El bien o el mal, tú eliges

Item: Spider-Man: El reino de las sombras
Rating: 7

Sin la excusa de una película, Spider-Man regresa a la actualidad del ocio electrónico con El Reino de las Sombras, una aventura inédita que narra una trama exclusiva, nunca vista en los cómics. La invasión de los simbiontes, la doble moral de Spidey y una amenaza postapocalíptica son las claves de un juego con gran potencial.

Pablo González

Actualizado a 24 de septiembre de 2014 11:42 CEST

Mientras que Sam Raimi y Marvel siguen peleándose por sacar algo en claro para Spider-Man 4, el trepamuros más querido del mundo del cómic regresa a los circuitos de nuestra consola con Reino de las Sombras, un título en torno al cual ha habido bastante secretismo, como ocurrió con el anterior '¿Amigo o enemigo?', lo que nos hacía pensar en la calidad final que atesoraría. Tercero para máquinas de nueva generación, Reino de las Sombras debía recuperar a los fans del héroe que se perdieron con el juego anterior, y a grandes rasgos lo consigue haciendo gala de un potencial más que evidente.

Lo primero que hay que aclarar es que Shaba Games y Treyarch, desarrolladores del título, han vuelto al sistema de juego de Spiderman 3. Esto significa que estamos ante un mundo abierto, una inmensa recreación de Nueva York con un tamaño espectacular y que nos llevará recorrer bastantes minutos de lado a lado. Podemos hacer pequeñas misiones secundarias, recoger objetos, etcétera, si bien lo principal es seguir el hilo argumental que en esta ocasión es para quitarse el sombrero. De lejos, el más cuidado de un juego de Spiderman hasta la fecha.

Escrito por Mark Walters y Brian Reed, este último involucrado también en la historia de Ultimate Spider-Man, el juego se inicia con una cinemática espectacular en la que Spider-Man camina por una azotea. De fondo, soldados de S.H.I.E.L.D. se enfrentan a simbiontes voladores; las fuerzas del bien han sucumbido. Los simbiontes se han adueñado de la ciudad y Spiderman, cabizbajo y pensando en momentos que ya han sucedido, se tira edificio abajo y va rebotando sobre varios de estos simbiontes.

Una vez en tierra llega un coche con Mary Jane y Luke Cage. MJ porta un arma, los simbiontes siguen a sus anchas por el escenario, se deja entrever una situación límite y apocalíptica. Pasados unos minutos, Spidey se cruza con Veneno, adquiere el traje negro y comienza un combate épico que cierra el prólogo de la historia. En un ejercicio magistral y cercado al mundo cinematográfico, se inicia un flashback en el que empezamos a jugar. Cuatro días antes de la invasión, descubriremos qué, cómo y por qué sucedió todo.

Sin género de dudas el elemento más interesante para volver al universo del trepamuros era una historia potente y bien contada. Reino de las Sombras la tiene y no se queda ahí, sino que ademas de Veneno nos cruzaremos con infinidad de personajes que van desde Buitre hasta Gata Negra, llegando incluso a hacer equipo con Lobezno. La actual tendencia de Marvel de hacer que sus películas tengan diferentes nexos (a modo de cameos) para preparar el terreno para el film de Los Vengadores se adopta también en este juego. Spidey llega a hablar de Tony Stark (Ironman), de hecho hay anuncios suyos por las calles, así como de otros entre los que se incluye Reed Richards (Mr. Fantástico) en secuencias de lo más divertidas.

Y nada mejor que la variedad para enriquecer una historia tan bien presentada: en determinados momentos del juego, podemos tomar decisiones, elegir si queremos seguir el camino del bien (traje rojo) o del mal (traje negro). Dependiendo de lo que escojamos cambiarán elementos de la historia, llegando así a desbloquearse hasta cuatro finales radicalmente diferentes. Sobra decir que verlos todos es uno de los puntos de interés de Reino de las Sombras, cuya duración oscila entre las 10-12 horas de juego.

