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Naruto: Clash of Ninja Revolution 2

Naruto: Clash of Ninja Revolution 2

  • PlataformaWii7.5
  • GéneroAcción
  • DesarrolladorEighting
  • Lanzamiento13/02/2009
  • TextoEspañol
  • VocesInglés
  • EditorTomy

Naruto once again

Naruto regresa a la scene de Wii en la segunda ocasión que visita Europa de la mano de la consola de Nintendo. Eighteen había prometido desarrollar un juego más grande, en el que primase un modo historia nunca antes visto en el anime que junto al resto de modalidades hiciese de Clash of Ninja Revolution 2 el juego título de la franquicia, un honor que roza con las punta de los dedos pero que no logra alcanzar por la alarmante falta de novedades de peso.

Con el género de la lucha el jugador se encuentra ante una tesitura diferente a la de la mayoría de videojuegos, una vertiente puramente arcade pensada para el disfrute instantáneo que busca reinventarse a cada nueva franquicia que aparece en el mercado. Las adaptaciones de series anime han inundado en panorama de los últimos meses con una presencia muy activa en el mercado japonés, especialmente en Wii donde el uso del nunchuk y del wiimote parece que ha traído de cabeza a los desarrolladores debido a las supuestas limitaciones, evidentes por otro lado, de un sistema de control que no permite grandes vicisitudes.

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Recientemente hemos tenido la suerte de analizar el que para muchos se ha convertido en el referente del género en la consola por méritos propios, Tatsunoko vs Capcom, un crossover que desgraciadamente cuenta con pocas posibilidades de llegar a occidente, lo de que de un modo u otro allana el terreno de este Naruto: Clash of Ninja Revolution 2. Eighteen se ha dispuesto a lanzar una entrega por temporada de esta exitosa serie, abanderada de una nueva generación de aficionados que la han convertido poco menos que en el Dragon Ball de la actualidad, no en vano la serie cuenta con un centenar de episodios que han dado forma al peculiar universo de Naruto, Sakura, Gaara, Kakashi y compañía. 

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Franquicia consolidada
El éxito de las distintas adaptaciones de Naruto en diversas consolas de sobremesa ha dado como fruto el interés de Tomy de cara a seguir desarrollando la serie en los sistemas de Nintendo, tal es el caso de Clash of Ninja, original de GameCube que a su llegada en Wii recibiría el sobrenombre ‘Revolution', en contraposición de las ediciones japonesas, que allá toman el nombre ‘Naruto Shippūden: Gekitō Ninja Taisen! EX'. Naruto es la excepción que confirma la regla en cuanto se refiere a las distintas versiones del mismo juego que aparecen en Estados Unidos, Japón y Europa, ya que entre las tres podemos encontrar diferentes modos de juego e incluso distintos personajes conformando el crew de luchadores.

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Dado que la franquicia ha recibido prácticamente una decena de títulos -entre ediciones y demás- desde que apareciese por primera vez en el mercado, cada nueva entrega ha tenido la obligación de demostrar una mínima evolución respecto a su antecesor, o al menos novedades que justifiquen el desarrollo de un título que básicamente no aporta nada nuevo ni al género ni al catálogo de la consola en cuestión. No es ese el caso de Clash of Ninja, que ha sabido aprovechar lo mejor de Naruto para satisfacer a los aficionados de la serie, obteniendo valoraciones positivas por parte de la prensa especializada. El problema es que hablamos de una serie que año tras año se ve ampliada con múltiples añadidos, manteniendo un sistema de juego de juego muy similar.

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Lo mismo sucede con el aspecto técnico, que apenas ha variado con el paso del tiempo. A sabiendas de todos estos hándicaps, la propuesta ideada por Eighteen se centra en elaborar el juego basado en Naruto más complejo, variado y rico en misiones y objetos secundarios que jamás haya visto el mercado. Una propuesta que, igual que en el caso de Dragon Ball: Infinite World, quiere centrar el peso de la jugabilidad en un modo historia original, que da comienzo cuando una antigua Anbu planea un poderoso ataque mágico a la villa de la hoja, momento en el que nuestros héroes comienzan esta peculiar aventura.

