Call of Juarez: Bound in Blood

El salvaje oeste vuelve de la mano de Ubisoft a todas las plataformas. Los hermanos McCall se convierten los protagonistas de esta precuela, en la que se narra el inicio de la búsqueda del oro de Juarez. Acción a raudales y un multijugador muy original que llegará dentro de poco a las tiendas.

El primer Call of Juarez llegaría, de la mano de Techland y Ubisoft, a PC y Xbox 360, a finales de 2006 y mediados de 2007 respectivamente. Dos años después, ambas vuelven a aliarse para devolvernos al salvaje oeste con Bound in Blood, una nueva entrega de la franquicia que, además de las plataformas que recibieron el original, también llegará a PlayStation 3, con una fecha de salida fijada, en principio, para junio de este mismo año. Mucho ha cambiado el mercado en estos dos años, y parece que también las cosas van a cambiar en este nuevo título, y no sólo a nivel técnico, donde se está utilizando el Chrome Engine 4, la cuarta versión del motor empleado en el original.

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Bound in Blood es, a todos los efectos, una precuela del original, narrándonos acontecimientos previos a los vividos hace dos años. El tesoro de los aztecas seguirá sirviendo de eje central de la aventura, que nos llevará desde las tierras de Georgia, en plena Guerra Civil, hasta las ruinas aztecas de México. Todo ello sin perder ni un ápice de la soberbia ambientación del viejo oeste que disfrutamos en al entrega anterior, un entorno en el que la lujuria, el polvo y los enfrentamientos estarán a la orden del día; una época en la que las armas de fuego son un elemento básico de todo ciudadano que se precie. Al igual que en el original, podremos controlar a dos personajes, aunque en este caso serán hermanos: los McCall.

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A los que hayan disfrutado del original, este apellido les resultará familiar, ya que uno de los protagonistas del juego anterior era el reverendo Ray McCall. Efectivamente, este hombre repetirá papel principal en la aventura, aunque ahora en su época joven, cuando era un pistolero junto con su hermano Tom. Tendremos acceso a ambos en casi todo momento (habrá misiones en las que se nos impondrá jugar con uno u otro), ya que cada uno tendrá estilos de disparo diferentes y contarán con armas y habilidades particulares, por lo que cada uno se adaptará mejor que el otro a las distintas situaciones con las que nos encontremos. Ray es el tipo duro de los dos, que resiste mejor los ataques y se lanza sin miedo contra los rivales, mientras que Tom es más sigiloso y tiene más puntería.

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Lo cierto es que esto es importante, dado que Bound in Blood tendrá mucha más acción que el juego original, y los hermanos McCall deberán superar mil y un enfrentamientos armados. De hecho, al inicio de la historia, ambos están luchando en el ejército Confederado, en el río Chattahoochee, pero por unas amenazas contra su familia, acabarían dejando el ejército. Esa deserción los convertiría en dos de los hombres más buscados y perseguidos, por lo que en su huída llegarán hasta México, en busca tanto de su libertad como de un buen puñado de oro. Por lo que se ha podido ver del juego hasta el momento, su valor les llevará a meterse de lleno en todo tipo de reyertas, sin que nada les detenga en su avance constante en pos de sus objetivos.

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Ambos hermanos estarán muy compenetrados, y pese a que estaremos siempre controlando a alguno de los dos, contarán con una barra de especial compartida, que se irá rellenando con las muertes que consigamos, independientemente de quién sea. Con esa barra, podremos ralentizar el tiempo y aprovechar para eliminar a varios enemigos a la vez; eso sí, una vez completada, sólo tendremos sesenta segundos para activar ese poder especial, porque sino, se vaciará y perderemos ese ataque a cámara lenta. Además, según el personaje que tengamos, la habilidad será diferente: Ray saca sus dos armas y el usuario podrá dirigir sus balas hacia distintos puntos del cuerpo de un enemigo. Tom, por su parte, usa disparos más rápidos que acaba al instante con las amenazas cercanas.

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Los enemigos buscarán cobertura para defenderse de nuestros ataques, y del mismo modo, también nosotros podremos protegernos tras cajas, barriles y demás elementos de los escenarios. Una vez al seguro, podremos asomarnos por las esquinas para disparar, e incluso en ocasiones, ambos hermanos colaborarán desde la cobertura, realizando ataques especiales conjuntos que pueden desencadenar en ataques sorpresa con los que acabar rápidamente con nuestros rivales desguarnecidos. Eso sí, el juego promete ser bastante lineal y no parece que vaya a haber mucha libertad para vagar a nuestro antojo, aunque sí se nos recompensará si revisamos bien las zonas a las que tendremos acceso, por limitadas que sean.

De este modo, conseguiremos munición, armas, dinero, objetos secretos, entre otros. Al final de cada nivel, el juego nos detallará lo que hemos conseguido y lo que no, así como estadísticas de nuestra puntería, etc. Con el dinero podremos comprar munición y armas posteriormente en la tienda diseñada para tal efecto. Y los objetos secretos se transforman en extras tales como arte, fotografías, etcétera. Algo que ya hemos visto en otros títulos y que parece estar convirtiéndose en la norma durante los últimos títulos que están llegando al mercado, aunque se convierten en un añadido interesante para que los usuarios se animen a encontrar todos los secretos.

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Pese a tener dos personajes prácticamente en todo momento en pantalla, no habrá un modo cooperativo para dos jugadores, tal y como cabría esperar. Eso sí, se está trabajando para conseguir tener un multijugador en condiciones, que esté al nivel de lo mejor que se ha visto en otros juegos del género. Por lo que parece, tendrá un sistema de recompensas: al acabar con un enemigo, se obtiene una puntuación equivalente a la recompensa que se pague por su cabeza. Del mismo modo, cuanto más tiempo pasemos sin morir, mayor será el valor de nuestra cabeza, por lo que cuando nos derriben, el afortunado se llevará una importante cantidad que puntos que pueda derrocarnos del primer puesto. Una interesante adición al clásico sistema de Deathmatch, que podría deparar muchas satisfacciones si se implementa bien.

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