Meriguía de compras 2008: Xbox 360

Una gran exclusiva que ha conseguido cerrar Microsoft junto a Valve. Lanzado en Xbox 360 y PC, se trata de un shooter en primera persona, a caballo entre el Survival Horror subjetivo y acción cooperativa para un equipo de 4 jugadores. Es prácticamente como protagonizar una película de terror de serie B: centenares de infectados estilo remake del Amanecer de los Muertos o 28 días después buscarán saciar su sed de sangre con nosotros, los 4 supervivientes a un holocausto zombie. En 4 capítulos diferentes, cada uno consistiendo en una película diferente, tendremos que abrirnos paso entre la horda no muerta hasta llegar a un punto de extracción.  Gráficamente el título denota que está basado en un veterano motor gráfico, pero presenta unos modelados y unas texturas muy bien conseguidas, y especialmente, es capaz de poner en pantalla a decenas y decenas de enemigos sin resentirse. La ambientación es otro de sus puntos fuertes, desde ciudades diezmadas a zonas rurales, iglesias, aeropuertos o túneles de metro. La IA funciona muy bien, tanto la de los enemigos -que los sitúa en cada partida en diferentes puntos para se perciba una experiencia más fresca- como la de los compañeros. Una pena que no haya incluído más que 6 tipos de enemigos diferentes en total y que su duración, pese a su rejugabilidad, sea bastante corta. Aún así, uno de los mejores del año en estos dos sistemas.

TreyArch recoge el testigo de Infinity War en el último Call of Duty, una saga que sigue a juego por año, compartiendo el cartel entre ambos estudios. Abandonando el enfoque de conflicto moderno de COD4 -una ambientación que Infinity Ward continuará en el próximo capítulo- World at War nos retrotrae de vuelta a la Segunda Guerra Mundial, en unas batallas que según el estudio, no se han explotado todavía lo suficiente. El frente del Pacífico y el soviético dan lugar a una intensa campaña, más oscura y sangrienta que de costumbre, que mantiene las señas de identidad de Call of Duty. El multijugador, algo que ya se ha podido probar en la beta cerrada, se asienta en las mismas bases que los anteriores, desarrollando al pesonaje conforme el jugador pasa tiempo con él, ganando armamento y objetos que mejorarán su rendimiento en el campo de batalla. Una notable experiencia que no llega al sobresaliente nivel de Modern Warfare, pero que los seguidores de los FPS sabrán apreciar, especialmente si no le hacen ascos a la ambientación de mediados del siglo pasado.

La secuela de uno de los mejores títulos de debut de la nueva generación de consolas ha conseguido mejorar el nivel de Criminal Origins. Condemned 2 nos pone en la piel de su mismo protagonista, Ethan Thomas, tiempo después de los acontecimientos de la primera parte: atormentado por los fantasmas a los que tuvo que enfrentarse, el detective está inmerso en un pozo sin fondo, abandonado a la bebida, viviendo como un homeless y siendo incapaz de distinguir los traumas provocados por sus temores de la realidad. Con esa papeleta arranca la secuela, que es una terrorífica delicia de ambientación y del retrato de un mundo depravado e intoxicado por el mal. Los sustos están asegurados en esta aventura con forma de Survival Horror subjetivo en la que se ha potenciado el aspecto de la investigación forense. Mantiene algunos detalles sin pulir, como el combate o los modos extra metidos con calzador, pero Condemned 2 es sin duda el Survival Horror de la temporada, tras la fría recepción de Alone in the Dark.

Legendary es un título mediocre, aunque ha sido dilapidado en exceso por la prensa internacional, que se ha cebado con él. El trabajo de Spark Unlimited no puede recomendarse, no porque no sea uno de los shooters más lamentables de toda la historia del videojuego -aunque está cerca- si no por el gran nivel que se ha alcanzado en el género y del que carece totalmente. Es imposible competir con semejante plantel. Es un FPS muy mejorable, ciertamente lineal, plano, que no aporta nada nuevo más allá del concepto de llenar de criaturas procedentes de la Caja de Pandora y que puede exasperar. Afortunadamente, una opción menos que contemplar en estas fechas.