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Argumento y combate unidos
El modo historia es, efectivamente, la novedades más importante de cuantas incluye este CNR2 a nivel de modos de juego, aunque como veremos a continuación le sobran recursos para entretener al jugador gracias a la interesante variedad de posibilidades que están a nuestro alcance una vez nos ponemos a los mandos del título. El argumento se ha ideado exclusivamente para formar parte de este proyecto, que curiosamente no se incluía en la edición japonesa. La mecánica de esta modalidad es muy sencilla: manejamos a varios personajes impuestos por la máquina que por un motivo u otro se ven inmersos en distintos combates frente a viejos conocidos. No hay necesidad de explotar escenarios ni de realizar cualquier ejercicio ajeno a los combates propiamente dichos.

No obstante, a diferencia de lo que el lector pueda imaginar llegados a este punto, lo cierto es que pese a no incluir una mecánica especialmente novedosa ofrece suficientes motivos al jugador como para afrontar las 24 misiones que tendremos que cumplimentar antes de salir victoriosos del ataque a nuestro pueblo, un plan urdido por una ex Anbu que posee poderes que igualan la experiencia de Tsunade, la Hokage del pueblo. La primera toma de contacto que tenemos con el sistema de juego es precisamente con los dos miembros actuales de esa unidad, Towa y Komachi, a quienes se les encarga investigar una aldea que posteriormente descubrimos ha sido literalmente arrasada por las llamas.

Los dos Anbu que presencian la escena no logran justifican lo que ven sus ojos, pero no así la inteligente Tsunade quien prevé todo lo que está por suceder a partir de este momento. En cuestión de horas Naruto descubre que mejores amigos se encuentran bajo el influjo de alguna clase de hechizo, de jutsu (que en la traducción pasa a considerarse una ‘habilidad') que confunde sus mentes y los obliga a atacar a los aldeanos. Varios combates más tarde descubrimos el complot, la verdadera trama, y a partir de ahí comienza a evolucionar un modo historia que se sucede por capítulos, en combates 1vs1, 2vs2 o incluso 3vs1, cualquier variante que sea necesaria por motivos del guión hasta cuatro luchadores por ronda.

Combatiendo el mal
Al igual que prácticamente todo el resto de modalidades, la mecánica de los combates no ha variado en demasía, con la salvedad de un mejor balance entre personajes. En esta edición encontramos aproximadamente 35 personajes, cada uno con sus particulares técnicas ocultas, ataques débiles, medios, agarres, etcétera, además de diversas transformaciones como las del propio Naruto. Es una selección que supera con creces a la de su antecesor y en la que se puede apreciar una preocupación por igualar los combos y ataques especiales de cada luchador con el fin de eliminar las enormes desigualdades que estaban presentes en el anterior CNR. Se trata no obstante de un factor que apreciarán los jugadores más experimentados, por lo que antes de apreciar este hecho es necesario invertir un buen número de horas tratando de vencer a todo el que se cruce en nuestro camino.

El estilo que más nos conviene para manejar a los jugadores sigue siendo algo que depende completamente de los gustos del jugador en cuestión, y desde el principio se indica claramente que disponemos de la posibilidad de emplear bien sea el nunchuk y el wiimote, el mando clásico de Wii o el mando original de GameCube. En cualquiera de los casos se da por sentado que la intención de 8ing es la de motivar a los jugadores a emplear la primera opción mentada, con la posibilidad de realizar los ataques especiales haciendo uso del sensor de movimientos del pad. Si optamos por el wiimote debemos ser conscientes de que cada golpe débil que queremos asestar se traduce en un movimiento rápido del wiimote hacia cualquier dirección, aunque los combos se ejecutan con una facilidad pasmosa y sin grandes exigencias para el jugador.

Gran parte de culpa de este hecho la tiene el sencillo sistema de juego, asequible para cualquier tipo de jugador, fácil de manejar pero profundo a la larga, como cualquier sistema que pese a incluir posibilidades limitadas aboga por la acción a raudales, por combates rápidos y frenéticos, como es el caso de este Naruto. En este sentido sigue la tendencia de sus antecesores, con una lamentable IA que igual se torna invencible e imparable como rudimentaria y elemental, o lo que es lo mismo, nos ofrecen todas las facilidades para terminar el combate lo antes posible. A este respecto, en el modo opciones disponemos de todo lo necesario para ajustar los comandos durante la partida, bien sea aumentando el nivel de exigencia de la máquina, eliminando los ataques especiales, etcétera.

