo la línea del género sin grandes innovaciones, pero resultan satisfactorias igualmente.

En último lugar, en términos de sistema de juego, es necesario comentar la importancia de las relaciones entre personajes, que deberemos cuidar hablando con ellos en la nave, determinando compañeros de habitación, etcétera. Según las elecciones que hagamos, podremos ser testigos de diferentes finales; algo que ya pasaba en anteriores entregas pero que, en esta ocasión, no implica tanto retroceso ni volver sobre nuestros pasos como antes. Y una vez completado el juego, se desbloquean dos nuevos niveles de dificultad, y nos quedarán abundantes mazmorras extra, el Coliseo donde podremos combatir contra infinidad de enemigos en solitario o en equipo, además de intentar conseguir todos los trofeos de combate, todas las recetas, cumplir todas las misiones secundarias Hay bastante por hacer, aún cuando no ayude demasiado a la evolución argumental.

Apartado técnico
Visualmente, Star Ocean: The Last Hope luce un acabado interesante, aunque no destaca en nada especial. Los fondos son muy bellos, cargados de detalle y con texturas muy cuidadas, y todo el juego avanza de forma muy fluida, con suaves transiciones entre combates y campo, o al entrar y salir de diferentes edificios y habitaciones. Las animaciones de personajes y enemigos están muy cuidadas, y sus movimiento son bastante naturales dentro del terreno de combate, con el cual interactúan de forma limitada pero correcta. Las secuencias de vídeo son de mucha calidad, pero pecan un poco en cuanto a su presentación. Es decir, tal vez debido al flojo inicio argumental, no suelen resultar tan atractivas como deberían, con abundantes diálogos insustanciales.

Correcto por lo general, el juego está pensado para disfrutarlo en alta definición, y así como hay muchos títulos que sobreviven bien en televisores SD, este sufre bastante, con textos ilegibles y texturas horribles que echan por tierra todo el buen trabajo realizado a nivel artístico. Uno de los mayores problemas es la cámara,la cual está muy mal calibrada y resulta desquiciante por lo general, tanto en ciudades como en interiores como en las mazmorras. Durante los primeros compases, hasta que nos acostumbramos a sus extrañezas, puede resultar mareante la navegación por las habitaciones de la nave, intentando controlar nuestro avance sin demasiado éxito. En el campo esto puede ser peor, porque nos dificulta el cálculo de distancia con los enemigos al girar mucho sobre sí misma, y podemos rodear a nuestros objetivos sin ser capaz de acertarles, o que nos cojan desprevenidos.

Destaca especialmente la variedad de entornos que exploraremos, al visitar distintos mundos, así como los efectos visuales durante los combates, con explosiones y efectos de golpes interesantes. A nivel sonoro, el juego nos ofrece una soberbia banda sonora, compuesta por Motoi Sakuraba. Este nombre debería ser familiar ya a estas alturas, dado que nos sorprendió en las diferentes entregas de Valkyrie Profile, Golden Sun, once entregas de Tales of (incluido el próximo Vesperia, que llegará a nuestro país a finales de este mes), Shining Force III, los Baten Kaitos, las sublimes melodías de Eternal Sonata, Infinite Undiscovery, Super Smash Bros. Brawl, y por supuesto, todos los Star Ocean anteriores. Repasar todo su historial es necesario, porque basta con él para que sea más fácil expresar la belleza de las compasiones que nos encontramos en este The Last Hope.

Melodías cargadas de intensidad, que consiguen transmitir lo que acontece en pantalla con gran acierto, intercalando las melodías futuristas con otras más primitivas, adaptándose a los distintos entornos que visitamos. Una auténtica joya que hace muy recomendable hacerse con la edición especial del título, aunque sea sólo por el disco de la BSO. Desgraciadamente, a nivel de doblaje el juego no consigue estar al mismo nivel; sólo contamos con la pista de audio en inglés, y los actores no son capaces de transmitir credibilidad y entusiasmo a los personajes. Les falta garra, y si ya los diálogos de por sí no son muy elaborados, ellos los hacen todavía más difíciles de seguir con atención.

A nivel jugable, las opciones de personalización, la variedad de cosas por hacer y la buena respuesta del mando de control resultan satisfactorias. Las 30-40 horas del juego principal se pueden ver ampliadas en abundancia gracias a los extras, aunque el argumento no está al nivel de las grandes epopeyas y palidece incluso ante entregas anteriores de la franquicia, siendo incapaz de profundizar tan siquiera en sus personajes. Pero es justamente en su jugabilidad, en lo divertido de sus combates y la gama de opciones a nuestra disposición, donde Star Ocean: The Last Hope nos ofrece su mejor cara. Un título muy recomendable para los amantes del género, que comprende los combates como pocos juegos lo hacen.

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.