El sueño americano. Tanto ha dado de sí la búsqueda de la felicidad en el país de las oportunidades, ya sea en cine, música, o literatura, que era cuestión de tiempo que en el ocio electrónico alguien lo tratara con la dignidad necesaria. El artífice de esto no ha podido ser otro que Rockstar, la madre del género ‘sandbox' y de una saga que ha traspasado por méritos propios las fronteras de la cultura popular: Grand Theft Auto. Por ello, cuando nos ponemos a los mandos de Niko Bellic en esta artificial Nueva York  que nos deja recorrer a nuestro antojo, -artifical pero capturando su espíritu con sutil ironía y humor negro- comprendemos el paso hacia delante que ha dado la saga en cuanto a madurez, ya sea conduciendo por sus extensos barrios, atracando un banco junto a tres hermanos irlandeses, o haciendo un encargo para ‘La Cosa Nostra'. Un título cuyas mejoras, enfocadas a las relaciones sociales a través del móvil de Niko, y el poder de elección en momentos cruciales de nuestra experiencia, no dejan de ser el paso lógico hacia la madurez de la saga. Una saga con un enorme futuro por delante.

Durante la titulada Guerra del Péndulo, los humanos lucharon entre sí para conseguir ese preciado combustible llamado Imulsión, codiciando, odiándose los unos a los otros. Lástima que la única razón que finalmente les una fuese una invasión por parte de los Locust en el planeta Sera, una de las muchas colonias que tiene la humanidad actualmente. Gears of War 2 Es todo lo que fue el primero pero elevado al cuadrado: ‘más fuerte, más grande, mejor'. Quizás en esto último no estén todos de acuerdo, puesto que se pierde el impacto que provocó en su momento esta exclusividad -y probablemente la mejor actualmente- de Xbox 360. Pero es imposible rendirse a su enorme diversión, ya sea sólo o compartiendo la campaña con un amigo, cuando nos enfrentamos a las hordas Locust en este shooter en tercera persona frenético, con un sistema de cobertura ampliado y mejorado, introduciendo elementos móviles o volátiles. Tampoco hay que obviar las mejoras en el apartado multijugador, con el modo Horda donde hasta cinco compañeros tendrán que resistir oleadas de ataques, amén de los consabidos modos deathmatch o capturar la bandera. Si te quieres hacer con la blanca de Microsoft, no hay mejor juego para estrenarla que su exclusiva más violenta.

Tomonobu Itagaki puede ser un hombre polémico, de constantes rifirrafes con unos y con otros, pero es de los pocos que saben hacer juegos como antaño. Es decir, complicados hasta el éxtasis, con acción visceral y tremendamente adictivos. Ninja Gaiden 2 es la máxima expresión de esta tendencia en la nueva generación. No cuenta con una historia demasiado atractiva y cohesionada, pero sí que tiene ágiles combates con múltiples opciones, ya sea blandiendo espadas, cadenas, o lanzando devastadores hechizos. Y no cansa. A esto se le llama ‘jugabilidad a prueba de balas', algo de lo que pocos títulos de este año pueden presumir. Ahora, tanto no es recomendable para todos los estómagos por los litros de sangre por metro cuadrado, como no lo es para todos los públicos: aquí el modo fácil no es tan fácil, y el modo difícil es, simplemente, una locura.  El reto perfecto para todo aquel al que le aburra el catálogo actual.

Las hay buenas, las hay malas y las hay horribles. Adaptar una película a un videojuego muchas veces supone rendirse ante ciertos parámetros, tanto de mecánica como de desarrollo, que no siempre le pueden sentar bien. Hellboy 2: Science of Evil es uno de los peores resultados que se pueden obtener de este modo. Lo cual ya es mucho decir. Repetitivo a más no poder, lento por los movimientos de su protagonista y su poca variedad de situaciones, su único pro podía ser una buena historia gracias al buen ‘background' de la historia. Pero nada más lejos de la realidad. Uno de esos juego que, por mucho que te guste la película en la que se basan, debería estar al menos a cien metros de ti. Nada recomendable.