Con el paso del tiempo descubrimos que la experiencia más satisfactoria es aquella que carece de demoledores ataques especiales. Se trata de una constante que destaca en los combates entre varios amigos al unísono (hay que diferenciar entre el modo tag, donde se lucha 1vs1 con el apoyo de varios personajes, a situaciones en las que directamente hay cuatro luchadores en pantalla liándose a mamporros), donde siempre es más satisfactorio optar por los combos de toda la vida que por las sencillas artes ocultas que se ejecutan pulsando hacia la derecha en la cruceta digital del pad. Con todo, se han añadido algunas novedades con respecto a los movimientos que realizamos que otorgan algo más de variedad a los combates.

Un tutorial como descubrimiento
Aunque el tutorial no forma parte intrínseca del modo historia ni del ‘sparring mode' (motivo por el que en la traducción descubrimos dos modos de ‘Entrenamiento', en otra muestra de la inutilidad de algunos traductores), sí que es altamente recomendable para conocer las novedades del juego a salto de mata. Ciertamente se ha distribuido de tal modo que resulta realmente necesario para hacernos con el sistema de juego, y gracias a él descubrimos varios ataques como la ‘hoja explosiva', un añadido que nos permite lanzar un objeto explosivo a cualquier parte del escenario. Incluso la posibilidad de saltar entre escenarios dentro de un mapa (una faceta que suponemos es hereditaria de los Dragon Ball y del propio anime) tras un duro impacto se presenta al jugador como una faceta indispensable para agobiar al contrario y garantizar la victoria.

Tras el tutorial indagamos directamente en el sparring mode para descubrir nuevas modalidades (además de una interfaz completamente nueva que adorna el menú) en las la máquina reta al jugador a superar 10 combates frente la máquina en pos bien de obtener la mayor puntuación posible o de hacerlo en el menor tiempo posible, a participar en un Survival de resistencia en el no hay límite de combates máximo, etcétera. Así hasta llegar al segundo plato fuerte del juego, ajeno al modo historia, que tiene mucho que ver con las misiones, que esta vez serán las mismas independientemente del personaje con el que lo realizamos.

Pasamos distintas pruebas que van desde derrotar a un solo personaje a sobrevivir diez tandas de combates frente a distintos rivales, sin más sentido que el de sobrevivir, demostrando cuál de los rivales es el más fuerte. Una vez cumplimentado el objetivo que se haya impuesto pasamos a un menú secundario en el que se califica nuestra actuación, que sirve como referencia para el futuro, y también para conocer con qué personajes nos manejamos mejor dentro del campo de batalla. Las misiones son el complemento ideal de los más de 70 objetos que hemos de desbloquear a lo largo del juego, una motivación extra con la que obligarnos a terminar todos los modos de juego de cara a completar el 100% de la aventura.

Técnicamente correcto
Recalcamos que este Naruto: Clash of Ninja Revolution 2 no deja de ser una versión expandida del anterior, sin fallos de peso (lo que le concede un plus en la puntuación final, a pesar de la escasa mejora técnica) que estropeen en aspecto visual. No obstante hay algunos detalles que han mejorado, como los efectos gráficos de determinados escenarios -espectacular una vez más la impresión que transmite combatir en el agua-, las texturas se han suavizado, sin la ingente cantidad de dientes de sierra que poblaban anteriores versiones, y poco más. Desgraciadamente llama más la atención el hecho de comprobar cómo el modo historia pierde algo de fuerza debido a la baja calidad de algunas escenas animadas, aunque por suerte se trata de un factor que no afecta a la fluidez de los combates ni a ningún otro punto esencial durante la partida.

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Naruto sigue siendo Naruto, por absurda que parezca la afirmación, con su aspecto cel shaded, sus habilidades especiales, continúas exclamaciones (en inglés, nada del doblaje original de la serie en japonés) y cansina música que a la larga acaba pasando inadvertida para los oídos de los jugadores que más horas transcurran delante del juego. Si el aspecto gráfico apenas ha evolucionado, en el plano sonoro se vive una situación muy parecida, con melodías que están por debajo de las composiciones originales de la serie y que emplean las habituales composiciones electrónicas. Otro punto secundario que pone de relieve la urgente necesidad de un lavado de cara para una franquicia que cuenta con una jugabilidad notable, pero que no ha sabido evolucionar técnicamente con el paso del tiempo.

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7.5

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.