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Item: Restaurant Empire 2
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Un nuevo título de gestión llega con la idea de colocarnos el delantal y convertirnos en maestros de las cucharas y pucheros. ¿Seremos capaces de crear las más afamadas recetas de cocina y dirigir los restaurantes más elitistas de todo el planeta? Restaurant Empire 2 pone a prueba tu sentido del gusto...

Actualizado a 1 de julio de 2017 13:03 CEST

El género de la simulación económica a dado lugar a todo tipo de títulos, y cada uno de ellos se centra en distintos aspectos del variado mundo empresarial. Habiendo gestionado parques de atracciones, hospitales, prisiones, hoteles o cadenas de televisión... ¿será la cocina un misterio para nosotros? Estamos dispuestos a intentarlos, y gracias a Restaurant Empire II conseguiremos convertirnos en los chefs más famosos del mundo entero. ¡Ten miedo, Arguiñano!

Capitalism, Hotel Giant o Zoo Empire, Enlight Software parece destinada a especializarse en este subgénero de la estrategia. El lanzamiento de Restaurant Empire II viene a corroborar este pensamiento, a pesar de que la empresa ponga todo su empeño en desmarcarse de tan señalada tendencia, dando lugar a excepciones como Seven Kingdoms o Bad Day L.A.. Pero lo más probable es que el volumen de ventas que consigan con el simulador de restaurantes tenga mucho que ver con los futuros trabajos que vaya a realizar esta compañía.

un predecesor para Restaurant Empire II. La primera entrega fue un título entretenido, pero sin dejar de entrever algunas carencias importantes, y del que Enlight asegura haber distribuido más de medio millón de copias por todo el mundo... ¡ahí es nada!. Sin entrar a poner en duda esta grandiosa cifra, es obligado hacer un pequeño repaso al argumento de este 'best-seller', porque la campaña en esta nueva entrega continuará con los personajes que fueron presentados en aquellos días.

Nuestro protagonista era Armand LeBeouf, un joven cocinero con ganas de hacerse un hueco en el difícil mundo de la restauración. Sin embargo, una única empresa dominaba el panorama de la alimentación, y su nombre era Omnifood. La misión de Armand, quien se inicia en este competitivo panorama guiado por su tío Michel LeBeouf, era derrotar esta corporación multinacional a golpe de cazuelas y pucheros, mediante el uso de las más brillantes y arriesgadas recetas que jamás se hubiesen puesto en práctica. Y si tenemos una segunda parte... ya podéis ir imaginando como acabó el enfrentamiento.

A pesar de esto, no es imprescindible haber pasado por la experiencia de Armand para disfrutar al máximo de esta segunda entrega. Y si somos de esos que se niegan a ver una secuela sin haber pasado antes por la primera parte, Enlight Software nos proporciona una sencilla solución. No será necesario adquirir Restaurant Empire, porque toda la campaña de la primera entrega es accesible con el segundo juego, con el aliciente de contar con todas las mejoras tecnológicas incluidas en el nuevo desarrollo. Desde aquí me gustaría agradecer la idea a los responsables, y esperemos que se siga poniendo en práctica.

La nueva campaña nos permitirá continuar con el emporio creado durante la primera entrega, y volveremos a ver a muchos de sus personajes principales. Armand y Michel LeBeouf, Delia Delacour, esposa de nuestro protagonista, o Don Corleone, quien nos ayudó a expandirnos en Roma. Pero inicialmente deja de lado los restaurantes de alta cocina para centrarse en dos nuevos tipos de locales, cafeterías y 'dessert house', que vienen a ser algo así como restaurantes especializados en postres. Todos los tipos de cocina que vimos en la primera parte seguirán disponibles: americana, francesa, alemana e italiana.
Si no queremos seguir el desarrollo de los acontecimientos de la campaña, también se nos ofrece la posibilidad de disfrutar de Restaurant Empire en un modo libre. Si nos decantamos por esta segunda forma, podremos personalizar el aspecto de nuestro 'alter ego' entre fogones, así como su especialidad en la cocina. Marcaremos las pautas para iniciar la partida, como las ciudades en las que tendremos representación y nuestro capital inicial, y estaremos más que preparados para inaugurar nuestro primer restaurante. Claro que, antes de abrir las puertas, tendremos que adecentar un poco el local.