Jugabilidad
Como se decía anteriormente, Spiderman Reino de las Sombra deja atrás el sistema de juego del paupérrimo Amigo o Enemigo para presentar otro sandbox, un mini-GTA en el cual tenemos a nuestra disposición una ciudad completa por la que ir de un lado a otro haciendo misiones y cumpliendo objetivos. Lo que hacía tan bueno Spider-Man 2 y Spider-Man 3 era sin duda la variedad de misiones que presentaba desde el primer minuto, algo que más o menos se ha respetado en esta entrega.

El único problema es que tarda mucho más en llegar que en aquellos juegos. La primera hora de Reino de las Sombras es algo repetitiva, consistiendo todo en acabar con pandilleros, sin más. Por tanto es un título que requiere un poco más de tiempo, hay que darle una oportunidad o un margen para descubrir que tras una carcasa de monotonía se esconde una aventura llena de buenas ideas, algunas de ellas plasmadas de forma más que meritoria.

Las misiones en este caso son también variadas y van desde acabar con grupos de enemigos (pandilleros, mecas o simbiontes), hasta recoger varios objetos, rescatar ciudadanos, hacer explosionar una bomba, seguir a un furgón de refugiados o hablar con un personaje concreto para que nos de más información. Por supuesto todas pueden realizarse en cualquier momento, siendo unas obligadas -al final, habrá que hacerlo sí o sí- y otras tantas optativas. En total 60 de estas últimas, consideradas 'de bonificación'.

Más allá de esto están los habituales objetivos de los juegos de Spiderman: la recolección. En este caso son arañas brillantes, más de 2.000, que sirven para subir de nivel al hombre araña y con ello hacerle más poderoso y ágil. Desgraciadamente todo esto hay que obtenerlo en la primera partida, puesto que una vez se completa el juego no existe la opción de rejugarlo con todas las mejoras disponibles y las demás arañas obtenidas. Se vuelve a empezar de cero, lo cual sólo de pensarlo le resta un poco de gracia al asunto.

Si bien en este aspecto previamente comentado Reino de las Sombras no demuestra una calidad desorbitadamente alta, sí que la atesora el sistema de combate, mucho más cercano al de juegos como God of War que al de los Spiderman previos. Pasa como siempre: al principio, el traje de Spiderman apenas posee habilidades, por lo que habrá que derrotar enemigos y superar misiones para conseguir experiencia con la que mejorar al personaje. Cada traje (rojo y negro) dispone de su propia rama de habilidades y todas ellas cuestan una buena cantidad de experiencia.

Al principio, lo que se presenta es muy simple: combos de pulsar repetidamente X, alguna patada o un ataque aéreo, y poca cosa más; poco a poco las cosas cambian. De los rutinarios puñetazos se pasa a técnicas como un ataque en forma de tornado, segadas en el aire, combos sobre el suelo, lanzamientos, llaves, agarres entre los que se incluye coger al enemigo y usarlo a modo de tabla de Snowboard, hacer explosionar cuerpos, lanzarlos contra otros, saltar de forma que se permite atacar a los enemigos como si fuesen bolos, etcétera.

El sistema de combate es rico y profundo, y una vez se tienen suficientes mejoras es todo un reto aprender a dominarlo .Además de vistoso, se le saca máximo partido acorde a cada uno de los rivales a los que nos iremos enfrentando, desde golpes físicos hasta técnicas con proyectil en las que disparamos una bola de tela a modo de Hadouken. El control se amolda además a todas las necesidades, delegando cada botón a una función concreta y asignando los combos para que fácilmente puedan realizarse sin mover el dedo de un extremo a otro del pad. Sobra decir, de todas formas, que todo es configurable.

Una de las novedades es que desde el principio tenemos tanto el traje negro como el traje rojo. Presionando un botón podemos cambiarlo automáticamente, funcionando también dentro de las batallas y pudiendo enlazar combos de una parte y otra. Esto hace que cada enfrentamiento sea un campo de experimentación, lo cual le suma diversión a un concepto que ya de por sí es suficientemente atractivo. Por supuesto las cosas no se limitan a esto, sino que además, como ocurría en Spider-Man 3, se han recuperado los Quick Time Events.

