Mirror's Edge, Impresiones

Faith se adentra en los circuitos de nuestros ordenadores con un apartado técnico remozado que añade espectacularidad a su impresionante y novedosa jugabilidad gracias al uso del motor PhysX de NVIDIA.

Mirror's Edge ha sido uno de los juegos más sorprendentes que nos ha dejado este agónico 2008. Un título que, hasta que te pones a los mandos, tiene toda la pinta de ser un FPS más de los muchos que se lanzan últimamente, pero que una vez ya estás jugando te das cuenta que lo que priman son los saltos. Se trata, por tanto, de un plataformas en toda regla que cuenta con una magnífica ambientación y con situaciones más propias de otros géneros, con grupos de policías persiguiéndonos todo el tiempo, que resuelven de un modo muy particular, en lugar de a tiro limpio, huyendo por los tejados de una blanca ciudad.

Llegó a las tiendas en el mes de noviembre para Xbox 360 y PS3, mientras que la versión de PC se retrasó sin fecha hasta que poco después supimos que saldría el mes que viene. Aunque los usuarios de esta plataforma se indignaron y con razón en un primer momento, todo tiene una explicación, y en esta ocasión saldrán ganando. Se debió a un acuerdo entre la fabricante de tarjetas gráficas NVIDIA y Electronic Arts, para implementar el motor de físicas PhysX que la primera intenta popularizar de forma que pueda incrementar su cuota de mercado (más aún, puesto que ahora mismo son líderes).

Esto ha desembocado en que técnicamente ha introducido una serie de cambios que, si bien no afectan en nada a la jugabilidad, hacen que resulte más vistoso. El punto negativo es que para sacar provecho de esta tecnología hay que disponer una tarjeta gráfica de última gama, mínimo una 9800 GTX (que es con la que nosotros lo hemos probado) y, por supuesto, que sea de la marca NVIDIA. Éste es el inconveniente que siempre hay en PC, la no existencia de una auténtica plataforma unificada que utilice siempre los mismos recursos y tenga que lidiar con hardware de diferentes fabricantes.

Dentro de este contexto, nuestra protagonista se ve envuelta en una serie de acontecimientos bastante trascendentales para el futuro de esa metrópoli sin nombre. En nuestros ordenadores disfrutaremos exactamente del mismo contenido, difiriendo en el apartado técnico como hemos mencionado. El motor gráfico utiliza es el Unreal Engine 3, lo que asegura una similitud entre todas las máquinas en las que ha salido, pero con un mejor aprovechamiento del PC, obviamente mucho más potente, aunque ciertas cuestiones aún siguen sin haberse arreglado.

El uso de filtros, principalmente Antialiasing, proporciona una imagen más nítida y elimina los omnipresentes dientes de sierra que aparecían en consolas. Otro factor que ayuda es la mayor resolución, es una auténtica gozada poner el juego a Full HD en un monitor de dimensiones, digamos, hermosas, como pueden ser 24" o más. De todos modos, se ha hecho un buen trabajo de optimización y no hará falta disponer de un equipo muy potente para mover el juego en condiciones, al menos por nuestra experiencia, a falta de conocer las especificaciones dadas por los desarrolladores. 

Lo que no ha cambiado es la ausencia de reflejos en los cristales, detalle que se agradecería mucho en una localización plagada de edificios altos llenos de ventanas. También falla la colocación de algunas sombras, destacando sobre todo la ausencia de una bajo los pies de Celeste en el tutorial, que parece que flota. No obstante, esta cuestión sí que está parcialmente corregida, principalmente en la que proyecta Faith. Por lo demás, salvo estos retoques que mencionamos, no hay cambios de relevancia y el juego es muy similar a como se mostraba en consolas.

El toque especial viene dado por la incorporación del motor PhysX, el cual ha permitido dotar de un mayor realismo al ya de por sí realista plataformas de DICE. Básicamente se nota en dos puntos: los cristales y las telas. En Xbox 360 y PC los cristales de algunas zonas ya se rompían, pero ahora aparecen en mayor número los vidrios fragmentables, despedazándose en mil trozos bajo acribillados por nuestros enemigos con una recreación perfecta de su comportamiento. Ahora, cruzar un pasillo acristalado resulta mucho más espectacular que antes.

Por otro lado, se ha aprovechado para añadir diferentes mallas y otros tejidos que se suman a los ya existentes, los cuales han sido retocados, de forma que interactuemos con ellos. En ciertos sitios nos encontraremos unas cortinas de plástico bajo una puerta que se levantarán a nuestro paso o, como ya se mostró en el tráiler, podremos lanzar a un policía por unas vigas y que se enganche con una tela, la cual se adapta perfectamente a su cuerpo. Lo mismo ocurre con los carteles que cuelgan en muchos lugares, que podemos tirar abajo con un arma y se dañan exactamente donde llegaron nuestras balas, rasgándose de una forma muy natural.

Los efectos de partículas, aunque en menor grado, son el tercer factor que sale ganando con la utilizaciónd e PhysX. Desde las hojas volando y las gotitas de agua, que también se vieron en el vídeo, hasta las chispas de los disparos al pasar por los túneles de ventilación, los cuales se ven perforados por éstos. Como decimos, no afectan realmente a la jugabilidad, que se mantiene sin variaciones, pero está claro que gana en vistosidad e incluso nos dejará asombrados en momentos puntuales. Una pena que no todo el mundo tendrá ocasión de disfrutarlo.

En cuanto al control, al ser la cámara en primera persona, con el ratón se es más preciso en los giros. En cambio, mover al personaje resulta más incómodo con el teclado. Por ello, aquellos que dispongan de un periférico con palanca analógica con el que disfrutar de lo bueno del ordenador y de las consolas, tendrán seguramente la mejor combinación. Por supuesto, siempre existe la posibilidad de conectar un mando y jugar con él. Los que elijan opción más clásica será mejor que dispongan de un ratón con varios botones para tener todo a mano de forma más directa.

Concluyendo ya nuestras impresiones con la versión de PC, decir que Mirror's Edge es uno de los mejores juegos de este 2008 y que lo seguirá siendo, cuando salga de nuevo, en 2009. El género de las plataformas está en horas bajas, salvo por exponentes muy concretos como Little Big Planet o Super Mario Galaxy, y en nuestros ordenadores todavía vemos menos aún, así que si siempre es de agradecer la innovación, en este caso más todavía. Esperamos, ya como deseo más personal, que las ventas de este título mejoren para que EA siga apostando por sacar nuevas franquicias y deje de incidir en las mismas de siempre.