El juego de Bethesda, y sucesor espiritual de Oblivion es sin duda una apuesta segura para estas navidades. Combina un apartado jugable clásico con un motor tecnológico de última generación, en una mezcla tan especial que consigue atrapar a cualquiera. La profundidad de su desarrollo, los múltiples caminos para solventar las situaciones y un enorme universo destruido son sus armas. Por supuesto, los toques de humor marca de la casa siguen aderezando con ironía el devastado futuro de la humanidad. Si disfrutáis de los juegos de rol clásicos o sois aficionados a la saga, esta puesta al día del universo Fallout es un título que no puede faltar en vuestra colección.

El controvertido Peter Molyneux nos presenta de nuevo su visión sobre la libertad en el género. Fable 2 ofrece al jugador la posibilidad de vivir una vida alternativa, una historia paralela en la que podrá tomar todas las decisiones. Esta segunda parte va mucho más allá que el original, aumentando el número de elecciones y aspectos en los que el jugador quiere influir. Tanto si disfrutas siendo el paradigma del bien como si lo que buscas es destacar por tus malas acciones, en la obra de Molyneux tienes la herramienta para desarrollar tu alter ego virtual. El enorme universo de Albion, cargado de vida, os espera.

El segundo título de Hironobu Sakaguchi para Xbox 360 es también uno de los recomendados del año. Combina todas las virtudes del rol típicamente japonés con un enfoque muy cinematográfico, que hace de los combates una delicia visual. Empaquetado en cuatro discos por la extensión de su historia, Lost Oddysey es una delicia visual y sonora, que consigue impactar por lo interesante de su trama y por el carácter típicamente nipón que destila. Rememorando los tiempos de los clásicos de 16 bits, Sakaguchi pone sobre la mesa un título que, si bien no es el RPG definitivo, si deja bien claro que todavía hay margen de evolución para el género.

La última versión de Soul Calibur ha llegado a nuestras consolas este año, y lo ha hecho con incorporaciones sorprendentes. Fusionando el universo de Star Wars con el habitual mundo místico de la saga, Namco ha conseguido un arcade que trae a la memoria las sensaciones vividas con el primer juego para Dreamcast. El espectacular motor visual y una jugabilidad a prueba de bombas dejan bien claro que estamos frente a un título de primer nivel. Su extensa plantilla, sus variados modos de juego y la enorme profundidad del control os mantendrán ocupados durante bastante tiempo. El que es, probablemente, el mejor juego de lucha para la consola de Microsoft resulta un producto que os recomendamos encarecidamente para estas navidades.

Tal vez a los usuarios de Xbox 360 se les haya privado de la nueva entrega del manager futbolístico por excelencia, pero no por ello carecen de un excelente juego con el que saciar sus ansias de ser un entrenador de fútbol. La entrega de 2008, que salió con bastante retraso en la máquina de Microsoft, se antoja como una excelente alternativa cargada de elementos adictivos, retos casi imposibles y el carrusel sin fin que es el mundo del fútbol. Una vez se pasa por alto lo relativamente incómodo del sistema de control, se convierte en un juego con infinidad de horas de diversión por ofrecer, con muchas opciones de gestión del equipo y una profunda base de datos. Aunque no cuenta con demasiada competencia en Xbox 360, se sostiene por sí solo como un excelente representante del género.

Tal vez el regreso de Banjo no haya sido el que muchos esperaban, pero una cosa es innegable: Rare ha apostado por la innovación y ha introducido en el juego unos vehículos que, respetando el espíritu de los juegos originales, consiguen dotar a la franquicia de una nueva dimensión. Pequeñas pruebas en forma de minijuegos que ofrecen diversión directa y resultan muy satisfactorias, con un cuidado apartado técnico y bastantes posibilidades de juego. Además, su principal atractivo es, sin duda, el excelente sentido del humor que destila, con un gran número de guiños, parodias y burlas al propio título, a Rare y a todo el mundo de los videojuegos en general. Un juego diferente, con una propuesta muy particular y un sentido del humor pocas veces visto.

La apuesta por la originalidad de Electronic Arts con este título es algo pocas veces visto en el mundo de los videojuegos, especialmente dentro del género de las plataformas. Mirror's Edge es innovación en estado puro, que desde una perspectiva típica de los FPS consigue ofrecernos una aventura dotada de una jugabilidad única, rodeada por una excelente ambientación. Completamente fiel al género pero dándole un nuevo enfoque, podríamos estar ante el resurgir de las plataformas en las consolas de nueva generación. Bello, muy cuidado en todos sus aspectos e inolvidable en general, Mirror's Edge dejará su huella en el género.

