30 años de guerras galácticas

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Es posible que el beat 'em up sea el género del mundillo que más sufre sus propios tópicos y limitaciones. Todos sabemos cuáles son los dos principales puntos flacos de esta clase de juegos: enemigos clónicos y mecánica repetitiva. Sin embargo, dichas taras quizá son medidas con un rasero demasiado severo, algo que ahora está pasando, como era de esperar, con Dynasty Warriors: Gundam 2. ¿Es justo crucificar un juego cuyo mayor pecado es hacer gala de la mecánica inherente a un género? Dicho así, y dado que no existe el género perfecto, ¿también deberíamos crucificar a, pongamos un ejemplo, cualquier entrega anual de las sagas Fifa y Pro? La mecánica de dichos juegos (para los que no les guste los títulos deportivos) puede ser considerada de lo más repetitiva, por no decir que cada entrega suele ser idéntica a la anterior salvo por unas cuantas mejoras y añadidos; diablos, incluso el inmortal Tetris puede ser considerado como el juego más aburrido del mundo para aquellos a los que no les atraigan los puzles.

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En definitiva, vaya por delante lo siguiente: Dynasty Warriors: Gundam 2 puede llegar a ser considerado un juego repetitivo, como cualquier otro beat 'em up pasado, presente o futuro. Digamos que son gajes del oficio; o más bien cuestión de gustos, ya que si matar a cientos de enemigos clónicos a lo largo de una fase tras otra usando un número limitado de combos es para unos lo más aburrido del mundo, para otros puede convertirse en la panacea de la jugabilidad. Teniendo esto en cuenta, nos disponemos al fin a analizar la nueva apuesta de Koei y Omega Force en el género que ellos mismos resucitaron al inicio de la presente década. DW Gundam 2 expande de manera notable la apuesta de la primera entrega. Entremos al fin en materia; y dispongámonos a servirnos un trozo de tarta, pues estamos de aniversario.

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Hace mucho tiempo, en un país muy lejano…

El 7 de abril de 1979 se estrenó en tierras niponas Mobile Suit Gundam, una serie de animación televisiva que estaba destinada a revolucionar el género del anime japonés de mechas, de la misma forma en que dos años atrás cierta película ambientada en una galaxia muy lejana había revolucionado la ciencia ficción cinematográfica. Dicha referencia no es gratuita, dado que los vínculos entre Gundam y Star Wars han sido siempre muy fuertes; no en vano, el creador de Mobile Suit Gundam era un gran fan de la película de George Lucas estrenada en 1977, tanto que buscó dar su propia versión de cómo debía ser una epopeya galáctica, en un medio no demasiado acostumbrado a tales florituras.

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Mobile Suit Gundam asombró a propios y extraños gracias a la profundidad de su argumento, la complejidad de sus personajes y una temática mucho más adulta de lo que era nota común en lo referente a series de animación en el país del sol naciente. El público estaba muy poco acostumbrado a una propuesta semejante, por lo que la serie cosechó unos índices de audiencia bastante bajos, los cuales por poco acaban desembocando en un precipitado final. Pero todo cambió cuando Bandai comenzó a distribuir la línea de figuras y juguetes basados en el anime. La popularidad de Gundam subió entonces como la espuma, dando pie a una franquicia que hoy, 30 años después, continua con más fuerza que nunca. A Mobile Suit Gundam le siguieron un sinfín de nuevas series, novelas, largometrajes… que expandieron y dividieron dicho universo en un sinfín de líneas temporales. A día de hoy, Gundam está considerado como un elemento más de la cultura nipona, contando incluso con una institución académica, la International Gundam Society. La serie Mobile Suit Gundam 00 es una de las últimas encarnaciones de la franquicia, con dos temporadas emitidas y un largometraje a estrenar en 2010. Desgraciadamente, el éxito de Gundam sigue sin trascender a tierras españolas, donde la serie brilla por su ausencia en el mercado del DVD, algo a todas luces incomprensible dada su calidad.

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La franquicia Dynasty Warriors (Shin Sangoku Musou en Japón), cuenta en la actualidad con un número de series y spin-offs más que relevante, fruto del éxito cosechado por la serie en tierras niponas, donde las entregas lanzadas durante el apogeo de PlayStation 2 llegaron a rebasar el millón de unidades vendidas. El primer juego, lanzado en occidente con el título de Dynasty Warriors 2, rescató el por entonces olvidado género del beat 'em up para las nuevas generaciones, y fue seguido por un sinfín de continuaciones, expansiones y spin-offs, entre los que se cuentan Samurai Warriors, Warriors Orochi y la saga que ahora nos ocupa, DW Gundam (Gundam Musou en Japón).