Dispondremos de un edificio completamente vacío para rellenar a nuestro gusto. El espacio disponible se dividirá en zonas destinadas a la realización de cierta tarea o servicio. La más básica es la zona propia del restaurante, donde se ubican las mesas, la decoración o la recepción, y dentro de ella iremos decidiendo que espacio dedicaremos al resto de lugares. Es imprescindible contar con una cocina, corazón de nuestro restaurante, tan bien equipada como nuestros recursos lo permitan. Tampoco nos podemos olvidar de preparar un cuarto de baño para señoras y otro para caballeros.

En el caso de las cafeterías, nuevas en esta entrega, aparece la zona de la barra. Viene a hacer las veces de cocina, sin poder sustituirla del todo, y nos permite atender a nuestros clientes. El sistema para construir y dividir el espacio disponible es muy sencillo, aunque la primera vez puede ser necesario echar un vistazo al manual o seguir el tutorial, con el fin de ubicarnos en la interfaz de usuario. Sin embargo, una vez localizados los botones e identificada su verdadera utilidad, no difiere en ningún aspecto de los métodos que podemos haber seguido en otros títulos del género.

Cada zona tiene una serie de complementos o accesorios únicos, y no pueden ser situados en otras distintas. Esta limitación evita que podamos colocar un fogón en los cuartos de baño, o un retrete al lado de la recepción... para el buen futuro de nuestro negocio. En cada caso, los objetos que encontramos están muy limitados, y se las posibilidades se reducen a distintos modelos del mismo tipo de elemento, que difieren en color, calidad o precio. Esto no evita que al final contemos con unos 700 objetos diferentes, entre accesorios para el interior del restaurante y los que podemos usar para embellecer el aspecto externo.

Pero esta última posibilidad no es tan libre como la primera. Si bien no tenemos limitación alguna para decorar el interior del negocio, más que la cantidad de dinero, el exterior se mueve por la fama o prestigio que se reconozca a nuestro restaurante. De esta forma, ciertas mejoras estarán restringidas hasta que alcancemos, además del capital necesario para realizar la reforma, un nivel determinado. Este nivel se mide en estrellas, de 0 a 5, y funciona de la misma forma que con los hoteles... cuantas más mejor y más caro. Se trata de que nuestro restaurante tenga un aspecto que concuerde con su reconocimiento y fama.
Incrementar esta percepción que el público tiene de nosotros es la tarea principal en este juego, además de no irnos a la bancarrota. Para conseguirlo tendremos que usar una decoración magnífica, además de que nuestros empleados tendrán que comportarse de forma cortés y con una perfecta educación. Pero lo que más influye en la cantidad de estrellas que se nos otorgue será el nivel de las recetas que sirvamos en el menú de nuestro negocio... y como nuestros cocineros sean capaces de llevarlas a cabo. Da lo mismo que tengamos el restaurante más bonito y con mejor servicio de toda la ciudad... si servimos huevos fritos.

Tanto en el modo campaña como en el libre, comenzaremos nuestras andanzas conociendo un número concreto de recetas... pero no todas las combinaciones culinarias posibles. De vez en cuando, como recompensa por haber realizado alguna tarea concreta, o bien porque alguien se ofrezca a venderla, accederemos a nuevas recetas. Pero la calidad de la mezcla dependerá de los ingredientes y de lo experimentado de quien lleve a cabo la tarea de cocinarlos. Para saber que tal lo estamos haciendo, tanto ingredientes, como cocineros y recetas, tendrán un puntuación en estrellas.

Y si bien cada chef irá mejorando con la experiencia, lo de los ingredientes es un poco más complejo. Afortunadamente para nosotros, en contadas ocasiones tendremos entre nuestros clientes algún distribuidor de especias que quiera hacer negocios con nosotros. Con estos tratos podremos conseguir ingredientes de mejor calidad o más baratos, dependiendo del ofrecimiento. Pero tendremos que recordar cambiar el coste de cada plato para que refleje la subida o bajada de calidad en el menú, si queremos ser justos con nuestros clientes y que no se vayan del restaurante con la sensación de haber sido estafados.

