Bionic Commando, Impresiones
Un clásico de Capcom que vuelve a la vida. Bionic Commando recupera la esencia de los juegos de antaño y la adapta a un nuevo universo que explota la tecnología de las máquinas actuales. Una prometedora entrega que promete buenas maneras, aunque ofrece un sistema de control bastante exigente.
Un clásico de Capcom que vuelve a la vida. Bionic Commando recupera la esencia de los juegos de antaño y la adapta a un nuevo universo que explota la tecnología de las máquinas actuales. Una prometedora entrega que promete buenas maneras, aunque ofrece un sistema de control bastante exigente.
Tras haberse pasado varios años en el olvido, Capcom ha vuelto a insuflar vida en un clásico atemporal como es Bionic Commando. Pese a haber vivido su momento de gloria en una época en la que los videojuegos no tenían la repercusión y el atractivo de hoy en día, se convirtió en uno de los títulos más atractivos del catálogo de la compañía nipona, y prácticamente nadie que lo haya jugado en su época lo ha dejado caer en el ostracismo en su memoria, ese al que sus creadores parecían haber condenado al juego. Pero veinte años después (diez, si tenemos en cuenta la extraña entrega Elite Forces que salió para GBC) , Capcom consideró que era el momento de sacar del armario una licencia que todavía tenía mucho que ofrecer a los jugadores, sobre todo por las posibilidades que esta generación de consolas podrían ofertar a un título de sus características.
Primero nos llegaría Bionic Commando Rearmed, un interesante y elaborado remake, de mucha calidad, que llegaría a los servicios de descarga de PS3, Xbox 360 y PC. Pero este no sería más que la antesala para el verdadero plato fuerte, una entrega completamente nueva para las mismas plataformas, que hemos tenido la oportunidad de probar. Después de haber disfrutado de la primera mitad de la aventura, podemos afirmar que Bionic Commando consigue adaptar la fórmula de juego a las nuevas tecnologías, dándole un nuevo aire distintivo a la par que respeta las ideas originales. Todo ello, bañado de un muy profundo amor por lo retro, introduciendo en el juego un buen número de guiños a los píxeles propios del título original.
Nada más arrancar el juego, lo primero que nos topamos es una declaración de intenciones, un guiño a la par que una presentación de lo que es el juego. Un logo de Capcom aparece en pantalla, completamente plano, y acompañado de la clásica melodía de antaño que se asociaba a la compañía nipona; justo después, ese logo se voltea y adquiere un aspecto tridimensional. Este detalle, que consigue emocionar a los que llevamos años en este mundillo y crecimos con esa melodía, se convierte fácilmente en un motivo para relajarse y aumentar el convencimiento de que estamos ante un juego puramente Capcom, y que como tal nos va a ofertar lo mejor que la empresa es capaz de dar. Aún quedan dos meses antes del lanzamiento del juego, tiempo más que suficiente para limar las impurezas y dejar un gran sabor de boca.
El juego está ambientado diez años después de la entrega de NES, y nos meteremos en la piel de Nathan Spencer. Era miembro activo del ejército, una armada de hombres mejorados biomecánicamente que participaron en infinidad de misiones antes de ser prohibidos y encarcelados. Traicionado por su propio gobierno, fue encarcelado y le separaron de su brazo biónico, además de ser condenado a muerte. Pero cuando iba a afrontar su ejecución, un arma experimental explotó en Ascension City, obra del comando terrorista conocido como BioReign. Así pues, sus antiguos jefes le ofrecen una nueva misión, que nuestro hombre se ve obligado a aceptar. Llegaría a Ascension City (una ciudad completamente en ruinas y destrozada como consecuencia del gran terreno del ataque antes mencionad) en una cápsula, y su primer objetivo será recuperar su brazo.
Este nivel tutorial transcurre dentro de un edificio. En él, nuestro protagonista, todavía manco, deberá abrirse camino a base de disparos por varios pisos, mientras localiza el lugar en el que cayó la cápsula con su brazo biónico. Será en estos momentos cuando aprendamos movimientos básicos como el salto, el disparo o el acercar la mirilla para disparar. Los disparos conservarán el espíritu de la vieja escuela: bastará con pulsar el gatillo derecho para disparar (con la configuración por defecto, claro está), y tendremos una munición muy limitada que, de acabarse, nos dejará indefensos (mientras no tengamos el brazo). Apuntar no será tanto un ejercicio de precisión como de enfocar hacia la dirección correcta, y tendremos un botón de esquiva para evitar los disparos enemigos.
