La Leyenda del Spyro: La Fuerza del Dragón
- Plataforma3606
- GéneroAcción
- DesarrolladorEtranges Libellules
- Lanzamiento07/11/2008
- TextoEspañol
- VocesEspañol
- EditorSierra
El fin de un ciclo
La leyenda de Spyro llega a su fin. La trilogía que nos narraba las nuevas aventuras del dragón púrpura concluye con esta entrega que, pese a sus buenas intenciones, se antoja bastante limitada. Una interesante alternativa para los más jóvenes de la casa.
Spyro ha sido uno de los personajes más carismáticos del género de las plataformas en la generación de los 32 bits. Parece mentira que hayan pasado ya 10 años desde sus inicios, una década de juegos que celebra con esta nueva entrega, la primera del dragón púrpura de Sierra en la actual generación de consolas. Además, esta entrega sirve para acabar la trilogía de The Legend of Spyro, la cual se inició con Un nuevo comienzo y continuaría con La noche eterna. Esta historia comenzó en PS2, GC y Xbox, continuó en PS2 y Wii y, para el gran final, repite en PS2 y Wii y se expande a 360 y PS3. ¿Qué tal se defiende nuestro querido dragón en la alta definición? Pues de manera un tanto dispar, pese a conservar su encanto.
El nuevo Spyro sigue siendo un juego que hará las delicias de los aficionados, que satisfará a los más pequeños de la casa que todavía desconozcan la franquicia. Pero no pueden ocultar sus problemas técnicos, ya que se ve afectado, principalmente de una jugabilidad poco pulida que requería algo más de tiempo de desarrollo. Ese es su principal problema, que el usuario será capaz de pasar por alto o no según el interés que despierte en él la franquicia. Lo que no cabe duda es que resulta muy satisfactorio como capítulo final de una trilogía que, en su segunda entrega, nos dejó una línea argumental abierta con muchos cabos por atar.
Pese a que logran soltarse de su cautiverio, en pleno enfrentamiento contra un gigantesco Golem de piedra ardiente, no serán capaces de romper las cadenas que les unen. Así pues, deberán cooperar, trabajar en equipo y coordinar sus movimientos, porque el vínculo del collar que les apresa les impedirá separarse demasiado uno el otro. De este modo, se potencia mucho el modo multijugador del título, ya que dos usuarios podrán participar de forma simultánea en la partida. Dado que los dragones no pueden separarse nunca demasiado, aún jugando con la máquina controlando a uno de los dos, el paso al cooperativo es muy natural; incluso, la cámara se puede situar en mejores ángulos que jugando en solitario.
En caso de compartir nuestra odisea con la máquina, podremos cambiar el personaje que controlamos en cualquier momento, con sólo pulsar un gatillo. Un enfoque original al sistema de juego, que nos permitirá, o mejor dicho, requerirá ir cambiando de uno a otro miembro de la pareja, explotando sus habilidades particulares para solventar las mil y una vicisitudes a las que nos enfrentaremos, especialmente en lo que a puzzles se refiere. Si bien argumentalmente no aporta mucho más que un sencillo viaje en busca de la libertad personal y global, nuestros héroes se encontrarán con varios compañeros que harán su aventura más cómoda.
La ayuda de dichos personajes secundarios será esencial en más de una situación. Mayoritariamente, su apoyo se concentra en las secuencias de vídeo, aunque no faltarán las secuencias de plataformas en las que nos guiarán por el camino a seguir, e incluso entretendrán a los enemigos para que podamos avanzar y cumplir tal o cual cometido. Eso sí, en otras ocasiones deberemos enfrentarnos a las oleadas de enemigos sin que los secundarios, presentes en la escena, se preocupen por mover ni un dedo. Lo cierto es que estas situaciones desconciertan un tanto al usuario, que no sabe hasta qué punto puede confiar en su acompañante.
