Mario Power Tennis Wii, Impresiones
Nintendo ha prometido lanzar una nueva entrega de su línea New Play Control en Japón a cada mes que transcurra. Si hace pocos días presentamos un interesante Pikmin, hoy le toca el turno a Mario Power Tennis, un título tan divertido como asequible que seguro traerá mucha cola tan pronto como se vaya acercando el momento de ver la luz en el mercado, previsto para principios de febrero.
Nintendo manifestaba recientemente la intención de lanzar un nuevo exponente de esta línea económica cada mes, un hecho que hemos podido corroborar con la aparición de Donkey Kong: Jungle Beat en noviembre, Pikmin en diciembre y este último y más reciente Mario Power Tennis en enero. De los tres mencionados sólo los últimos han sido confirmados en occidente, por lo que todo parece indicar que verán la luz en el mercado en apenas un mes desde el momento de la publicación de este texto. Como suele ser habitual en estos casos, la opinión de los aficionados no se ha hecho esperar; muchos dudan de las intenciones de Nintendo, temiendo incluso que licencias del peso de Mario Tennis se queden sin su correspondiente versión original de Wii más allá de esta simple' conversión.
No es difícil entender la maniobra si se tiene en cuenta el público que abarca Wii en comparación a GameCube, más aún con la promesa de aparecer a precio reducido -hoy mismo se ha confirmado que el PVP de cada título rondará los 30 euros- y con un sistema de control en teoría más intuitivo y accesible que el original. Pikmin ya dejó entrever que la gran N no pretende inventar la rueda con esta colección, aunque curiosamente Mario Power Tennis ofrece una propuesta mucho más llamativa e interesante que anteriores adaptaciones por la evidente evolución que supone trasladar el movimiento real de la raqueta en contraposición a apretar un botón, como tradicionalmente se ha venido haciendo hasta la aparición de Wii Sports y el minijuego de tenis.
Sin embargo, el drástico cambio en el sistema de control modifica por completo la jugabilidad. Esto se traduce en una curva de aprendizaje más asequible para los jugadores primerizos, con un manejo mucho más intuitivo y asequible que recuerda por momentos al ya mentado minijuego de Tenis en Wii Sports. En este caso las comparaciones son odiosas, ya que Nintendo ha elaborado un trabajo preciso y meticuloso a la hora de adaptar los fundamentos del tenis al estilo de juego de Mario y compañía sin perder el sello característico de la casa: golpes fulminantes y filigranas que dejarían al mismísimo Roger Federer a la altura del betún.
Entramos directamente a la cancha tras los prolegómenos habituales, eligiendo cualquiera de los modos de juego de los que disponemos en una primera instancia. Tras seleccionar nuestro personaje, tomamos un primer contacto con el motor gráfico por medio de una exhibición llevada a cabo entre Mario y Luigi, en donde a modo de tutorial se explican las bases del control. Momentos después nos toca demostrar lo que hemos aprendido, y es entonces cuando disponemos de la primera oportunidad para entrar a valorar si el nuevo sistema de juego merece ha mejorado respecto a su antecesor.
Lo cierto es que todo lo que sucede en la pista se lleva a cabo con una facilidad pasmosa. Se deja a nuestra elección decidir qué sistema de juego queremos emplear, bien sea mediante el nunchuk y el wiimote, manejando a los personajes desde el stick análogo, o mediante la cruceta digital. Cada movimiento del wiimote responde a un tipo de golpeo, siempre en función de la posición del mando: una bola plana es producto de un movimiento veloz hacia el frente; un globo requiere un movimiento muy similar al que ponemos en práctica en la realidad, dejando caer el brazo y elevándolo en el momento justo del impacto. No es necesaria una gran precisión para realizar los movimientos, el juego es ágil y veloz, por lo que en pocos minutos seremos capaces de realizar los movimientos y golpes especiales -con opción a ser desactivados durante el partido- sin el menor esfuerzo.
Una vez nos hayamos hecho con el sistema de control todo es cuestión de saber pelotear y de asestar golpes que los personajes preparan automáticamente en el caso de colocarse en el lugar idónea para golpear la bola. Pese a la sencillez para el manejo de los personajes y de todo cuanto sucede dentro de los partidos, es inevitable efectuar algún movimiento indeseado o que no responda exactamente a nuestras intenciones, una de las taras del sistema de juego que dificultan por momentos algunos de los minijuegos que tenemos a nuestra posición para ser disfrutados en compañía, con un total de cuatro amigos en pantalla. Mientras que en los partidos individuales la pantalla se divide lateralmente en dos para separar cada jugador, en estos minijuegos contemplamos una única escena en la que debemos superar un reto determinando obteniendo la mayor puntuación posible para alzarnos con la victoria.
Quizás es este factor el que ha asustado a los usuarios. Muchos dudan de las posibilidades de Wii de cara a mejorar lo que ofrece este Mario Power Tennis en conjunto, tanto técnica como gráficamente. En este primer contacto hemos podido corroborar que el sistema de juego ha sufrido una metamorfosis que le ha venido -y le vendrá en el futuro- como anillo al dedo para seguir evolucionando al ritmo que se espera de cualquier producto de Nintendo. En menos de un mes podremos analizar en profundidad todo lo que ofrece un título que ha sido capaz de cumplir las expectativas que habíamos depositado en él en un principio.
Mario Power Tennis - New Play Control
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