Secuela sin sorpresas

Si bien no fue del todo bien recibido, Pokémon Ranger tenía muchos más aciertos de los que dejaba entrever en un primer momento. Los fans de la franquicia Pokémon saben de sobra cómo son las cosas y qué esperar de cada juego protagonizado por las famosas criaturas de Satoshi Tajiri. Lo que comenzó como un simple RPG con bastante ambición pasó a convertirse en toda una máquina de hacer dinero que abrí una brecha en el mercado que aún continúa perenne.

Con sólo cuatro entregas de la franquicia principal (Azul/Rojo, Oro/Plata, Rubí/Zafiro, Perla-Diamante), la franquicia ha cambiado de manos varias veces, desde la primer compañía Gamefreaks hasta la actual The Pokémon Compeny. Y al mismo tiempo, ha variado en cuanto a su género, pasando de los primeros RPGs a puzzles como Pokémon Puzzle Challange, juegos de estrategia con cartas como Pokémon Trading Card, simuladores como Hey You Pikachu u otros más habituales, como los recientes Pokémon Mystery Dungeon para GBA y DS.

Ranger es otra vuelta de tuerca al concepto original. La primera entrega y ésta segunda, Sombras de Almia, mantienen la misma base y en esta ocasión se expande, como suele suceder con casi todas las secuelas habitualmente. Por tanto, tenemos un mundo más grande, más pokémon, gráficos más cuidados y poquitas cosas más en lo referente a extras. Pese a todo es un juego suficientemente cuidado como para conseguir despuntar y gustará a los más fans de la serie sin duda alguna.

Jugabilidad
Sombras de Almia es exactamente igual a nivel jugable que el anterior. Esto significa que estamos ante un RPG de acción, en el que nos movemos por el mapeado en tiempo real y vamos hablando con diferentes personajes para obtener misiones. Para enfrentarnos a un pokémon se sigue la misma tónica, acercarnos a él para pasar a la pantalla de batalla y/o captura, repitiendo de nuevo el método que tenía el primero para ello.

Antes de profundizar en el sistema de captura, cabría aclarar que el juego comienza de forma similar a los demás títulos de la franquicia: debemos elegir si queremos ser entrenador o entrenadora, para posteriormente superar un tutorial bastante largo. Esta fase es especialmente tediosa y está cargada de diálogos aburridos y pesados. Por suerte 'sólo' dura entre media hora y 45 minutos, pasando posteriormente a ser bastante diferente.

Las primeras misiones son mucho más dinámicas y ya dejan entrever poco a poco la mecánica de juego. La primera por ejemplo consiste en reunir a un grupo de Bidoof que han escapado del que parece ser su entrenador. Para ello tenemos que acercarnos a las criaturas, pasando en este momento a la fase de batalla. Justo aquí radica la mayor innovación del cartucho con respecto a los demás títulos de la saga, si bien se comparte todo absolutamente con el primer Ranger.

En esta pantalla vemos al pokémon moverse libremente, mientras que nuestra labor será usar el Styler, nuestra arma, para capturar a la criatura en cuestión. El método es hacer círculos a su alrededor, para lo cual tendremos que coger el stylus y dibujarlos directamente sobre la zona táctil. Las cosas no son tan sencillas, eso sí, puesto que cada uno de los pokémon (puede ser uno o varios) tiene su propia barra de vida que va disminuyendo a medida que les rodemos. Una vez a cero, finalmente se unen a nuestro equipo ranger o quedan libres automáticamente.

Así mismo, hay varios factores determinantes dentro de la captura. El más importante es que los pokémon, como no podía ser de otra forma, no sólo se mueven y se dejan atrapar sino que además intentan escapar a tal cruel destino. Para ello utilizan ataques, por ejemplo rayos en el caso de Pichu o tornados con Swallow, que rompen nuestra circunferencia y por tanto hacen descender nuestra barra de captura. Si llega a cero, perderemos la oportunidad de capturarles.

Una vez superada la misión se pasa a la siguiente automáticamente, y así hasta conseguir superar las 17 que componen el modo historia, a las que se les suman unas 60 secundarias que dan acceso a nuevas criaturas o mejoras para nuestra herramienta de captura. En esta ocasión la historia está mejor escrita mayoritariamente, si bien algunas veces el guión es absurdo y otras busca ser irónico y carismático. No hay un término medio, pero en general si que es mejor que el del Ranger original.

Por supuesto, nuestro Ranger no estará solo. El protagonista es acompañado habitualmente por un segundo compañero y varios pokémon, hasta un total de tres, que pueden usarse no sólo para combatir sino para utilizar habilidades únicas que proporcionan. Por ejemplo Pichu puede recargar la energía del Styler, mientras que Torquic es capaz de quemar paja para poder seguir adelante en los caminos.

Este elemento añade bastante interés a un juego que en todo momento intenta ir más allá de la acción simple, acercándose más a Zelda en cuanto a sus ambiciones. Mezclando todo lo anterior con la estrategia que implica tener que sacar máximo provecho de cada una de las criaturas que tengamos, y sumando el hecho de que haya un límite y tengamos que intercambiarlas continuamente. Por ejemplo, la segunda misión se desarrolla en la ciudad completamente a oscuras. Varias zonas están bloqueadas y tendremos que usar un placaje con Bidoof para destrozar cajas de madera y seguir adelante.

El añadido de las misiones secundarias y el modo Arena, que consiste en los típicos enfrentamientos contra otro jugador a través del WiFi, así como conseguir misiones extras de este modo. Sombras de Almia es un título bastante largo, eso sí, para lo que podría esperarse de una aventura con historia lineal en una portátil, superando con facilidad las 10 horas. Y la curva de aprendizaje no está ni mucho menos mal medida, siendo bastante asequible en todo momento si bien, como e comentaba al principio, los primeros minutos con el cartucho no ayudan a que se le de una segunda oportunidad por la pesadez del tutorial.

Apartados técnicos
Gráficamente nos encontramos un juego más pulido que el anterior. Los sprites de los personajes están más detallados y la paleta de colores es mucho más rica, dando como resultante fondos muy bien diseñados y bastante carismáticos. La presentación es inmejorable, perfectamente al nivel de los Pokémon Mystery Dungeon, contando con unas animaciones muy fluidas.

El sonido sin embargo si que se antoja mucho más descuidado. Las melodías son las mismas de siempre de la saga, lo cual sería un punto a favor si no fuera por que la calidad de grabación de las mismas es la de antaño. Se puede escuchar, pero desde luego no es nada del otro mundo. Como es de esperar, eso sí, el juego está completamente en castellano, tanto las pantallas de texto como el manual.