Konami nos acerca la secuela de su divertidísimo Eledees para Wii, cambiando radicalmente su presentación en esta nueva entrega para Nintendo DS: seguimos controlando a Kai, un joven muchacho que deberá capturar criaturas para volver a su mundo. Pero hay novedades, bastantes. Si quieres descubrirlas, adelante, súbete al autobús mágico...
Este vehículo mágico -que además habla- les explica que es un autobús con la habilidad de viajar entre dimensiones. Sin ninguna pista para volver a su casa, Kai y Zero parten en busca de ayuda al mundo al que han sido enviados, con la intención de hallar alguna solución al tiempo que capturan Eledees, el carburante que necesita su medio de transporte para realizar los diferentes viajes. El punto de partida del juego no es extremadamente original y la historia tampoco va muy allá, siendo simplemente funcional y alejada de la epicidad de otros RPGs. Esto en parte se agradece, puesto que no es el enésimo juego de héroes, dragones y malvados hechiceros, acercándose más al mundo fantástico presentado en películas de animación como Brave Story o, sin salir de los videojuegos, la serie Pokémon.
Puede sonar una tontería, pero resulta extremadamente divertido. A esto se le añade el poder buscarlos por todo el escenario, bien sea moviendo un árbol o levantando piedras, capturando cuantos más mejor para ir bastante llenos, algo necesario pues para abrir puertas o activar plataformas tendremos que utilizar cierta cantidad de energía. Lo mismo para superar los puzzles, que en ocasiones requerirán gastar una porción de nuestros Eledees atrapados. Este es quizá el punto más aclaratorio en lo referente a no calificar el juego como un simple RPG, sino más bien como una aventura con mucho énfasis en la superación de puzzle. Tanto es así que nunca hay combates en el sentido tradicional: no tenemos que atacar a nadie para bajarle vida, ni hacer magias poderosas, ni recuperar nuestro HP con pociones; los pocos enfrentamientos que hay, uno por mundo, son contra jefes finales y se realizan mediante puzzles, por ejemplo quemando una bola de hierro para lanzarla contra el rival, mezclando para ello nuestros Omega y sacando poco a poco la estrategia de combate, con el clásico sistema de ensayo y error.
7.5
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.