Los padres neozelandeses podrían ser procesados por dar juegos inadecuados a sus hijos

Un alto cargo del gobierno de Nueva Zelanda se ha mostrado partidario de procesar judicialmente a los padres que den a sus hijos juegos violentos o calificados para mayores. Bill Hastings se ha mostrado partidario de tal medida con el objetivo de que ello sirva de ejemplo a otros padres que se sientan tentados de regalar a sus hijos juegos no adecuados para ellos.

"Quizás piensen que la infracción es estúpida, pero no lo es", declaró Hastings a la prensa neozelandesa. "No vamos a poner a policías en cada habitación. Esa [medida] sería ciertamente un ejemplo de shock para demandar a un padre que dé a su hijo menor acceso a un juego restringido. Enviaría un mensaje de que las fuerzas de seguridad van en serio."

Según el censor neozelandés, "creo que la palabra juego puede confundir a algunas personas. No se trata de las damas. Por primera vez en la historia, los chicos saben más tecnología que sus padres (...) Los padres tienen que saber lo que sus hijos hacen y a qué están jugando (...) Sería un placer poder dormir por las noches sabiendo que has hecho lo correcto con tus hijos. Eso debería ser el factor motivador."

Según la legislación de Nueva Zelanda, el que ofreciera un juego calificado para mayores de 18 años a un menor podría enfrentarse a una multa de 10.000 dólares neozelandeses o tres meses de prisión.