Saints Row 2
Crimen a trompicones
El sucesor espiritual de San Andreas sigue tan absurdo, tan descarnado y tan divertido como siempre. Lástima que esta versión de PC descubra una serie de severas carencias técnicas y una dejadez manifiestas en un port muy lastrado en demasiados aspectos.
Cuando hablamos de este mercado, sobresaturado de la experiencia 'sandbox', se nos viene a la mente un único referente, fundador del género y padre absoluto de cualquier variante que aparezca. Obviamente, hablamos de Grand Theft Auto. A lo largo de los años, poco a poco se ha ido puliendo, diferenciándose de sus competidores a través de una maduración pausada pero lógica, sacrificando algunas de sus señas de identidad para mantener una seriedad, una coherencia cinematográfica. El resto, de una manera u otra, han intentado desarrollar su propia personalidad.
Ese es el caso de la saga de Volition. Lanzado durante la primera hornada de títulos para Xbox 360 en un movimiento comercial de lo más inteligente, supo adelantarse hacia donde se pretendía dirigir la saga de Rockstar. Con GTA IV y su segunda parte cantada, el enfoque seleccionado no tenía más vuelta de hoja. Saints Row 2 apuesta por la acción más desenfadada, por no mirar el pie del acelerador y, simplemente, convertirse en una versión hipervitaminada del 'sandbox' medio. Su enfoque pandillero y su humor hilarante, irreverente, e incluso en ciertos casos sobrepasando ciertas líneas sensibles, sin contar su ración de erotismo provista por la estrella porno Tera Patrick.
El resultado, a pesar de no llegar a la primera división que podría haber sido, consiguió mantenerse como los pocos privilegiados del género que consiguen hacerse un hueco merecido. Este port de la versión de consolas -que ya analizamos en su momento- a compatibles mantiene exactamente todo lo que aquel tuvo, con sus virtudes, y sus defectos. Desgraciadamente, el PC no hace más que enalzar estos últimos y ocultar a los primeros, debido a un motor técnico el cual hereda todos los fallos de Saints Row 1, pocas mejoras respecto a él y una serie de problemas de rendimiento que lo hacen, si bien igual de divertido una vez se pasan estos malos tragos, no tan recomendable.
En el caso de PC esto no ocurre. Probablemente por una falta de solidez del propio motor y de una precipitada conversión -hacían falta bastante más que dos meses para ofrecer un resultado óptimo-, vemos cómo los cambios de resoluciones poco pueden hacer por un apartado poco cuidado. Las texturas son simples, los escenarios poco detallados, y aunque con unas escenas cinematográficas bien logradas y a un nivel superior al de su antecesor, un nivel general que apenas sobrepasa lo aceptable.
Estas carencias se acentúan cuando nos ponemos a los mandos de la prueba de rendimiento. Nuestro AMD Athlon(tm) 64 X2 Dual Core Processor 4600+, con 2GB de RAM y una tarjeta gráfica Nvidia 8800 GT a 512 MB los parones, a una resolución de 1280x1024, no sólo ocurrían cuando había mucho tránsito o violencia, sino que se hacían comunes por razones aparantemente inexistentes. Los bajones en los fps, pasando de los 40 a los 10 y viceveresa continuamente, interrumpían nuestro ritmo normal de partida. Ni siquiera escalando la calidad al mínimo recomendado pudimos hacer que funcionase correctamente.
Aquí se hace muy patente, sobre todo, cuando conducimos o nos encontramos en tiroteos donde la reacción rápida se torna indispensable. Tratándose de un juego donde las explosiones se suceden sin cesar y la acción es la absoluta protagonista, se deben hacer muchos sacrificios a una faceta ya de por sí precaria como para ver un conjunto fluido. Las cosas no mejoran cuando buscamos un 2.0 Ghz Dual Core con 1GB de RAM; un equipo a la altura es obligatorio de cara a poder recibir todo lo que Stillwater tiene para ofrecernos.
Varios hilos argumentales independientes se entrelazan en un último acto final. Algunos de ellos ciertamente flojos -por muy divertidos que sean los ninjas, son más protagonistas de lo que deberían-, otros, por el contrario, aparecen colosales, como la historia protagonizada por La Hermandad. Entre unos y otros, muertes, vínculos creándose, y prácticamente cualquier elemento esperado en el género, elevado a la enésima potencia hasta puntos absurdos e inverosímiles. Pero esa es la virtud de Saints Row 2, su buen tino a la hora de no tomarse en serio ni a sí mismo.
El control en PC abarca varios frentes, y como tal, desde un teclado y un ratón poco se puede hacer contra algo que ha sido concebido exclusivamente para pad de control. Sobre todo se hace ciertamente precario a la hora de conducir, y si bien esa precisión añadida nos salvará el pellejo en no pocas ocasiones, otras tantas desearemos enchufar nuestro controlador para agarrarnos a su desarrollo original. No es un factor negativo en sí mismo, pero demuestra poco mimo por parte de Volition para hacernos llegar una conversión donde se tengan en cuenta todos estos pequeños detalles.
Aún así, disfrutaremos de todo lo que Stillwater nos tienen preparados. Desde el Holocausto Zombie, donde tendremos que aguantar oleadas y oleadas de no-muertos, pasando por ir montado en un ATV mientras estamos ardiendo -literalmente hablando, las diversiones o actividades son el gran haber dentro de Saints Row 2. Prácticamente son una serie de minijuegos, de progresión básica, donde se nos permite jugar con todos los elementos a nuestro alrededor, se llamen coches, peatones, o autoridades. Aquí vemos cómo el resultado se mueve como pez en el agua en un territorio conquistado por ellos y sólo por ellos. Como decíamos, algo lastrado por sus carencias técnicas.
El otro dominio bien delimitado por la equipo desarrollador es la personalización. Al principio, decíamos, abarca sólo a nuestro personaje -desde su cara hasta el registro de su voz-, pero más adelante podremos hacerlo con nuestros soldados de la banda. Habrá ninjas -cómo no-, "chulos" y mil otras posibilidades a cual más divertida. Por desgracia, no se ha tenido en cuenta el potencial del PC para este tipo de modificaciones, no incluyéndose ningún editor específico para potenciar su uso por la comunidad de usuarios, siempre deseosa de poder participar y enriquecer el propio conjunto.
Este paseo para dos no es a veces tan atractivo como debería. La IA en ocasiones se comporta mediante patrones demasiado básicos, predecibles y absurdos, convirtiendo muchas misiones en una galería de tiro. En otras, por el contrario, el consabido rendimiento desmotiva a ambas partes cuando se vean momentos de máxima actividad. Y el multijugador competitivo, poco deseable por sí mismo, no soporta más de 12 jugadores, algo incomprensible cuando es casi norma que el PC, por lo menos, doble esta cantidad en todas sus adaptaciones.
Correcto
No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.