También es importante atender bien a nuestros comensales. Si queremos marcarnos un punto a favor, podemos ofrecernos a cocinar el plato preferido de alguno de ellos a un precio acordado, ganando muchos enteros si consigue ser de su gusto. No hay que dejar de prestar atención a las quejas de cada uno de nuestros clientes, porque serán el mejor indicativo para saber que aspectos de nuestro restaurante tenemos que mejorar y cuales son los que hay que cambiar radicalmente, como despedir a un recepcionista maleducado o contratar un nuevo cocinero para agilizar el rendimiento de la cocina.

Cuando queramos, podremos abrir nuevos locales en la ciudad actual o en otras. Y no tienen porque ser todos los mismo tipo, así que es perfectamente posible extender nuestros horizontes culinarios con varias clases de restaurantes. Simplemente tendremos que elegir la zona y la ciudad donde queremos construir, teniendo en cuenta variables como el precio por metro cuadrado o el nivel de riqueza del vecindario. Una vez decididos, volveremos a iniciar el proceso tal y como se hiciera con el primer restaurante... y así sucesivamente con cada nueva inauguración.
Aún así, por muchos restaurantes que poseamos, el juego no cambia drásticamente su desarrollo. El proceso normal es dejar un local completamente equipado e ir realizando pequeñas modificaciones en el menú o la decoración según las quejas de los clientes, pero no se ofrecen retos nuevos en el modo libre. Este aspecto es el más negativo, porque en el resto de características no se puede decir que Restaurant Empire II salga mal parado. Consigue entretener durante una cantidad de tiempo moderada, pero el único cambio que podemos introducir es la cantidad de restaurantes simultáneos a controlar.

Técnicamente, nos encontramos ante un título con una calidad gráfica por encima de la media, en lo que el género refiere. Los escenarios y personajes están modelados correctamente, pero las variaciones son mínimas excepto en el color o algunas texturas, y este hecho ayuda a catapultar la sensación de que el desarrollo es demasiado repetitivo. Las animaciones son correctas en casi todos los casos, y los efectos como sombras y reflejos se hacen notar para mejorar el aspecto general de la visualización, con algunos fallos importantes, como sombras demasiado pixeladas o animaciones imposibles.

Negativamente, el sonido es harina de otro costal. Ausencia de voces, efectos poco variados y un hilo musical monótono que poco tiene que ver con el tipo de cocina o restaurante en el que nos encontremos. Y en un título donde se pasa el 90% del tiempo frente a la pantalla esperando a que las cosas ocurran, no se puede desechar la importancia de una buena experiencia auditiva que entretenga al usuario mientras tanto. Por supuesto, la idea general de falta de dinamismo no se ve desvanecida gracias al sonido, y ayuda todavía más a acentuar esta pésima sensación sobre Restaurant Empire II.

Entristece pensar en como se arruina el buen sabor de boca inicial que deja este juego conforme va pasando el tiempo. No hay diferencia entre gestionar un restaurante o manejar siete locales diferentes, ni entre el tipo de cocina o decoración que terminemos eligiendo. Nos encontramos frente a un título que empieza entreteniendo a raudales, y del que se podría augurar un mejor destino, pero que termina por caer en los mismos defectos que tuviera su predecesor. Puede que el elevado volumen de ventas haya enmascarado los errores, pero no por ello hay que olvidarse de que existieron.

Puede que si Restaurant Empire II vende lo suficiente, nos encontremos dentro de dos o tres años con una nueva expansión o una tercera entrega. Y ese debería ser el momento en el que Enlight se olvide de cuanto quiere vender, para dejar paso a cuanto quiere entretener. Si alguien pone todo su empeño, puede que saque más jugo a este título que su campaña principal, pero el resto tendremos que conformarnos con llegar a la élite del mundo culinario y mantenernos allí hasta el fin de nuestros días... sin que nada nuevo curra nunca más.

- Original y entretenido.
- Buena cantidad de opciones.

Correcto

No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.