Fue en 2007 cuando Koei, padres de la franquicia Dynasty Warriors, decidieron usar la mecánica y planteamiento que tan buenos resultados había dado en sus beat 'em up masivos para construir un juego basado en la franquicia Gundam, obviamente con el beneplácito de Namco Bandai, propietarios de los derechos en lo referente a adaptar la serie anime de mechas por antonomasia a formato interactivo. La jugada salió redonda, dado que Dynasty Warriors: Gundam vendió 100.000 copias en su versión PS3, siendo el primer título de la consola de Sony en alcanzar dicha cifra. La secuela estaba cantada, y al fin llega a las tiendas europeas en sus versiones destinadas a PS3 y 360. Al menos de momento, parece ser que la versión PS2 no llegará a distribuirse en el viejo continente. Esperemos al menos que las entregas que sí aparecerán en nuestro país cuenten con una mejor distribución que la sufrida por Warriors Orochi 2 el año pasado.

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Listo para el lanzamiento

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Dynasty Warriors Gundam 2 es una suerte de recopilatorio de todas las series y líneas argumentales que ha dado la franquicia a lo largo de sus 30 años de historia. El juego que nos ocupa añade a la oferta de la primera entrega personajes y trasfondos tomados de Victory Gundam, Gundam Seed Destiny y el largometraje Char's Counterattack, lanzado en 1988 como una continuación de la serie original de 1979. Por desgracia, la reciente Gundam 00 queda fuera de la ecuación, así que habrá que esperar a la llegada de nuevas entregas o expansiones de la saga para controlar a sus personajes.

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El juego que nos ocupa cumple a rajatabla lo mínimo exigible a una secuela: más y mejor. Así, contamos con una oferta de personajes y Mobile Suits seleccionables muchísimo más amplia, los cuales darán para decenas y decenas de horas de juego. La mecánica del título sigue a rajatabla las convenciones tanto del género como de la franquicia Dynasty Warriors. Tomamos el papel de un piloto destacado al servicio de una inmensa armada, la cual se enfrentará a diversas facciones a lo largo de un buen número de batallas tanto espaciales como terrestres. Cada mapa de combate, el cual puede ser recorrido a placer en todo momento, contendrá una serie de zonas rectangulares bajo la influencia de uno u otro bando. Dichas zonas generarán nuevos soldados de manera regular, por lo que se convierten en la clave para tomar ventaja en la batalla. Al entrar en uno de estos territorios enemigos, aparecerá la barra indicativa del número de tropas que deberemos eliminar para hacernos con el control. Tras lograr agotar la barra, generalmente aparecerán unos cuantos capitanes de defensa o un piloto destacado del bando enemigo. Vencer en este último enfrentamiento hará que nuestro ejército pase a tomar control de la zona.

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Por supuesto, la facción rival no se limitará únicamente a tareas defensivas, por lo que de vez en cuando las zonas aliadas sufrirán ataques que deberemos sofocar para impedir que nuestros enemigos tomen ventaja en la batalla. Además, a lo largo de cada confrontación se producirán diversas situaciones que cambiarán las tornas del combate, a las que deberemos hacer frente si no queremos acabar cayendo a las primeras de cambio. Puede que debamos defender a un piloto aliado, cumplir una determinada misión, conquistar zonas esenciales, cortar el avance de refuerzos rivales…

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El Mobile Suit que controlemos en el campo de batalla contará con una serie de ataques tanto a largo como corto alcance. Así, a las habituales armas de fuego y disparos de energía esperables en un juego de mechas se une la posibilidad de blandir una gran variedad de armas cuerpo a cuerpo, entre las que destacan los sables de luz (un claro indicativo de la inspiración en Star Wars por parte del creador de la franquicia), posibilitando así el encadenamiento de combos de todo tipo y condición. Para desencadenar dichos ataques contamos con un botón de golpe rápido, otro de ataque fuerte, y un tercero destinado a la ejecución de devastadores movimientos especiales (los musou característicos de la franquicia Dynasty Warriors, que en este título contarán con dos tipos de ataque: terrestre y aéreo). El botón de salto queda reservado a uno de los gatillos superiores del pad, dado que el cuarto y último de los botones frontales está destinado a activar los propulsores de nuestro Mobile Suit, para así desplazarnos a velocidad cegadora por la zona de combate.

