Ready 2 Rumble Revolution
- PlataformaWii3
- GéneroDeportes
- Desarrollador10tacle Studios
- Lanzamiento20/03/2009
- TextoEspañol
- VocesEspañol
Boxeo con poco gancho
El boxeo más arcade, accesible y frenético de hace unos años no ha conseguido adaptarse a los controles de Wii. Mal reconocimiento de los movimientos, una apuesta que aspiraba excesivamente alto sin centrarse en solidificar sus bases y mecánicas jugables obsoletas. Una combinación de golpes que le han acabado suponiendo el K.O.
Con antecedentes brillantes en varias plataformas de sobremesa, la licencia Ready 2 Rumble prueba suerte en Nintendo Wii buscando ser, al menos, aquel gran juego de boxeo arcade y frenético que pudimos disfrutar en las dos primeras PlayStation, Dreamcast o Nintendo 64. Su marcado sentido del humor caricaturesco, su exitosa fórmula basada en el Rumble y la facilidad de control de los personajes vuelven al panorama del mundo de la lucha en ring uno contra uno. Lástima que este combate haya sido un auténtico K.O. para la saga.
El control que posibilita Wii, con sensor de movimientos en Wiimote y Nunchuk, no es una obligación para todo título que salga para la plataforma, y mucho menos para los del género de lucha. Ready 2 Rumble Revolution es uno más de esos juegos que, por adaptarse a que todas las acciones se lleven a cabo con los menos botones posibles, elimina por completo la sensación de control del jugador y hace la experiencia una locura sin lógica ni diversión algunas. Ready 2 Rumble Revolution es uno de los mayores ejemplos de este síndrome que hemos visto en el catálogo de la consola: su control, centrado en el sensor de movimientos, le ha costado muchísimo.
Y es que en principio el título apunta maneras: muchos modos de juego, un completo editor de personajes, curva de dificultad adecuada, cientos de elementos que desbloquear, doblaje al castellano... Pero, como digo, todo se va al traste en cuanto empezamos a jugar y nos sorprendemos de que el juego rara vez interpreta con eficacia y velocidad los golpes que queremos ejecutar, lo que lo hace directamente azaroso, aburrido e inaccesible. Y eso que la idea de ser manejado con pocos botones y mucho movimiento se ha efectuado para hacerlo apto para cualquier persona que lo quiera probar, experimentado o no en videojuegos.
Caricaturas y cardenales
Una de las virtudes y facetas inolvidables de la saga Ready 2 Rumble reside en sus personajes. El plantel principal lo forman alocados individuos llenos de color, expresiones grotescas, peinados de infarto y glamour. Además de éstos, a medida que desbloqueamos más personajes nos vamos encontrando con rostros conocidos y nombres sugerentes. En esta entrega no se abandona este espíritu, y podremos jugar con el clon de David Beckam y otros muchos otros rostros mundialmente reconocidos que es mejor no desvelar. Aunque os damos una pista: actores, cantantes y deportistas harán su desternillante aparición, eso sí, siempre con nombres cambiados pero que recuerden explícitamente al real.
Es divertidísimo y curioso ver a celebridades del mundo del espectáculo enfrentarse, recibir golpes, poner muecas o hacer ridículos bailes para provocar al rival. Quizá éste sea uno de los mayores alicientes del juego, desbloquear a todos los personajes disponibles para ver qué sorpresas nos esperan y cómo han sido recreados. Hay varias animaciones para cada uno y expresiones faciales distintas. Además, el número de moratones, cardenales, rasguños y huesos desencajados aumentará tras cada round, aunque apoyándose en el humor en todo momento, con su marcado estilo visual.
Boxeo en español
Gráficamente Ready 2 Rumble no destaca en ninguno de sus aspectos. Su mejor baza técnica reside en las animaciones, como ya sucedía con los anteriores. La gesticulación de los personajes, las heridas, los bailes y coreografías o los combos más brutales sí son mencionables. En contra, nos encontramos con unos escenarios sosos y excesivamente parecidos, con un público anodino y repetitivo, que apenas tiene presencia en pantalla. No hay demasiados rings y los combates aparentan mucha similitud. El elenco de personajes es adecuado, 18, pero no demasiado variado. Las cámaras pueden colocarse en un lateral, detrás de un personaje, o dentro del propio personaje, como en el boxeo de WiiSports, aunque en Ready 2 Rumble Revolution esta vista es incomodísima.
