Call of Duty: World At War
- PlataformaWii7.5
- GéneroAcción
- DesarrolladorTreyarch
- Lanzamiento14/11/2008
- TextoEspañol
- VocesEspañol
- EditorActivision
Dentro del conflicto
Volvemos al campo de batalla que nos dejó Call of Duty 3 en Wii. Las cosas han cambiado: nos encontramos una situación de los protagonistas espeluznante, una ambientación sublime y una jugabilidad mejorada, todo ello bajo un motor gráfico que, por fin, no es un port de PS2 y que dejará boquiabierto a todo el que se aliste en esta nueva entrega para la consola de Nintendo.
La subdivisión Treyarch de Activision ha sido la encargada de llevar también Call of Duty: World at War hasta Wii. El dominio de la tecnología de la última consola de Nintendo por parte de estos estudios ha quedado demostrado en esta versión del título, siendo uno de sus puntos más fuertes, su apartado técnico. Si en Call of Duty 3 ya dejaron claro que las aspiraciones del equipo iban encaminadas a buscar correctísimos apartados gráficos y manejo desde el Wiimote acetado, en esta nueva entrega los sueños parecen empezar a alcanzarse, lo que, como jugadores de esta plataforma, nos alegrará enormemente.
Calidad técnica y espectáculo. Ésas eran las señas de identidad de la saga en las anteriores entregas y ésas siguen siendo en este último capítulo, por primera vez, también en Wii. Que PlayStation 2 ya dé sus últimos pasitos es algo que parece estar sentando muy bien a los títulos de la consola de Nintendo, que están dejando de ver ports 1:1 de los títulos creados para la ya antigua máquina de Sony. World at War para Wii ha sido concienzudamente creado para ésta, buscando imitar la espectacularidad técnica de las versiones "mayores", algo que se nota desde el primer disparo que daremos.
Además, Call of Duty: World at War pierde por primera vez su numeración en la saga (correspondería al 5) y llega de manera notable hasta Wii. No obstante, como ya ha pasado en el resto de plataformas, no supone ninguna sorpresa o salto cualitativo sobre sus antecesores. La diferencia es que Wii sólo había visto un Call of Duty, el 3 y hace dos años. Pero, a su vez, muchos otros juegos enmarcados en la Segunda Guerra Mundial han intentando hacer del Wiimote el mejor arma. ¿Se habrá conseguido por fin ese sueño en World at War? Lo explicamos:
Pero no está del todo mal. Esta nueva entrega de la licencia de Activision redefinde el esquema de control que ya nos presentó CoD 3 y lo mejora y suaviza considerablemente. El puntero resalta más, se mueve con mayor soltura, ya no se vuelve loco si dejamos de apuntar a la pantalla, etc. Son bastantes mejoras con respecto al mencionado CoD 3 que eran casi imprescindibles y que ya a pocos títulos podríamos perdonar no incluírlas. Nos encontramos ante un manejo que, lejos de ser el mejor de los FPS de Wii, funciona correctamente y hace al título divertido, no tan preciso como querríamos pero muy ameno e intuitivo.
El Wiimote apunta y dispara a pantalla mientras el Nunchuk mueve al protagonista. Mecánica tradicional y poco arriesgada que puede perfeccionarse usando el WiiZapper, que dará una sensación de profundidad e inmersión mayor, haciéndonos creer a veces que estamos jugando a una máquina recreativa de disparos. Sin usar demasiados botones (prácticamente sólo los gatillos y A), CoD: WaW consigue un manejo más ocasional, más simple y con el que nos haremos rápidamente. No echaremos de menos al sensor de movimientos y a la cruceta, utilizados en determinadas ocasiones y niveles.
Es obvio que si comparamos esta versión con la de PlayStation 3, PC y Xbox 360, las diferencias son abismales. Pero hay un buen hacer detrás del juego de Wii, y lo veremos también en algunos otros apartados. Hay que tener en cuenta que el juego en sí es el mismo: mismo argumento, mismos niveles, mismas armas... Por tanto, si en PS3 (por ejemplo) las fases son grandes y llenas de enemigos, en Wii están esos mismos enemigos en esos mismos abiertos entornos. Inevitablemente algunos momentos, como avalanchas en movimiento o explosiones excesivamente grandes, se han modificado, y la IA no es igual que la mostrada en las versiones más potentes. Pero, por lo general, está a muy buen nivel técnico.
