Tradición e innovación

Que Lara vuelva a nuestras consolas siempre es una buena noticia. No en vano, nuestra exploradora favorita es un personaje que, independientemente de sus atributos físicos, siempre ha contado con un gran carisma y una innegable habilidad para hacernos disfrutar con sus aventuras: intensas, de gran ambientación, repletas de misterio, sorpresas y toques sobrenaturales que resultan, al mismo tiempo, muy reales. Cierto es que la serie tuvo sus altibajos, y que hay unas cuantas entregas que no están al nivel de las demás; pero desde que Crystal Dynamics se hizo con la licencia, Lara ha estado a un nivel muy elevado, digno del personaje y de sus primeras aventuras.

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Underworld es, ni más ni menos, la octava entrega de las aventuras de Lara Croft (novena, si tenemos en cuenta Anniversary, ese remake del original que vio la luz hace un año). A lo largo de estos doce años de aventuras, hemos visto a Lara hacer prácticamente de todo, y en numerosas ocasiones se especuló con el fin de la franquicia: ya Tomb Raider III iba a ser la última entrega, en The Last Revelation Lara supuestamente moría, pero luego saldría Chronicles antes de un merecido descanso tras el cual llegaría El Angel de la Oscuridad, con diferencia la peor aventura de nuestra protagonista. Un cambio de desarrolladora y algunos años después, Legend revitalizaría la franquicia otra vez, aprovechando el estreno de la por aquel entonces recién nacida generación actual de consolas.

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El posterior lanzamiento de Anniversary sirvió para confirmar que Crystal Dynamics sabía muy bien lo que hacía. Utilizando el primer Tomb Raider, consiguieron adaptarlo al motor de Legend para ofrecer una muy interesante puesta al día que, si bien desentonaba en algunos aspectos (la propia mecánica del juego se mantenía fiel al original, y difería mucho de lo vista en Legend), se convirtió en el mejor tributo de aniversario posible para la heroína. No obstante, había algo más en todo esto: Legend y Anniversary tenían vínculos en común que se terminan de explotar en la entrega que hoy nos ocupa, dándole una coherencia lógica a la franquicia que, a buen seguro, nos deparará nuevas y satisfactorias sorpresas en el futuro.

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De por sí, Underworld nos muestra cómo Lara, tras el final de Legend, se obsesiona con la búsqueda de su madre, la cual podría estar todavía viva. Esto le llevará a buscar el poderoso martillo de Thor y, con él, adentrarse en lo más hondo de Avalon. Una mezcla de mitologías llevada con bastante acierto y que resulta muy satisfactoria al final de la aventura. Para conseguir su objetivo, Lara visitará todo tipo de escenarios, desde las clásicas selvas y laberintos subterráneos hasta la investigación de los fondos marinos. Siguiendo la tónica Tomb Raider, nos recorreremos medio mundo y, lo que en un principio parecerá una zona tranquila y normal, pronto acabará convirtiéndose en nuestra peor pesadilla.

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En ese aspecto, en su entendimiento más básico, nada ha cambiado; pero sí se nota una interesante y nada despreciable evolución de su puesta en escena y su desarrollo. Por ejemplo, bien es conocida la habilidad de Lara de subir por las distintas plataformas, muchas de ellas apenas meros salientes o grietas en la pared; siguen estando muy presentes, pero mucho mejor camufladas en el entorno. Así como las más importantes se hacen notar bien y destacan en el escenario, habrá un buen número de ellas muy ocultas entre las rocas, piedras o salientes, por lo que la exploración y la experimentación van un paso más allá. Del mismo modo con las grandes columnas rotas, que engañarán bastante a la hora de decidir si será seguro fiarse de ella o no.

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También será normal el trepar por secciones lógicas, enganchándose a fragmentos de piedra que no se desprendieron de todo de la zona pora cual estamos ascendiendo y que no siempre resultarán evidentes. En Underworld, deberemos prestar atención al entorno mucho más que en ninguna entrega anterior, salvando quizás las primeras, en las que las limitaciones del hardware de la época dificultaban las cosas por los problemas a la hora de indicar de forma algo más clara el camino a seguir. Para explorar bien el entorno, pulsando hacia abajo en la cruceta, Lara sacará su cámara de vídeo y podremos estudiar la zona en primera persona, con un muy útil zoom.