En ciertos aspectos, no se puede negar que se ha sabido sacar partido a las máquinas de esta generación, y por lo general, Spyro resulta un título bastante satisfactorio. Los personajes están bien animados, y los escenarios, pese a su sencillez, cuentan con un bastante satisfactorio grado de detalle. No faltará un gran colorido, que pone todavía más de relieve el universo tan particular en el que nos encontramos. Un juego para todos los públicos en su planteamiento que dejas claras sus intenciones desde una primera toma de contacto visual. Pero al ojo experto, no se le pasarán por alto algunos detalles bastante graves.
Por ejemplo, la inestabilidad gráfica de la que hace gala. Por poner algunos ejemplos, nos hemos topado con una escena de vídeo en la que una parte esencial del título como son los collares que mantienen unidos a los personajes protagonistas, empezaban a parpadear antes de desaparecer sin motivo. Tampoco faltan las situaciones en las que los personajes se pueden atravesar unos a otros, o algún que otro elemento del escenario. Lo peor de todo son las exageradas, constantes y dolorosas bajadas de la tasa de frames, centradas principalmente en los combates.
Será en el apartado sonoro donde Spyro sacará lo mejor de sí mismo. La banda sonora es digna de las mejores producciones de Hollywood, con tonos épicos y efectos bastante intensos, capaces de resultar creíbles dentro de un entorno fantástico como el que nos ocupa. Destacar especialmente el buen trabajo de doblaje a nuestro idioma; como ya pasó en las entregas previas, no se ha podido contar con grandes nombres como Mark Hamil o Elijah Wood para dar vida a los personajes, pero no se puede negar el buen hacer de nuestros actores de doblaje dentro del juego.
Aparte del salto (y, por extensión, del vuelo, que en esta entrega podrá ser libre por todo el escenario) y del ataque básico, nuestros dragones tendrán a su disposición varios ataques especiales. Mientras Spyro tendrá ataques elementales como fuego, rayo, agua y tierra, Cynder será una especialista en viento y otras características más especiales como veneno. La combinación de ambos personajes será esencial a lo largo del título; si jugamos solos, deberemos cambiar constantemente entre uno y otro. De hacerlo acompañados, cooperar con el segundo jugador.
Los escenarios están poblados de cristales que dan gemas al golpearlos, de distintos colores: rojo para la vida, verde para los ataques especiales, o azul para conseguir puntos de experiencia. Los primeros tienen una función bastante evidente, pero este último servirá para poder comprar nuevos ataques especiales con los elementos que comentábamos antes. Desgraciadamente, no están del todo bien ajustados los poderes, y mientras algunos son espectaculares y potentes, otros serán bastante inútiles, limitándose bastante su uso a situaciones concretas en las que un puzzle nos requiera utilizarlo.
Un problema importante nos lo encontramos en el sistema de combate. Bastante decente de por sí, con un número considerable de técnicas y ataques disponibles, pero lastrado considerablemente por las constantes ralentizaciones. El juego se cala demasiado con cada golpe que acertemos, lo cual resta interés a unos enfrentamientos que, para bien o para mal, son bastante habituales. Caóticos de por sí, al estar involucrados demasiados personajes a la vez, las bajadas de la tasa de frames les hace perder puntos tanto a nivel jugable como visual, donde pierden gran parte de su posible espectacularidad.
El equipo intentó innovar, pero los esfuerzos no han resultado del todo satisfactorios. Destaca ese sistema de vuelo libre, que es más caótico y complicado de lo que debería. Pero pese a todos sus problemas evidentes, el juego puede ofrecer una alternativa interesante para los más pequeños de la casa, que no se fijarán tanto en su apartado técnico; además, gracias a cooperativo, es un título ideal para que los padres participen y ayuden a sus hijos a superar las diversas situaciones a las que les someterá el juego. No en vano, Spyro consigue mantener intacto su carisma y su atractivo.
Correcto
No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.