En determinados momentos de los combates o en algunas cinemáticas, debemos presionar unos botones para interactuar con lo que sucede. Hay menos que en Spider-Man 3, pero siguen siendo clave para determinados combates. Y sobre estos, hay que aclarar que la parte de los jefes es espectacular. Sin llegar a la magnificencia de Lost Planet, por citar un título 'reciente' y no recurrir a Castlevania o Contra, cada una de las batallas del juego es sumamente divertida, diferente a las demás y en casos concretos, espectacular. El combate contra el Buitre, por ejemplo, se realiza siempre en el aire y usando diferentes puntos de apoyo para mantenernos a su nivel, siendo realmente espectacular.

La dificultad es otro aspecto que se ha pulido en Reino de las Sombras. En Spider-Man 3, algunos combates contra pandilleros eran más complicados incluso que los jefes, debido a una absurda prioridad a nivel de potencia en algunos de los NPCs. Sin embargo en Amigo o Enemigo se abandonó toda la IA en pos de enemigos simplísimos y poco cuidados. Ahora tenemos un término medio: los enemigos simples no molestan demasiado, los simbiontes por el contrario son mucho más inteligentes y los jefes van con todo por delante hasta darnos caza.

El hecho de que Reino de las Sombras abandone la posibilidad de seguir jugando la partida tras completar el juego le resta algún punto a nivel de rejugabilidad, si bien se compensa -en parte- con el añadido de los logros, como sucede en todos los juegos de Xbox 360. Son bastante variados, siendo mayoritariamente del modo historia, y habiendo otros como derrotar a cantidades de enemigos (100, 500 y 1000), hacer combos de un número concreto de impactos, obtener cada uno de los finales, etcétera.

Apartados técnicos
Y llegamos al punto que más daño hace a Reino de las Sombras. Después del mediocre 'Amigo o Enemigo', que parecía un port en consolas next-gen de un juego de PS2, era evidente que el nuevo título de Spider-Man iba a contar con un apartado gráfico mucho más cuidado. En este caso, estamos ante el Spider-Man más vistoso hasta la fecha. Los modelados de los personajes son robustos y están muy bien perfilados, nada que ver con los personajes iluminados de Spider-Man 3.

Todos los modelados en pantalla están bien hechos, cuentan con una cantidad de polígonos nada despreciable y las texturas de las que hacen galas son un espectáculo. Esto se incrementa en las cinemáticas, realizadas completamente con el motor del juego y que desde el primer minuto (el prólogo) demuestran que si bien no es un título al nivel de los triple A, sí que sabe jugar bien con los recursos de los que dispone. Claramente es un paso adelante con respecto a la adaptación de la película de Sam Raimi. Al menos, hasta cierto punto en el que todo lo conseguido se viene abajo con el tercer -y último- acto del juego.

En este momento, la ciudad está superpoblada y hay infinidad de efectos en pantalla simultáneamente, lo que provoca unas caídas de frame rate bastante exageradas, habiendo ralentizaciones continuadas, obligando' al jugador a subir a zonas donde haya poca densidad de polígonos para que las cosas no vayan excesivamente mal. Cierto es que sólo sucede en momentos puntuales, pero es algo que a estas alturas de generación debería estar más que superado, sobretodo considerando que Spider-Man 3 funcionaba con una fluidez asombrosa.

De la misma forma, hay algunos bugs que afectan negativamente al juego. Enemigos que se quedan atrapados en alguna pared, por ejemplo, otros que desaparecen la cámara también juega malas pasadas en algunos momentos, sobretodo cuando Spidey se pega a un edificio pequeño con varias paredes y es difícil coordinar sus movimientos. Esto se incrementa en la recolección de arañas, puesto que algunas están situadas en zonas poco accesibles.

A nivel sonoro encontramos un buen trabajo en todos los aspectos. La banda sonora es correcta, con algunos temas muy movidos y que recuerdan a los de las películas y la clásica serie de animación, así como melodías con coros para reafirmar el dramatismo de determinadas secuencias. Los efectos de sonido tampoco está mal, al igual que el doblaje, como era de esperar completamente en castellano, si bien los actores no son los mismos que en los films, ni en castellano ni en la versión inglesa.

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.