Metal Gear Solid Mobile
- PlataformaNGE8.5
- GéneroAcción
- DesarrolladorIdeaworks3D
- Lanzamiento17/12/2008
- TextoEspañol
- EditorKonami
Salvando el mundo con dos botones
Una de las sagas más representativas del ocio electrónico da un paso más que importante a a plataforma móvil, demostrando no sólo que se pueden hacer aventuras igual de exigentes que en sobremesa, sino dando un paso importante en calidad gráfica. A pesar de contar con un argumento algo más pueril a lo que estamos acostumbrados y a un control algo simplificado, Snake sigue en forma. Como siempre.
Por alguna extraña razón, cuando el jugón tradicional se acerca al móvil como plataforma, tiene unas cuantas preconcepciones. La primera y la más importante es por su control; obviamente, no tenemos la comodidad de un mando, de un pad, de un sistema que esté diseñado exclusivamente para disfrutar del ocio electrónico; luego, la diferencia de modelos, por mucho que estén basados en chips gráficos similares, provoca ciertos problemas de compatibilidad si queremos hacer un juego gráficamente ambicioso. Son taras muy importantes, las cuales van poco a poco salvándose en parte gracias a iniciativas como la de la propia Nokia con su nuevo sistema N-Gage y unos modelos más unificados en este sentido.
Y tal como poco a poco se van consiguiendo resultados más satisfactorios en este campo, poco a poco aparecen más nombres conocidos poniendo todo lo necesario para llevar a buen puerto sus conceptos sin sacrificar aspectos básicos de su jugabilidad -un ejemplo perfecto es Japón, con apuestas como FFVII: Before Crisis, tomando una saga clásica y llevándola al móvil sin tapujos-. Así que no hay saga mejor para demostrar tal teoría que Metal Gear Solid, ese icono de los videojuegos creado por Kojima y su equipo que ahora, tras el fin de la saga con MGS4, decide sentirnos viajeros del tiempo para llevarnos a la época donde comenzó todo.
Por supuesto, nuestro querido héroe no se iba a quedar de manos cruzadas. En esta ocasión será una tal Dr. Victoria Reed la que nos dará el chivatazo de dónde se encuentra la versión más mejorada del tanque bípedo. Con el proyecto Philantrophy recién formado, el modelo REX siendo fabricado a un ritmo casi alarmante y ambos protagonistas sin ganas de quedarse con los brazos cruzados, era de esperar el típico escenario -ese escenario que se repite, según Kojima- de la saga: una fortaleza, al superviviente de Shadow Moses infiltrándose, muchas transmisiones de códec -único elemento para contarnos la historia, por razones obvias-, y más de un escollo en el camino.
Como es lógico, no se puede tratar a esta versión móvil como a las mayores: tiene muchas menos pretensiones argumentales, si bien otras entregas han demostrado que aún así se pueden llevar resultados interesantes sin desmerecer al concepto global de la saga. Este es un caso que se queda a medias: hay alguna que otra sorpresa interesante, pero el ritmo por lo general es muy rápido, con una situación poco esbozada, y que no deja de conducirnos por una hilera de retos. Cumple con su cometido, pero no lo eleva a una categoría que sólo los Metal Gear creados por Kojima pueden alcanzar.
Las texturas, a pesar de parecer bastante recicladas respecto al primer título de la saga dan una sensación de reutilización constante. Los escenarios, por tanto, no llegan a dar este toque de variedad necesario, pero eso no importa ya que el diseño de niveles cumple, y la inmersión es la adecuada. Así también actúan los personajes, tanto Snake como los soldados de turno, todos ellos parcos a la hora de animarse, eso sí -sensación acentuada cuando aparece un pequeño video-, pero comprensible. Es prácticamente uno de los ejemplos más fehacientes del provecho que se le puede sacar a un móvil en este sentido.
Con el sonido, eso sí, nos encontramos ya unas taras más visibles. Las melodías que aparecen son las clásicas, pero llevadas a las limitaciones tanto en calidad como en cantidad que los 2MB de instalación nos dan. No hay voces, por lo que pierde algo de appeal' en este sentido, pero lo suple todo ese elenco de efectos clásicos, reconocibles al instante por cualquier seguidor de la serie. Por lo tanto, nos encontramos ante una pequeña contradicción técnica: es irreprochable el resultado obtenido, pero sus defectos saltan a la vista.
Lo primero son todas las acciones realizadas por nosotros: agacharnos, seleccionar arma, navegar por el códec, cambiar de cámara, agacharnos todo ello se han reducido a dos botones, A' y B', donde uno de ellos se usa mayoritariamente para abrir el menú. ¿Qué se hace con el otro? Muy sencillo, introducir una acción contextual: para agacharnos, sólo tenemos que estar cerca de un lugar donde ello tenga utilidad y Snake lo hará automáticamente; para disparar, tan sólo tenemos que equiparnos el arma -con el mismo botón- y luego disparar. La naturalidad con la que se ha llevado sorprende, puesto que no se echa de menos esa versatilidad de un mando.
A esto ayuda un correcto diseño de niveles con retos de lo más sencillos. Siempre, por supuesto, bajo la premisa lineal a la que estamos acostumbrados. Los retos son sencillos, las rutinas de la inteligencia artificial enemiga no sorprenden pero tampoco son demasiado discretas, y a la hora de tomar un arma el apuntado automático facilita mucho algo que podría ser un gran problema. De hecho lo es, cuando pulsamos 0 para ir a la vista en primera persona, puesto que no podemos apuntar a la cabeza para matar a los enemigos de un disparo sin sufrir nosotros primero. Como siempre, las clásicas SOCOM, FAMAS, o los explosivos C4 tienen sus momentos de protagonismo.
Lo que sí llama la atención son dos formas de utilizar la cámara de nuestro dispositivo para darle algún toque original a la jugabilidad; el primero es con la vista en primera persona, pero lo olvidaremos a los cinco minutos. Pudiendo mover nuestra mano para que Snake haga lo mismo con la suya, la detección de objetos por parte del sistema se hace demasiado inexacta, poco útil para apuntar. Por otro lado, tenemos el típico camuflaje de los últimos capítulos de la saga, donde tenemos que sacar una foto para llevarle el color al traje de nuestro personaje. Un par de curiosidades que no van más allá.
La duración del título tampoco va mucho más allá, que digamos. Un jugador experto puede completarlo en poco menos de dos horas, contando con las 15 misiones VR que tenemos al final. Obviamente, tratándose de la plataforma que es, esto no es nada raro, pero contando el precio de 10 € que cuesta el título se habría esperado un poco más de longitud en este sentido, más para una propuesta ambiciosa como es la que nos ocupa.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.