Dos de los puntos característicos de esta entrega son la aparición del lanzallamas y las continuas explosiones. En la versión para Wii seguimos encontrándolos y con satisfactorios resultados visuales. Los elementos del escenario se tiñen de tonos cálidos con la luz de las llamas, las tormentas y bombas iluminan las ciudades y campos que recorreremos... Se consigue una ambientación fotorrealista, pocas veces vista antes en Nintendo Wii y que tan buena presencia tiene en este género de juegos.
Las músicas y efectos de sonido sí que son un calco de las de las otras versiones. Están introducidas en los mismos sitios, enfatizan los momentos épicos igual de bien que siempre lo han hecho en todos los CoD y dan al juego una etiqueta de superproducción audiovisual, con estupendo doblaje al castellano incluído. Por primera vez en la franquicia se mezclan ritmos electrónicos con las clásicas obrás orquestales. Esto se debe a la ausencia de Williams en favor de un no menos acertado Sean Murray, que ha dotado al juego de un espíritu sonoro diferente y ha sabido seguir dando en el clavo de las emociones fuertes junto al espectáculo audiovisual.
Y, ¿cómo funciona este modo? Pues de una forma muy curiosa, pocas veces antes vista en consolas. La pantalla no está partida, un jugador es el líder y otro su acompañante. El líder decide con el Nunchuk por dónde ir, se agacha, salta, se cura, repone munición... El ayudante sólo es un cursor más en pantalla, y su única finalidad consiste en disparar y disparar, dando apoyo al verdadero protagonista. Esto hace que ese segundo jugador no se divierta tanto, tal y como ya pasaba en Super Mario Galaxy en el modo para 2. No obstante, le da un toque "casual", y es que desde Treyarch ya supieron verlo al crear esta idea, llamándolo extraoficialmente el "modo para tu novia".
En las demás versiones hemos encontrado cooperativo online para 4 jugadores y competitivos varios, contra amigos y desconocidos, dando soporte para muchas personas. Es cierto que Wii es menos potente que PS3 o Xbox 360, pero tampoco para caparlo de esta manera, algo que aún hoy nos parece inexplicable y que desde Activision se achaca a la incapacidad de la consola. Pero es que ya hemos visto a Wii moverse perfectamente en este sentido, en títulos como Mario Kart o Super Smash Bros Brawl. Y sí, tenemos modo competitivo, pero sólo para 8 jugadores y con una serie de recortes importante: no hay apenas aparición de los vehículos manejables, los mapas son más pequeños, hay menos modos de juego... muchos lastres que deberían haberse controlado, ya que un buen catálogo de opciones online siempre son del gusto de todo aficionado a los FPS.
Y es que los modos online de Call of Duty 4 supusieron la culminación de la saga en este sentido, desbancando en el Xbox Live durante semanas hasta al mismísimo Halo 3. Por ello, nos parece imperdonable que Treyarch no haya trabajado un poco más esto en la consola de Nintendo, ya que el resto de versiones durarán muchos meses gracias a las posibilidades en línea que ofrecen a los jugadores. Da la sensación de que se ha solventado la demanda de modos para varios jugadores de manera rápida y anodina, colocando un puntero más en el modo Campaña y ofreciendo varias alternativas competitivas en red que ni por asomo son un reflejo de las que vemos en PC, Xbox 360 y PS3.
Pero que no haya confusiones, Call of Duty: World at War es un gran shooter bélico de Nintendo Wii, ahora mismo el mejor. No ha conseguido comportarse de la sensacional manera que lo hace en otras plataformas pero destaca indiscutiblemente dentro del catálogo de la consola en este trilladísimo género. Da la oportunidad de vivir la guerra casi desde dentro, con su intuitivo control y saca mucho provecho del potencial técnico de la consola, sin dar en exceso esa molesta sensación de parecer un juego de la generación pasada.
Lo mejor:
Lo peor:
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.