El estilo caricaturesco de la saga permanece fielmente en rostros y cuerpos, aunque se ha perdido algo de originalidad con el paso de los años. En su torso casi todos los luchadores parecen iguales y las animaciones de los golpes no distarán mucho unas de otras. Las caras se llevan todo el protagonismo en Ready 2 Rumble Revolution. Cada impacto en la cabeza supondrá una expresión de los personajes, aunque de nuevo veremos muchas repetidas. Las formas de caer al suelo o volar por los aires tras un comblo Rumble tampoco se diferencian mucho entre los distintos cuerpos.
En cuanto al apartado sonoro Ready 2 Rumble guarda los efectos de sonido y melodías de anteriores entregas, sobre todo en los temas de los personajes principales y los golpes míticos de la licencia. Además, un estupendo doblaje al castellano ilustrará cada opción que seleccionemos, nos ayudará en el Tutorial a manejar a los personajes y avisará de cada round. Todos los personajes tienen voces en español aunque cabe destacar a los distintos presentadores, no demasiado trabajados gráficamente pero con unas voces divertidísimas.
Muchos modos, mucho que desbloquear
Ready 2 Rumble presenta nada menos que 6 modos de juego: Arcade, Torneo, Campeonato, Minijuegos, Partida rápida y Partida por equipos. El modo Arcade nos servirá para desbloquear más y más personajes, con el estilo clásico de los juegos de lucha, una sucesión de combates aleatorios que superar. Los modos Partida rápida, Torneo y Partida por equipos son las tres opciones multijugador. Junto a otro amigo podremos enfrentarnos en un asalto o en varios con equipos de 3 personajes cada uno.
El modo Campeonato lidera el juego y nos proporcionará la mayoría del contenido desbloqueable. Primero tendremos que crear a nuestro propio luchador con el editor de personajes para luego empezar un supuesto campeonato mundial en el que partiremos de la posición 30. Con la ayuda de un entrenador iremos intercalando 5 minijuegos con diferentes combates apalabrados. Las dos rutinas se encasillan en "día de la semana" y "fin de semana", siendo éstos últimos el momento de enfrentarnos a otros, comprar accesorios, ropas y apariencias para el editor; y cambiar nuestro look con las nuevas adquisiciones. El modo Minijuegos nos permite jugar a los juegos de los entrenamientos del modo Campeonato de manera separada.
Estos minijuegos son 5 y en su vertiente jugable presentan muy poca variedad, pues siguen consistiendo en mover el Wiimote y el Nunchuk hacia distintos lados, según se nos indique. Uno de ellos, por ejemplo, consiste en saltar a la comba para fortalecer a nuestro personaje y mejorar su resistencia. El único propósito del juego es hacernos mover ambos mandos a la vez en la dirección que se indique en pantalla y justo cuando la pompa con la orden pase por un círculo, como si de un juego musical al estilo DDR se tratase. El reconocimiento de los movimientos en este minijuego es atroz y es casi imposible realizar toda la cadena de combos bien. Además, el juego sólo nos pone bien o mal y no explica si es que no hemos ejecutado la orden a tiempo o tenemos que corregir nuestro movimiento.
Ese reconocimiento de los movimientos nulo se repite en el resto de minijuegos. Otro, por poner algún ejemplo más, consiste en esquivar de tres maneras distintas un balón. Hay que agacharse, bloquear o inclinarse hacia atrás. Pues bien, puesto que agacharse se ejecuta moviendo al unísono Wiimote y nunchaco hacia abajo e inclinarse hacia atrás moviéndolos para atrás, la interpretación de una y otra acción se entremezclan a menudo, suponiendo errores constantes que no nos dejarán conseguir buenas puntuaciones en los minijuegos y que nos harán tachar rápidamente al título de injusto e impreciso, algo totalmente real.
Golpes inesperados y al aire
Este gravísimo problema que comentamos sobre los minijuegos del modo Campeonato acompaña a Ready 2 Rumble Revolution en todos sus modos. Su manejo es catastrófico, poco sólido, aleatorio, impreciso y todos los adjetivos inadecuados para el control de un videojuego que se nos puedan ocurrir. Puesto que cada golpe se realiza con un trazo determinado de Nunchuk o Wiimando, la mezcla de unos golpes con otros es alarmante. El personaje en pantalla se equivocará el mismo número de veces o más de las que realizará los golpes que en realidad deseábamos. Esto se debe principalmente a dos errores en la concepción del manejo.
