Tom Clancy's EndWar
- PlataformaDS6
- GéneroEstrategia
- DesarrolladorUbisoft Shangai
- Lanzamiento06/11/2008
- TextoEspañol
Un clon sin demasiada gracia
Ubisoft Shanghai nos presenta la versión portátil de esta guerra futurista. Un juego de estrategia por turnos que intenta beber mucho de los grandes del género y no consigue destacar, quedándose en un modesto segundo plano.
La mente creativa de Tom Clancy parece no tener fin. El autor, responsable de algunas de las obras literarias militares más importantes, sigue colaborando con Ubisoft en la creación de nuevas licencias y entregas de títulos que adapten a un mando de control su narrativa. El nuevo miembro de la familia Tom Clancy responde al nombre de EndWar, y es obra de la filial de la compañía gala en Shanghai. Una división que tiene con este título su gran oportunidad para reivindicarse y demostrar que tiene tanto que decir como otras de las grandes sedes de la compañía. Aunque con las versiones portátiles, se han desviado un poco de las intencione del juego para consolas de alta definición y PC.
Han elegido utilizar como base el mismo universo de otros títulos Tom Clancy como Ghost Recon, Rainbow Six, Splinter Cell o el futuro HAWX, pero adaptándolo al género de la estrategia, copiando el estilo de Advance Wars. Si bien ese sistema de género siempre funciona ala perfección, en esta ocasión se ve, desgraciadamente, acompañado de un apartado técnico bastante discreto y un modo historia poco atractivo, destacando sobre todo su apartado online. Eso sí, la mano del autor norteamericano se nota bien a la hora de presentar las innovaciones militares y la tensión política que darán forma al argumento.
En 2016, una guerra nuclear afectaría a Arabia Saudí e Irán, agravando todavía más la crisis energética y desestabilizando muchos de los países europeos. Para superar esta compleja situación, los países más poderosos del viejo continente se fusionarían en una nueva federación en 2018, y la antigua alianza con Estados Unidos queda en el olvido, ya que la Federación Europea y los EEUU se convierten en rivales al compartir los mismos objetivos. Los americanos pretenderán lanzar entonces una nueva estación espacial en 2020, con una potencia militar muy importante que provoca el rechazo de la Federación Europea y Rusia, y causando una importante división de la OTAN.
Pero el día del lanzamiento, tiene lugar un ataque terrorista a la zona de lanzamiento. La investigación de este ataque supondrá el enfrentamiento a escala global entre las tres facciones diferentes. Una compleja intriga militar que se irá desarrollando entre las misiones, con importantes explicaciones de cómo está evolucionando la situación y contándonos al detalle los pormenores de nuestra motivación justo antes de saltar al campo de batalla. Aunque el juego no llega a tener las cotas de profundidad y elaborado desarrollo que se puede ver en otras obras del autor norteamericano, y el modo historia está planteado de una forma poco elaborada.
En el modo Campaña, posterior al Prólogo, podremos elegir nuestra facción entre los Spetsnaz rusos, los Enforcers europeos o la Joint Strike Force norteamericana. Independientemente de a quién elijamos, las zonas de conflicto serán las mismas: norte Europa (con 10 escenarios), Norteamérica (con 11 escenarios) u Oriente (con 12 escenarios). El juego no se antoja especialmente largo, sobre todo por las reducidas dimensiones de cada escenario; con un máximo de 40x40, será habitual encontrarnos con lugares de 13x15 o incluso tan sólo de 6x6. De este modo, el modo historia, salvo complicaciones, dura un número bastante limitado de horas (unas cinco ó seis).
Sobre el campo de batalla, controlaremos siete tipos de unidades diferentes, comunes a todas las facciones aunque con matices, tales como fusileros, ingenieros, tanques, transportes, helicópteros de combate o artilleros. Se podrán mejorar nuestras tropas (ganan experiencia con cada enfrentamiento), aunque no contaremos con muchas opciones, y los cambios serán bastante limitados. Como es lógico, tendremos control directamente sobre escuadrones, compuestos por varias unidades.
En la portátil de Nintendo tendremos la posibilidad de controlar directamente con el lápiz táctil nuestras tropas, al igual que en otros títulos de estrategia. Este sistema se antoja el mejor, ya que responde a la perfección y nos permite tener control directo sobre nuestras tropas; pero para quienes prefieran utilizar la cruceta y los botones, podrán hacerlo sin problemas. Eso sí, será un sistema más lento y que requerirá mucho más trabajo por parte del usuario, al requerir más tiempo para realizar cada acción. Aunque, gracias al sistema de turnos tan particular del juego, esto no supondrá un gran problema, ya que podremos tomarnos el tiempo que necesitemos.
Por ejemplo, el jugador hace el primer movimiento, luego, mientras la máquina hace sus movimientos, el jugador determina sus ataques. Al siguiente turno, la máquina ataca mientras el jugador mueve. Actúan de una falsa forma simultánea, demasiado caótica y desconcertante, con una repetitiva escena del satélite entre turnos y el mensaje de que las órdenes han sido recibidas y aceptadas. Pese a la rapidez de desarrollo de las misiones, se hacen bastante lentas y pesadas por las carencias de su desarrollo, poco definido y nada profundo. No obstante, se intenta añadir longevidad al título mediante el modo multijugador y un editor de niveles bastante elaborado, cuyas creaciones serán válidas para nuestras disputas con otros usuarios.
Civilization Revolution también ofrecía un apartado visual muy limitado, pero su desarrollo era bastante más atractivo, y lograba transmitir otras sensaciones. EndWar se antoja, en todo momento, un título muy vacío, y eso en un juego con escenarios tan limitados, es una acusación bastante grave. Reconocer algunos vehículos sobre el mapa es bastante complejo, dado que sus formas poco definidas no ayudan a determinar su función. Cuando se enzarzan en combate, este se representa en la pantalla superior, aunque con un estilo que pretende ser realista y no lo consigue, manteniéndose en unos niveles bastante modestos.
Los cuadros de diálogo, por momentos, parecen propios de la calidad de un título de Game Boy Color, con unas imágenes bastante feas de los personajes que hacen acto de aparición. El apartado sonoro tampoco destaca demasiado, repitiendo bastante las mismas melodías bélicas, que acaban cansando bastante. El sistema de juego puede resultar entretenido, pero está a un nivel muy inferior de muchas otras propuestas de la portátil de Nintendo, como pueden ser Civilization Revolution, Advance Wars DS o el próximo Fire Emblem. Títulos en los que, claramente, se inspira pero sin éxito.
Correcto
No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.