Scene It? Grandes éxitos de taquilla

Scene It? se convierte, sin lugar a dudas, en la mejor alternativa posible para pasar un rato divertido con un grupo de amigos después de ir al cine. Un juego ideal para cuatro usuarios que sean auténticos amantes del séptimo arte, que con su buen puñado de preguntas sobre cine dará lugar a un buen número de sesiones de juego sin caer en la repetición. Divertido, dinámico, variado y original, consigue superar a la primera entrega en muchos aspectos, con un aspecto y una jugabilidad sencillas y un gran modo online. Además de hacer uso de los nuevos avatares de la Xbox 360. Prácticamente, imprescindible para los amantes del cine.

Microsoft apuesta por la fiesta y el espectáculo para estas Navidades. Para ello, recurren a un juego que se aleja bastante de lo habitual en su Xbox 360; un karaoke desarrollado por los nipones de Inis, que han conseguido dar forma a un título muy completo y con un gran número de opciones de juego. Ya sea cantar de forma tradicional o disfrutar de uno de los minijuegos a nuestra disposición, Lips se convierte en el acompañante ideal para las reuniones sociales y las grandes fiestas. Además de ofrecernos una lista de 40 canciones y de venir con dos micrófonos inalámbricos incluidos, podremos introducir cualquier canción que poseamos a través de un dispositivo externo, pudiendo utilizarla para cantar nuestros temas favoritos como si fuésemos auténticas estrellas de la música.

El rock ‘n' roll nunca muere. De hecho, está mejor que nunca gracias a los juegos musicales. Y Harmonix es gran responsable de ello. Antes parte de Activision y ahora aliada de MTV, se ha decidido a lanzar una experiencia de banda completa, es decir, a simular que tocamos guitarra, bajo, batería y cantamos. Y si Rock Band fue la mejor apuesta en este sentido, Rock Band 2 le añade lo que el anterior no pudo tener. Un setlist increíble con cnaciones de todas las épocas y todos los estilos dentro del rock, un modo carrera casi infinito que te añade no sólo los temas del primer Rock Band sino cualquier que te descargues para llevar a tu grupo a la cima, un online mejorado con opciones cooperativas -al fin- y competitivas de lo más adictivos. Decididamente, el mejor juego musical del mercado. Su único contra, que los periféricos no salgan aún en nuestro país, teniéndonos que conformar con los del primero. Por lo demás, de las mejores experiencias sociales posibles.

Sid Meier es consciente de la tendencia actual del género de la estrategia. Creado un nicho casi exclusivo dentro de PC, con cada vez menos jugadores noveles disfrutando de su profundidad, para él era casi imperativo intentar ofrecer algo a los usuarios de consolas. El resultado, muy bien enfocado a nivel de estética y concepto, con mapas muy sobrios y pequeños para generar partidas rápidas, está dentro de lo esperado, y ciertamente cumple con su objetivo de apelar a todo tipo de jugadores. Y en cierto modo, la simpleza se hace un arma de doble filo para los más puristas. Pero todo aquel que sepa abrazar un concepto a todas luces adecuado y necesario, encontrará una estrategia diferente, pero sobre, todo divertida.

El regreso de Command & Conquer a sus raíces siempre ha supuesto, para muchos, que su saga más hilarante volviese con el mismo empuje. El resultado no se ha hecho esperar con este Red Alert 3, uno de los pocos títulos que adopta un enfoque cinematográfico con actores reales, y a la vez se ríe de ciertos estereotipos y convenciones del género. No obstante, la evolución es escasa, limitándose a la adición de una nueva facción y a la inclusión de un muy acertado modo cooperativo. Este continuismo, que quizás para muchos será objeto de regocijo, evita que se desarrolle su enorme potencial. Su versión para Xbox 360 es bastante aceptable tanto a niveles de control como de llevar el fiel reflejo de lo que es una experiencia con ratón y teclado, lo cual es mucho decir. Así que aquellos que nunca conocieran Red Alert podrán hacerlo contentos de encontrarse ante un clásico llevado al día de hoy.

