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Anatomía de Grey: El videojuego

Anatomía de Grey: El videojuego

  • PlataformaPC3
  • GéneroAventura gráfica
  • DesarrolladorUbisoft
  • Lanzamiento06/03/2009
  • TextoEspañol
  • VocesInglés
  • EditorUbisoft

Vade retrum

Con varias temporadas de éxito internacional, la popular serie ambientada en el Seattle Grace prepara su salto a las pantallas de consolas y compatibles. Únete a los célebres Grey, Derek, Sloan y compañía para intentar frenar una extraña epidemia que trae locos a todo el equipo...

De entre el indeterminado número de títulos que azotan nuestra existencia como jugadores y redactores, solamente una escasa cantidad de ellos, una pequeñísima fracción, llega a colocarse de forma perenne en nuestra memoria, instalándose en el preciado rincón de los juegos que recordamos con nostalgia incluso muchos años después de su aparición en el mercado. Lo mismo ocurre con las películas o los libros especiales y en general con cualquier tipo de entretenimiento audiovisual. Anatomía de Grey: el Videojuego se sitúa en el extremo más alejado a éstos.

La principal misión de MeriStation es compilar una fidedigna base de datos lo más completa posible que englobe al mayor número de lanzamientos existentes; sólo mediante esta voluntad divulgativa se explica la razón de este texto, pues de lo contrario no solamente estaríamos hablando de una broma pesada o castigo al redactor que suscribe su análisis, sino probablemente de una venganza. El título que distribuye Ubisoft es, como veremos en las próximas líneas, flojo desde todos los ángulos posibles. Malo sin fisuras.

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Por si hay alguno que no conoce la franquicia sobre la que se basa el juego, Anatomía de Grey es una exitosa serie emitida por Cuatro en España que narra las experiencias personales y sociales de un grupo de médicos en el Seattle Grace, un hospital estadounidense. Al contrario de otras series como House, en Anatomía de Grey (AdG en adelante) prima el enfoque sobre el desarrollo emocional de la protagonista que da nombre a la serie, Meredith Grey, y sus amigos, dejando el asunto de la medicina como trasfondo.

En este caso, la desarrolladora Longtail Studios ha intentado plasmar en un DVD los mismos ingredientes que han hecho famosa a la saga (todas sus temporadas con puntuaciones en Metacritic superiores a 80), con resultado desigual. De esta forma, podríamos decir que el videojuego que tenemos entre manos pretende ser un título enfocado para el público muy ocasional que se sustenta a base de ofrecer una serie de minijuegos con la excusa de que sus protagonistas son cirujanos, al tiempo que mientras tanto veremos cómo evolucionan los conflictos interpersonales.

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El problema principal es que, incluso tomando como base que no está destinado al público jugador habitual, su planteamiento es tan simploide y su estructura (o falta de ella) tan banal que, en lugar de parecer un título destinado a personas menos habituadas al videojuego, a lo que más asemeja es a un curso de aprendizaje básico sobre cómo mover el ratón o el mando de la televisión, con pocas más pretensiones. No extrañaría que este AdG se destinara a la enseñanza ofimática, por poner un ejemplo, y probablemente lo haría con mayor éxito.

Gráficos y sonido
A pesar de que desde los requisitos de la caja se solicita expresamente un mínimo de una Radeon 8500 de 64 Mb o superior, AdG se ejecuta en cualquier caso a 800 x 600 de resolución sin posibilidad de aumentarlo o disminuirlo. Resulta extraño en un juego de hoy en día pero, en aras de permitir un rendimiento homogéneo en la mayor cantidad de equipos posibles, se le puede pasar. Eso sí, la calidad gráfica está acorde al sacrificio que ello supone.

Básicamente durante el juego nos planteará dos posibilidades situacionales distintas: durante las escenas cinemáticas de transición y durante los minijuegos. Durante las primeras, el nivel de calidad obtenido es bastante bajo, sin excusas. Incluso para las plataformas menos potentes, los difuminados contornos, la escasísima calidad de las texturas, el tratamiento deficiente del color, la pobre gesticulación facial y la poca carga poligonal general dan una terrible sensación de dejadez a los ojos de un usuario medianamente habituado y generan una extraña mueca en el resto.

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Evidentemente, si uno es seguidor de las temporadas (editadas ya cuatro de ellas) reconocerá inmediatamente el elenco de actores sobre los que se inspiran los gráficos, si bien esto no es necesariamente mérito del nivel de fidelidad que mantienen las representaciones virtuales con sus homólogos de carne y hueso. Pueden generar cierta simpatía al principio por el hecho de descubrir a nuestro personaje favorito pero lo que se diría 'a nivel técnico', es sencillamente de pobre nivel.

El apartado de los minijuegos es un alarde de minimalismo y austeridad. La versión de PC, por lo visto, tiene que ser un port directo de la versión de DS, sin ser nada del otro jueves. Hacía mucho tiempo, mucho, que este redactor que suscribe no se encontraba un nivel técnico de tan pobre factura, con carne que no tiene color carne, con radiografías que no parecen tales y con tan pocos elementos en pantalla que hay serias dudas que un 286 con una S3 Virge de 1Mb no pudiera moverlos con total holgura.

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Es cierto que para el objetivo que pretende el juego tampoco se necesita más: hay montones de juegos divertidísimos que no necesitan de un apartado gráfico fuera de lo común. Pero, por poner un ejemplo de otra adaptación serial reciente, CSI: Pruebas Ocultas le da mil patadas a nivel visual, siendo éste el punto donde flojea con mayor claridad. Por tanto, diríamos que el resultado puede bastar, pero es a todas luces insuficiente por los tiempos que corren y en plataformas que permiten mucho, muchísimo más.