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Todas las acciones anteriormente mencionadas son combinables entre sí, por lo que tendremos a nuestra disposición un abanico nada desdeñable (al menos para lo que suele ser habitual en un beat 'em up) de movimientos diferentes para deshacernos de los cientos y cientos de mechas que pueblan cada mapeado del juego. Generalmente, los 'soldados rasos' del ejército enemigo no nos darán problema alguno, convirtiéndose en simple carne de cañón sobre la que desencadenar todo nuestro potencial armamentístico. Eso sí, cada ejército cuenta con un número determinado de pilotos destacados, los cuales nos darán mucha más guerra. Ya por último, y como una de las novedades más destacadas de Dynasty Warriors: Gundam 2 respecto a la primera entrega, deberemos hacer frente a mechas de gigantescas proporciones, tremendamente difíciles de abatir, similares a los jefes finales vistos en los beat 'em up de antaño.

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Estos engendros mecánicos cuentan con varios puntos débiles que deberemos castigar para mermar sus capacidades tanto ofensivas como defensivas, aunque dichos lugares sólo serán realmente vulnerables cuando logremos abatir a nuestro descomunal adversario por un breve periodo de tiempo, momento que deberemos aprovechar para desencadenar todo el poder posible antes de que vuelva a incorporarse. Como ya mencionamos más arriba, las batallas en Dynasty Warriors: Gundam 2 transcurren tanto en tierra como en el espacio; aunque a la hora de la verdad no existen diferencias visibles entre uno u otro campo de batalla, siendo uno de los defectos achacables tanto al título que nos ocupa como a su anterior entrega.

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Otro de los acertados añadidos de DW: Gundam 2 respecto a entregas anteriores de la franquicia es el hecho de que para vencer en el típico choque de armas, el cual se producirá entre dos pilotos destacados cuando se ataquen al mismo tiempo, no deberemos pulsar un determinado botón de manera machacona, sino introducir una secuencia de comandos al más puro estilo Quick Time Event. El resto de la mecánica no posee fisuras reseñables; la velocidad es la justa para permitirnos enlazar combos con facilidad, por lo que rara vez erraremos a la hora de ejecutar el ataque que teníamos en mente.

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Dynasty Warriors: Gundam 2 se encuentra nutrido de un nada desdeñable número de modos de juego para disfrutar en soledad o compañía. De entrada contamos con el clásico modo historia en el que seleccionaremos un piloto determinado para tomar parte en una serie de batallas que seguirán el hilo narrativo de la serie en la que el personaje haga acto de aparición. Dicho argumento sorprenderá a los no avezados en la franquicia Gundam gracias a su profundidad, dramatismo y complejidad. Por desgracia, la sorpresa irá acompañada de un perceptible grado de confusión ante el desfile de personajes y eventos que se sucederán fase tras fase.

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Se echa en falta un mucho mayor grado de detalle a la hora de narrar las historias; y es que las relaciones entre personajes o los sucesos acaecidos antes y después de los combates tendrán que ser muchas veces adivinados o intuidos por el propio jugador, ya que el juego en sí nos dará poca o ninguna información al respecto. El Modo Galería, convenientemente traducido al castellano como el resto del juego y en principio supuestamente dedicado a darnos a conocer las decenas de personajes, mechas y naves que pueblan DW: Gundam 2, da buena muestra de la parquedad de información ofrecida. Por poner un ejemplo, un personaje tan importante como Amuro Ray cuenta con una biografía de doce limitadas líneas de texto, algo a todas luces insuficiente. Ni siquiera los vídeos logran cumplir la función narrativa que se les supone, dado que son cortos y, de nuevo, más que parcos en detalles. En definitiva, si no se posee un buen conocimiento del universo Gundam, será muy difícil seguir los trasfondos narrativos de cada hilo argumental.

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Aunque el modo historia posee su importancia, sin duda la estrella de las partidas monojugador es el llamado Modo Misión, en el que volcaremos decenas y decenas de horas a poco que la propuesta de Dynasty Warriors: Gundam 2 nos resulte atractiva. Es un modo de juego libre, en el que podemos seleccionar piloto y mobile suit a placer (eso sí, una vez los hayamos desbloqueado cumpliendo una serie de objetivos). Las misiones (hasta 100 por piloto, lo que da una idea de la longevidad de la que hace gala el modo de juego que nos ocupa) no siguen hilos narrativos de ninguna de las series de la franquicia Gundam, por lo que son completamente originales; en ellas se mezclan personajes de todas las líneas temporales de la saga.