Al final del nivel, nos haremos con nuestro brazo biónico y se abrirá una nueva dimensión, cuando salgamos a la gran ciudad. Antes de esto, accederemos a un tutorial, en una realidad virtual, en la que el modelo del personaje se convertirá en el ya conocido protagonista de la entrega clásica, tal y como lo vimos en Rearmed. Aquí se nos enseñarán todos los usos del brazo, y lo cierto es que serán tan numerosos que invertiremos bastante tiempo en este tutorial, perfeccionando todas las habilidades tan interesantes que se nos presentan. Eso sí, pese a que las aprendamos todas ahora, no estarán disponibles hasta llegados a momentos concretos del juego; es posible que nada más estar libres en el mundo intentemos hacer movimientos que creíamos que ya teníamos, pero no será así hasta más adelante. Tal y como dice nuestro superior, nos llevará tiempo recordar todo lo que somos capaces de hacer con nuestro brazo biónico.
Salir a la gran ciudad no es el mundo abierto y lleno de recovecos por explorar que muchos preveían cuando se anunció el juego. El desarrollo es bastante lineal, avanzando entre zonas independientes de la ciudad, un sistema por niveles que se convierte en un nuevo guiño en el respeto al sistema de juego original. Eso sí, cada sección es muy amplia y podremos buscar el camino que consideremos adecuado para avanzar. Pese a las limitaciones (además de los escombros y edificios que nos cierran los caminos laterales, si subimos o bajamos mucho, la radiación acabará con nosotros), tenemos bastante libertad para explorar la zona y poder elegir nuestro camino. Nuestro brazo biónico tiene un garfio que le permite agarrarse a cualquier superficie, gracias a lo cual podremos balancearnos para avanzar, o bien escalar y subir a un nuevo nivel de altura.
Este movimiento será básico, lo que más utilizaremos durante el juego, y por eso mismo será esencial dominarlo. No será sencillo, y requerirá bastante práctica, y posiblemente sea lo que más nos ha llamado la atención en esta primera toma de contacto con el juego: pese a que no requiere excesiva precisión, sí que cuesta acostumbrarse al uso del brazo para el balanceo, viéndonos avocados a un buen número de muertes inesperadas por no saber calcular los saltos o acertar con nuestro objetivo. El gancho no sólo servirá para movernos, sino que también lo podremos utilizar para atacar: podemos agarrar a los enemigos y atacarles con él, pudiéndonos acercar rápidamente a ellos; también nos servirá para tirar de objetos que nos bloquean el paso para abrirnos camino.
Para el cuerpo a cuerpo, su potencia será tal que nos permitirá deshacernos de los enemigos con sólo un par de golpes, aunque esto será peligroso porque las cosas estarán equilibradas, y desde muy cerca, también ellos podrán acabar con nosotros con bastante facilidad. Otra opción de ataque que hemos visto es la posibilidad de utilizar objetos pesados del escenario (coches, cajas, carretillas elevadoras, etcétera) como arma; la idea es darles un golpe fuerte para lanzarlas al aire, saltar y golpearlas en la dirección del enemigo. Es algo que también requerirá bastante práctica y precisión para llegar a dominarlo, sobre todo en momentos avanzados del juego donde deberemos utilizarlos obligatoriamente contra grandes enemigos móviles, lo cual requerirá bastante precisión por nuestra parte.
A medida que avancemos, iremos contando con el apoyo de nuevas armas a nuestra disposición, como potentes cañones o rifles francotirador; como siempre, las fuerzas estarán equilibradas, y no será extraño ver que los enemigos de esa zona están tan bien equipados como nosotros, lo cual nos obligará a dar lo mejor de nosotros mismos para poder salir airosos de las situaciones en las que nos encontraremos. Además de soldados rasos con distintos tipos de armamento, no tardarán en aparecer las grandes criaturas mecánicas, de diversos tipos, y las naves enemigas, contra las que deberemos utilizar tácticas más elaboradas y complejas con el fin de acabar con ellas.
Pero no será esto todo lo que tendremos a nuestra disposición en cada nivel. Además de buscar el camino hacia la salida de la zona en la que nos encontramos, y de sortear los obstáculos (barrancos, abrirnos camino a través del interior de edificios, atravesar zonas inundadas con el riesgo añadido de que con el brazo biónico no podremos nadar, etcétera), tendremos retos que podremos intentar cumplir (del tipo acabar con X enemigos con este ataque, hacer X veces este movimiento ) para obtener mejoras y movimientos nuevos. Y además, en cada zona, podremos buscar un determinado número de objetos ocultos, con forma de píxeles, que recuerda a los potenciadores de antaño.