Supreme Commander fue un paso hacia delante en la estrategia gracias a Chris Taylor, afamado desarrollador y mente creativa del proyecto. Pero, ¿qué ocurre cuando intentamos llevar esta experiencia de PC a consola sin ninguna modificación? Un control poco preciso, y sobre todo una tasa de frames por segundo vergonzosa para una apuesta de este calibre. Así, al quedarnos sin precisión, sin inmediatez y sin velocidad, gran parte de ese espíritu se pierde. Además, el juego no incluye la expansión Forged Alliance, lanzada hace más de un año en compatibles. Un ejemplo perfecto de cómo una conversión mal hecha y con prisas puede destrozar una de las mejores ideas que ha brindado la estrategia en los últimos años.

Viniendo de un estudio como The Behemoth, poco más que un auténtico juegazo podía esperarse. Tras Alien Hominid y su desenfadado y descarado estilo, el estudio realiza una aproximación igualmente bizarra en la fantasía medieval con Castle Crashers. En la armadura de cuatro paladines del bien, y como los buenos beat'em up clásicos, tendremos que abrirnos paso a lo largo de un sinfín de niveles eliminando a las hordas de un malvado hechicero que ha secuestrado a la princesa de turno. Un montón de parodias, homenajes y un peculiar estilo gráfico junto al espíritu intacto de los juegos de lucha de principios de los 90. Su retraso ha merecido la pena, porque estamos ante uno de los mejores títulos de Xbox Live, pese a que su multijugador para 4 colegas mediante Internet, todavía ofrezca ciertos problemas de conectividad.

Se puede afirmar categóricamenet que Braid es el mejor título descargable del año. Consiste en un magistral ejercicio de cómo crear un producto desde una propuesta básica y expandirlo hacia una experiencia infinitamente compleja. Esta artesana creación toma forma de un juego de plataformas y puzzle, con un diseño de niveles inteligente y con una capacidad para desarrollar nuevos retos absolutamente asombrosa. Para rematarlo su estética es tremendamente personal y resulta encantador gracias a los numerosos homenajes al mundo del videojuego que ha integrado en su fórmula, algunos explícitos, otros más sutiles. Poco malo se puede decir de Braid, al que únicamente separa de la categoría de obra maestra la mera definición personal del término. Un producto equiparable a pocos los que se han lanzado en los últimos años, a un precio económico y con cantidad de horas de juego -tampoco excesivas- y una sensación tremendamente agradable al pasar tiempo -ya se hacia adelante o hacia atrás- con él.

Aunque se le puede criticar a Capcom el movimiento que realizó lanzando primero el primer Street Fighter 2 para después terminar publicando esta versión, lo cierto es que SSFII Turbo en este trabajo remozado luce mejor que nunca. Utilizando a Udon, el estudio que realizó los diseños de Street Fighter Alpha, para rediseñar los legendarios sprites y pasarlos a HD con un toque anime junto a los escenarios, Capcom ha conseguido darle frescura a los sempiternos visuales de Street Fighter II. La banda sonora se ha remezclado completamente, con versiones más cañeras y guitarreras, que incluso pueden escucharse antes de comprar el título. El juego online es su punto fuerte, ya que los millones de fans del beat'em up y su modo torneo junto al buen matchmaking lo transforman en una fuente inagotable de combates. Como puntos negativos, su precio y la eliminación de las fases de bonus. Por lo demás, un auténtico revival de un clásico enorme.

Llegar a una ciudad como Los Angeles y tenerla toda a nuestra disposición no es algo que se consiga todos los días. Empezando en los estratos más bajos, intentaremos llegar a convertirnos en los número uno de las carreras callejeras. A lo largo de nuestro camino, nos enfrentamos a duros rivales en todo tipo de pruebas y competiciones, aunque no nos pondrán las cosas nada sencillas y deberemos ser capaces de dar lo mejor de nosotros mismos. Además, los modos multijugador añaden más variedad si cabe al título, con algunas alternativas que le dan un toque original, con objetos para emplear contra nuestros rivales. Un título largo, muy completo y con mucha diversión en su interior.