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Pese a que esto pueda parecer algo complicado, no será así, y rara será la ocasión en la que no sepamos qué camino seguir o no se nos ocurra algo que podamos intentar con el fin de avanzar. Los principales problemas a la hora de encontrar el camino nos los toparemos para conseguir todos los tesoros del juego, que aunque hay varios bastante accesibles, algunos serán muy complejos de conseguir, ya que estarán en recodos de difícil acceso o que pasan muy desapercibidos. Sobre todo en las dos grandes fases submarinas presentes en el juego, cuyas dimensiones serán más que considerables; algo que propicia el realismo, ya que deberemos alcanzar profundidades importantes antes de llegar a nuestro destino.

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Afortunadamente, Lara no contará sólo con sus grandes habilidades gimnastas para saltar, balancearse y realizar mil y una acrobacias, sino que tendrá a su disposición un buen número de artefactos, muchos de los cuales serán viejos conocidos. Por ejemplo, el gancho, que servirá para subir o bajar de determinados lugares, o bien balancearnos de un lado a otro, o incluso tirar abajo estructuras. Tampoco faltará la linterna, con la que iluminar los pasadizos oscuros que recorreremos (y que, aunque no lo parezca, tiene mucha utilidad). No le faltará tampoco el kit de buzo, para que esas largas inmersiones submarinas no se conviertan en un suplicio, por lo que no tendremos que preocuparnos por estar constantemente saliendo del agua a coger aire.

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Otro elemento esencial será la moto de Lara, que tendrá mucha importancia en algunos niveles. Por ejemplo, en un escenario selvático de Perú, en el que nos encontraremos ante un gran escenario central, podremos utilizar la moto para visitar las distintas zonas de entrada al mismo, cuya distancia es kilométrica; también la podremos utilizar para recorrer muchas catacumbas de gran longitud, convirtiéndose por momentos en la acompañante idónea de la arqueóloga. De hecho, será una delicia de utilizar y una pieza clave en muchos de los puzzles a los que tendremos que enfrentarnos.

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Por supuesto, no faltarán las armas. Aparte de las clásicas pistolas de Lara, antes de cada nivel podremos elegir nuestra arma secundaria, ya sean metralletas, escopeta, lanza-arpones para los niveles subterráneos… Su munición será limitada y no se podrá recuperar hasta el siguiente nivel, por lo que se deberán utilizar con sumo cuidado. También contará con granadas lapa que podremos lanzar a nuestros enemigos para acabar con ellos de una forma rápida y segura para nuestra integridad física. Hacia el final del juego, tendremos en nuestro haber también el martillo de Thor, una auténtica delicia de arma que nos facilitará mucho las cosas gracias a su gran poder destructivo.

Un elemento clave de la franquicia Tomb Raider son los puzzles, y como tal, en Underworld estarán muy presentes. De hecho, consiguen ser lo bastante enrevesados para no hacerse pesados o imposibles de resolver, como acontecía en otras entregas. Su desarrollo y puesta en escena, quitando algunas licencias necesarias, es muy realista, y todas las situaciones a las que deberemos enfrentarnos tendrán su coherencia lógica, no requiriendo grandes dosis de inventiva para resolver situaciones imposibles con una resolución poco natural. Bastante intuitivos por lo general, satisfactorios una vez resueltos y, por si fuera poco, con la posibilidad de recibir ayuda a través del ordenador de Lara. De este modo, Crystal Dynamics se asegura de que nadie deje de lado el juego por culpa de una complicación inesperada.

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Los escenarios contarán con un estilo bastante detallado. Por lo general serán bastante amplios, con un gran número de recovecos y caminos secretos, todos ellos cuidados hasta el más mínimo detalle. Los personajes secundarios y los enemigos estarán también bastante bien detallados, aunque algunas criaturas no pasan de ser, simplemente, correctas, ya se por su sencillez o por su reducido aspecto y nula relevancia (por ejemplo, los clásicos murciélagos o las pequeñas arañas que se subirán a Lara y esta deberá sacudírselas). En términos generales, en cuanto a diseño y acabado visual, Underworld está a muy buen nivel.