Por un lado, todos los ataques se parecen entre sí. Moviendo el Nunchuk daremos golpes izquierdos y con el Wiimote los de la derecha. Ambos tienen varias posibilidades: golpe normal, golpe fuerte (cargado), gancho y uppercut. Si movemos el periférico hacia delante hacemos el golpe normal, si antes de eso lo movemos hacia fuera (izquierda Nunchuk y derecha Wiimando) el personaje se pondrá en posición de carga y preparará un ataque fuerte. Si lo movemos hacia arriba haremos un gancho y si lo movemos hacia dentro (nunchaco hacia la derecha y Wiimote hacia la izquierda) realizaremos los uppercut. A esto se suma que si pulsamos C daremos los golpes bajos al cuerpo y que podemos entrelazar todos los ataques.
Con este planteamiento tan centrado en el desplazamiento en el espacio y nuestros trazos, no es difícil entender que a veces el juego interprete golpes erróneos. Pero es que no es sólo que suceda de vez en cuando, es que es con excesiva frecuencia, tanto que aburre. Además, muchas veces nuestro personaje no realizará nada, quedándose totalmente vendido por más que nosotros en la realidad estemos sudando de tanto movernos para ver si por fin hace algo. Esto acaba por desencadenar que perdamos el control de qué hacer en cada combate y acabemos moviendo los mandos a lo loco, para intentar dar más golpes al rival y ganar por cantidad y ofensa más que por calidad de los ataques.
Además hay un segundo problema, como decíamos. Puesto que algunos ataques requieren dos trazos (los cargados, con movimiento hacia fuera primero y hacia delante consecutivamente), la consola necesitará unas décimas de segundo para el reconocimiento de estos golpes especiales. Esto, en un título de otro género quizá no fuera un inconveniente, pero en un juego de lucha arcade donde cada milésima cuenta, entre que el ataque en sí es lento y que se requiere un pequeño lapso de tiempo de reconocimiento, que el rival encaje alguno de estos ataques es casi una utopía, más aún cuando se juega contra otro jugador real y no contra la CPU.
Todo este despropósito en el control da como resultado un juego azaroso en cada uno de los combates y minijuegos y, por consiguiente, poco entretenido, en el que sólo con inacabable paciencia conseguiremos divertirnos en cierto modo intentado que los personajes nos respondan lo mejor posible, aunque nunca con total fidelidad y corriendo siempre el peligro de quedarnos expuestos al realizar ataques importantes. Cada enfrentamiento resulta una lucha incesante por conseguir rellenar rápidamente el indicador de Rumble y ejecutar los golpes especiales que restan más vida al oponente y darán más puntos.
Para los que no sepan de qué va esto del indicador Rumble explicaremos que es un icono clásico de la saga. Consiste en un medidor que se irá rellenando con nuestro golpes y provocaciones, que esta vez las realizaremos pulsando el botón A. Una vez tenemos la palabra entera, podemos pulsar A y pasar a un modo especial de euforia, en el que se iluminarán nuestros guantes y haremos más daño. Además, si mantenemos pulsado el botón A y realizamos una secuencia de 3 o más golpes consecutivos lanzaremos a nuestro rival por los aires tumbándolo automáticamente y promoviendo la cuenta atrás del árbitro para que se reanime.
Conclusiones
Ready 2 Rumble Revolution llegaba pisando fuerte pero ha descuidado la base que debe mimar todo videojuego: su control. Resulta verdaderamente lamentable ver cómo un título con tantas opciones, material desbloqueable, propuestas de acción frenética y espectacular, y combos ingeniosos se queda en un juego infumable únicamente debido a su propuesta de manejo. Es difícil controlarlo, casi imposible y no ofrece la satisfación que otros cuando damos algún golpe certero, pues sabremos que ha sido de pura casualidad y, por fin, buena interpretación de nuestros movimientos.
Su apartado técnico no brilla excesivamente y su mecánica suena demasiado a las anteriores entregas de hace casi 10 años. Juegos muy mediocres del género en Wii como Facebreacker lo superan con creces y al menos dejan manejar a los personajes. Ha sido toda una decepción, y más para los seguidores de la saga, que, por otra parte, sí que sigue estando bien caracterizada en esta nueva entrega, con todo el humor de siempre, el estilo artístico, los golpes y demás elementos clásicos de Ready 2 Rumble. Con la nariz rota y los puños cansados de dar golpes al aire, lo único que nos queda es esperar a futuras entregas, no necesariamente casadas con el control por movimientos de Wii.
Lo mejor:
Malo
La idea era buena pero se ha llevado a cabo de forma desastrosa. No te lo compres, está mal terminado.