Paradise City se ha convertido en el paraíso de la velocidad por excelencia. La última entrega de la popular franquicia de Criterion ha obtenido una acogida estupenda, recibiendo elogios por parte de la comunidad de aficionados. Esta vez la acción pasa a un nivel superior con impresionantes colisiones, múltiples novedades, una Inteligencia Artificial a la altura de las circunstancias y un enorme elenco de modalidades y de virtudes para explorar, entre otros muchos detalles que convierten esta edición no sólo en a mejor de la serie sino en uno de los títulos más interesantes que ha dejado este 2008 tras de sí. Por si esto fuera poco, Criterion demuestra día tras día su dedicación para con los aficionados al anunciar nuevos contenidos descargables para el primer trimestre del año que viene, del que ya se conocen los primeros detalles, con la promesa de incluir modelos de vehículos cada vez más espectaculares, algo francamente complicado dado el sólido apartado técnico del juego. Estamos sin lugar a dudas ante uno de los grandes de la conducción que pasará a la historia como uno de los títulos más entretenidos de cuantos hemos disfrutado en 360 y PlayStation 3.  

La conducción tiene este año en Baja uno de los títulos más flojos para el catálogo de Xbox 360. Su control, totalmente impredecible, consigue convertir las partidas en un auténtico suplicio, lo que unido a la dura inteligencia artificial hace que ganar carreras sea más que complicado. Su flojo apartado visual tampoco ayuda a la inmersión, y la experiencia acaba siendo monótona y aburrida. El hecho de que cada duna del terreno se deja sentir en la física del coche hace que la jugabilidad se resienta y haga que cada pequeño bache cuente. Pese a sus variados modos de juego y al gran número de coches, hay mejores propuestas en el género de la conducción fuera de pista.

EA nos invitaba a echarnos un FIFA y nosotros no hemos podido hacer menos que aceptar la invitación. La pasada edición ya prometía grandes adelantos respecto al pobre sistema de juego que hemos sufrido durante años, y que se ha llevado hasta un punto de optimización tan elevado en FIFA 09 que, esta vez sí, hay pocos que sean capaces de mantener a PES2009 como el estandarte en lo que a simuladores futbolísticos se refiere. La renovada jugabilidad es sólo uno de los múltiples engranajes que junto al impactante aspecto gráfico y a la ingente cantidad de modos de juego conforman los pilares sobre los que se sustenta un título divertido, frenético, en el que se ha cuidado hasta el mínimo detalle. Del mismo modo, una temporada más disfrutamos de lo que para muchos representa la evolución en el género, el modo Be a Pro, en el que se nos invita a convertirnos en la estrella y auparnos hasta lo más alto siguiendo las pautas de cualquier futbolista de élite; entrenamientos, partidillos, sentadas en el banquillo… Todo ello aderezado con un fabuloso modo Online, tan variado como fiable, que asegura horas y horas de diversión hasta la próxima temporada. Tan sólo adolece de algunos defectos menores que no empañan el resultado final, convirtiéndolo en el juego de fútbol de este año. Como bien recalcamos en el análisis, FIFA representa en la nueva generación lo que PES en la pasada: palabras mayores.

Para que luego digan que vivir toda la emoción, todo el frenetismo de la NBA no es algo al alcance de cualquiera. 2k Sports vuelve a repetir como cada año con su versión del baloncesto mediante una mecánica que da paso a la exploración por parte de los usuarios más expertos a la vez que los neófitos tienen espacio de sobra para ejecutar sus jugadas y, poco a poco, mejorar en el modo principal, titulado 'La Asociación', donde llevaremos a nuestro equipo a la gloria y gestionaremos todo lo que se mueve alrededor suyo. Pero para los que su interfaz o funcionamiento les parezca algo caótico, tienen para elegir entre bastantes otras vertientes como concurso de mates o el mítico 21, entre otros. Una entrega que se dedica a pulir los pequeños detalles y da muy buen pie de cara a años venideros.

El título lleva el nombre de una estrella del deporte invernal, pero no es capaz de estar a la altura de semejante honor. Sin duda, Shaun White Snowboarding no va a conseguir el gran número de títulos y medallas que ha cosechado el personaje más importante de cuantos aparecen en el juego. Un título de desarrollo prácticamente nulo que nos limita a bajar por montañas que deberemos volver a subir para volver a jugar, con pruebas poco inspiradas y situaciones repetitivas. El poco elaborado sistema de control y la poco lógica relación que tendremos con Shaun White completan un título con nula profundidad que sólo satisfará a los más fieles a este deporte de nieve.