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Destacar especialmente los efectos de luz, con rayos de sol que se cuelan lentamente entre la maleza, los árboles y las construcciones que recorreremos. Otro elemento muy destacable también será la humedad, que ya Crystal Dynamics demostró que dominaba en las entregas anteriores y que sigue mostrando un elevado nivel de calidad en esta nueva entrega, sobre todo cuando llueve y los escenarios se llenan de charcos y Lara ve cómo su ropa se humedece. Pese a que da la impresión por momentos de que podría haber dado algo más de sí el juego, sobre todo viendo lo que se está alcanzando en otros títulos de la actualidad, tampoco es que se le puedan sacar muchas pegas en términos visuales a Underworld.

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Si nos fijamos ya a niveles más profundos, se pueden observar algunos problemas que se podrían haber cuidado más, ya que ensucian un poco el resultado final. En primer lugar, algunas secciones del escenario tendrán una mala interacción física con Lara, y esta, en su avance, las atravesará levemente. Pero lo más destacable es la muy mejorable cámara, que está lejos de ser la ideal y, en muchas ocasiones, entorpece la acción más que ayudarnos a seguir adelante. Cuando se combinan ambos problemas, pueden darse situaciones algo mareantes o provocar que Lara no haga exactamente lo que queremos que haga, dando lugar a alguna que otra muerte obligada, sin que hayamos hecho nada especialmente merecedor de tan aciago destino.

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El sistema de combate, pese a no ser malo y seguir las directrices básicas de la franquicia, se antoja algo estresante. Los enemigos se dedicarán, única y exclusivamente, a abalanzarse sobre nosotros, por lo que los enfrentamientos se reducirán a huir hacia atrás mientras disparamos. Tenemos a nuestra disposición un par de movimientos de esquiva que nos serán muy útiles, pero dada su resistencia física, nos da la sensación en ocasiones que la habilidad de Lara para apuntar a dos blancos distintos es bastante inservible, ya que lo primordial la mayoría de los casos será acabar con una de las amenazas antes de que se abalancen en grupo hacia nosotros, encerrándonos en una esquina en la que no podremos reaccionar demasiado.

Por suerte, Lara contará con nuevos movimientos de ataque cuerpo a cuerpo; con una patada, podrá alejar a las criaturas rivales, aunque también podrá utilizar dicha habilidad para romper jarrones y encontrar tesoros ocultos en ellos. No faltarán los bloques que podremos mover y empujar, escalar, botones para activar… a nivel jugable, junto con todo lo mencionado anteriormente, se antoja una delicia que satisfará, y mucho, a todos los amantes de las aventuras en general y de la franquicia Tomb Raider en particular. Sobre todo, si son capaces de pasar por alto ese problema de cámara que enturbiará bastante nuestras acciones.

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Destacar también un apartado sonoro muy bueno, con melodías variadas a cada situación que, por momentos, alcanza niveles de mucha tensión, o bien nos transmite un ambiente de paz y tranquilidad, acorde a lo que se está viviendo en pantalla. Por supuesto, el juego contará con un buen número de diálogos y secuencias en las que Lara grabará su diario o bien interactuará con otros personajes. Todos ellos estarán perfectamente doblados a nuestro idioma, y hay que destacar el buen trabajo realizado por los actores; eso sí, habrá ocasiones en las que el sonido de la pista de voz estará demasiado bajo, dificultando un poco su comprensión.

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Tomb Raider Underworld es un título divertido, en el que Lara se amolda al mando de control y es capaz de realizar los movimientos que deseemos sin poner muchas pegas. La aventura no es demasiado larga, moviéndose entre las 8-10 horas, una duración que variará sustancialmente según la habilidad de cada usuario y los problemas que se pueda tener para superar los distintos puzzles del juego; pero el ritmo y la diversión son tales que nos deja con ganas de más, y no será extraño volver a disfrutar de la aventura intentando sacar todos sus secretos (una vez acabado, se nos incitará a encontrar todos los tesoros, con la posibilidad de recorrer tranquilamente todos los escenarios). También podremos marcarnos retos, y en el menú no faltará la descarga de contenido y los retos en red. Quién sabe qué sorpresas nos estará preparando Crystal Dynamics para mejorar y ampliar la experiencia.

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