Para acabar de redondear la situación, el audio (por lo menos en nuestra versión) viene completamente en inglés con la posibilidad de subtitularlo al castellano, perdiendo así mucha de la gracias que las conversaciones de las cinemáticas pudieran dar, especialmente para aquellos que no se desenvuelvan con soltura en la lengua de Shakespeare y no gusten de leer continuamente lo que aparece en pantalla. A nivel de efectos de sonido, nuevamente destaca su ausencia o pobre dedicación.

Jugabilidad
Pero el auténtico y absoluto fracaso del videojuego reside en el enfoque de su jugabilidad; para determinarlo de esta forma, nos hemos aventurado a preguntarnos el público objetivo al que se dirige el juego. Por el nivel que exige de conocimientos o por lo simple del desarrollo de los minijuegos, diríamos que claramente no puede destinarse a una audiencia adulta pues ninguno representa alguna dificultad, más allá de mover un ratón, un puntero o un mando de la forma más sencilla posible.

Pero tampoco puede estar destinado a un público infantil, pues ya la primera decisión que debemos tomar es si flirteamos con el Doctor Macizo en el ascensor y lo acosamos a besos u optamos por una postura más fría haciéndonos la interesante, temas que a buen seguro no encajan en una educación infantil. O por lo menos en una educación infantil tradicional, claro. Al margen que a ningún niño le importa una endoscopia, una gasometría o una tomografía computada, como tampoco le resulta interesante el devaneo amoroso entre Alex y Leslie con Ava en mitad de ellos.



Luego el juego se ubica en terreno de nadie o, dicho de otra forma, en terreno de todos. Y las armas con las que sale a la pugna para enganchar al jugador son las siguientes: a través de una serie de escenas que se reúnen en actos, la mayoría de ellas y ellos desconectados completamente de una trama lineal (hay incluso a menudo la sensación que pudieran estar intercaladas aleatoriamente), en las que deberemos tomar una decisión de tipo moral o bien llevar a cabo algún tipo de operación quirúrgica.

En el caso de las primeras, se nos presentarán una serie de minijuegos denominados de 'elección' y que requieren realizar alguna de las siguientes tareas: tomar decisiones importantes (realizar un puzle de CUATRO piezas haciendo click sobre ellas), profundizar en pensamientos clave (arrastrar y soltar las cuatro esquinas de un sobre), reafirmar las emociones positivas sobre las negativas (empujar unas nubes arrastrándolas con el puntero fuera de la pantalla), ajustar tu humor a la situación (haciendo click al ritmo de una música cuatro o cinco veces)… y así sucesivamente.


Pero ya que somos cirujanos, también estaremos en la mesa de operaciones ya sea esterilizando una herida (coloreando con un algodón pasándolo por el interior de un círculo), colocar anestesia o inyecciones (mantener el botón pulsado durante tres segundos sin mover exageradamente el mando), realizar una incisión con el bisturí (seguir con el mouse o puntero una línea de puntos) o suturarla (hacer click y mantenerlo sobre una secuencia numérica al estilo de 'une los puntos y saca el dibujo'). Cirugía de alto nivel, obviamente.


Todo ello, eso sí, con una barra de tiempo límite más que suficiente para realizar todas las tareas e incluso, en el improbable caso de que no lográramos completarlas al primer intento, siempre disponiendo de por lo menos 4 intentos más antes de perder la partida, a priori una opción que se nos antoja inverosímil. Por si fuera poco, no hay distintos niveles de dificultad con los que ajustar la pericia de cada uno y una vez terminada la 'campaña principal', de ridícula duración, no hay nada más que hacer.

Dónde está, pues, la gracia de Anatomía de Grey: el Videojuego es uno de los misterios que pasarán a los anales de la historia de nuestro entretenimiento favorito. Tal vez el poder ver representados a la práctica totalidad de los componentes de la serie en su cuarta temporada: la propia Meredith Greyy su hermana Lexie, Izzie Stevens, O'Malley, Cristina Yang, Karev, la Dra. Bailey, Torres, el jefe Webber, el polifacético Mark Sloan y dos personajes más que no desvelamos para no destripar cualquier atisbo de trama (una infección contagiosa que ataca el Seattle Grace) que pueda intuirse y que sustituyen a las notables ausencias de Berg y Addison, claro está.


Hay una cosa que debemos recalcar por si no ha quedado suficientemente clara: no es un problema el hecho que cazar bolitas con el ratón o pasear el puntero por haciendo tareas propias del manejo de Windows 3.11 no nos parezca divertido (de hecho NO nos parece divertido, pero bueno), sino que dado que el nivel de dificultad que requiere el juego - básicamente niños de muy corta edad - no se corresponde ni al objetivo de mercado de la serie en televisión ni al contenido que se observa en el videojuego. Por tanto, no se trata de que sea un juego casual muy fácil, es que su simpleza es abrumadora. Insultante, se podría decir.

Manual y requisitos
El juego 'necesita' un Pentium 4 a 1,8 Ghz y una tarjeta gráfica de 64 megabytes o más, el doble si lo corremos sobre Vista que también ve como los 512 de RAM se le quedan justos. También ocupa cerca de 4 GB una vez instalado en disco y, afortunadamente, se desinstala con facilidad. El manual, en castellano, consta de un pliego de 16 páginas en blanco y negro donde se nos explica escuetamente algunas de las bases del juego, si bien existen 'tutoriales' dentro del mismo por si los necesitáramos.

3

Malo

La idea era buena pero se ha llevado a cabo de forma desastrosa. No te lo compres, está mal terminado.