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El Modo Misión divide sus niveles en siete categorías. En Misión de Historia se desarrollará el hilo argumental de cada piloto seleccionado; Misión Libre nos ofrecerá niveles de práctica y consecución de objetivos, como eliminar a un determinado número de enemigos; Misión de Recogida se centrará en la recopilación de piezas, necesarias para desbloquear nuevos mobile suit; Misión de Licencia nos dará la oportunidad de adquirir licencias para pilotar los nuevos mobile suit que vayamos adquiriendo; Misión de Amistad nos permitirá mejorar las relaciones con otros personajes del juego, necesarias para desbloquear nuevas misiones, pilotos y mobile suits; por último, Misión Extra nos ofrecerá niveles especiales que generalmente se desbloquearán a medida que superemos misiones en las restantes categorías. También dispondremos de un laboratorio mobile suit al que podremos enviar las distintas piezas de robots que vayamos adquiriendo en los combates, para que así puedan ser mejoradas.

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Un árbol de relaciones, en el que podremos observar la afinidad que otros pilotos nos profesan, es sin duda el apartado más curioso de este Modo Misión. Dicha afinidad es conveniente mantenerla en niveles altos, dado que ello nos permitirá desbloquear diferentes características. Sin embargo, en las ocasiones en que dichos pilotos formen parte del bando enemigo, será inevitable que la afinidad mantenida con nosotros acabe mermada, por lo que habrá que prestar especial atención antes de comenzar un nivel respecto a quiénes serán nuestros aliados y enemigos en la batalla. Como ya mencionamos anteriormente, las misiones de amistad están enfocadas a mejorar nuestra relación con los diferentes personajes del juego.

Además de poder jugar las misiones en modo cooperativo, tal y como sucede con cualquier otro título de la franquicia Dynasty Warriors, disponemos de tres modos de juego competitivos, así como partidas a través de Xbox Live. Es de agradecer que desde Koei se preste al fin atención al juego por internet, aunque la oferta aún se encuentra a años luz del sueño anhelado por los aficionados a los beat 'em up masivos de la compañía nipona: partidas en las que se brinde a decenas de jugadores la posibilidad de participar en una misma batalla a través de la red.

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Apartado audiovisual

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Entramos en el que sin duda es el apartado más flojo de Dynasty Warriors: Gundam 2. Gráficamente hablando, el título que nos ocupa no cumple ni de lejos con los estándares de calidad mínimamente exigibles en la actual generación. El engine gráfico sólo da la talla a la hora de poner en pantalla a decenas y decenas de enemigos de manera simultánea, sin un solo atisbo de ralentización (algo muy de agradecer; todos recordamos el caso Warriors Orochi 2 en Xbox 360) ni caída en la tasa de frames por segundo. Por lo demás, DW: Gundam 2 da la sensación en lo referente al aspecto técnico de ser un juego de la generación pasada, y eso siendo magnánimos. De entrada, y al igual que sucediera con el DW: Gundam original, el título pide a gritos la inclusión de un filtro cell-shading para asemejarlo más a la franquicia anime en la que se basa, algo que por desgracia brilla por su ausencia. Además, los tonos oscuros y grises abundan en exceso, lo que no hace ningún favor a la vistosidad del conjunto. Unas texturas a una resolución bastante baja y unos escenarios vacios y parcos en detalles acaban estropeando definitivamente todo lo referente al apartado gráfico.

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Sin embargo, las carencias visuales de DW: Gundam 2 son también achacables a todos los Dynasty Warriors que Koei ha lanzado en la presente generación. Es obvio que la compañía nipona debería crear un engine gráfico a la altura de los tiempos que corren, ya que el actual da la sensación de haber sido parcheado a partir del usado en la generación de los 128 bits. Ello quizá se deba a que tanto DW: Gundam 2 como los títulos anteriores de la franquicia aún son lanzados en PS2, con lo que el apartado técnico de las versiones PS3 y Xbox 360 acaba tomando como punto de partida el motor gráfico usado en la 128 bits de Sony. En definitiva, esperemos que Koei se ponga manos a la obra y podamos disfrutar en próximos títulos de la franquicia de un apartado gráfico acorde a las plataformas de alta definición.

En lo referente al apartado musical, contamos con composiciones instrumentales bastante bien resueltas, aunque por desgracia se acaban echando muy en falta los mejores temas de las series originales; seguramente, han quedado fuera del juego por un tema de licencias (algo tristemente familiar para los aficionados a títulos basados en series de animación). Una verdadera lástima, dado que algunas de las BSOs de la franquicia Gundam son absolutamente magistrales; por poner un ejemplo, la música de Gundam Seed se encuentra a la altura de las BSOs creadas por John Williams para Star Wars, lo que da buena nota de la calidad de unas composiciones que habrían hecho subir muchos enteros el apartado sonoro del juego que nos ocupa en caso de haber sido incluidas.