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Midnight Club: Los Angeles Remix

Midnight Club: Los Angeles Remix

Las mejores carreras urbanas

Midnight Club llega también a PSP. Una ciudad más y prácticamente todas las características de las consolas de alta definición, adaptado a la portátil de Sony con mucho acierto. Posiblemente, uno de los mejores juegos de conducción para PSP.

Actualizado a

La serie Midnight Club regresa por segunda vez a PSP, acompañando a las versiones para las consolas de alta definición. El espíritu de la serie no se ha visto atenuado ni un ápice, y esta segunda entrega portátil, que lleva el subtítulo de L.A. Remix, mantiene todas la señas de identidad al mismo tiempo que nos ofrece un juego de conducción muy digno y satisfactorio, de lo mejor que se puede encontrar en el catálogo de la consola de Sony.

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Como el propio nombre indica, todo está ambientado en la ciudad de Los Ángeles. Un mapa complejo, de grandes dimensiones, con grandes avenidas, callejones, autopistas e incluso vías de tren, que servirá de escenario para las más intensas competiciones a velocidad de infarto. Lo cierto es que la ciudad es una auténtica maravilla técnica, no sólo por su tamaño, sino por la cantidad de detalle que tiene. Por si fuera poco, el Remix hace referencia a que cuenta con una segunda ciudad, la de Tokio, alargando y mucho la vida del título.

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Nuestro objetivo en el mundo suburbano de Midnight Club será llegar a convertirnos en el rey de las carreras callejeras. Empezaremos siendo el típico Don Nadie que tiene mucho camino por recorrer ante sí, y empieza a trabajar arduamente para lograr hacerse un hueco entre los nombres más importantes de la ciudad. La tarea no será, precisamente, sencilla, ya que la ciudad está llena de gente con ansias de competir, y campeones en prácticamente todas las configuraciones de vehículos posibles. Los retos nos llegarán de forma constante, y tendremos en todo momento un buen número de misiones entre las que elegir.

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Hay una gran variedad de tipos de carrera. Por ejemplo, nos topamos con carreras para llegar de un punto a otro con total libertad para elegir el camino (los atajos serán esenciales); competiciones con puntos de control, a pasar por ellos en orden o no, en los que habrá que ceñirse al trazado ya definido (aquí habrá que tener mucho cuidado de no equivocarnos de camino, ya que nos puede costar la carrera); torneos al mejor de tres o al mejor de cinco, en el que habrá que ganar dos o tres carreras para poder vencer; contrarrelojes; y carreras cortas arrancando desde un semáforo en rojo. La variedad es muy satisfactoria y el carácter abierto del título nos pone en bandeja un buen número de posibilidades.

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Además, la oferta se ve complementada por diferentes torneos por puntos, misiones en las que debemos llevar un coche (intacto, a poder ser) a donde nos indican en el tiempo determinado, y venganzas en las que deberemos destruir el vehículo del contrario. Como complemento a estos modos más organizados,  paseando por la ciudad, podemos dar luces (o viceversa) a un vehículo para retarle a una carrera. Las posibilidades son casi ilimitadas, y constantemente recibiremos nuevas misiones en nuestro GPS, por lo que podremos decidir cómo queremos avivar nuestra leyenda.

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Obviamente, no todo será tan sencillo, ya que correr a velocidades tan elevadas por la ciudad no deja de ser delito, y la policía estará allí para perseguirnos si se da el caso. El radar nos indicará dónde se encuentran los agentes de la ley en todo momento, y lo ideal será evitarles, ya que sino se lanzarán a nuestra captura en una intensa persecución de la que es posible escapar, pero será muy difícil llegar a conseguirlo. Nuestro castigo será una buena multa (acorde al tiempo de persecución) y una visita a la comisaría, algo que nos puede dejar a bastante distancia del sitio al que queríamos llegar, debiendo volver a recorrer media ciudad.

Junto a la comisaría, el lugar que más visitaremos será el taller, en donde podremos modificar los coches a nuestro antojo. Eso sí, las posibilidades de personalización serán muy inferiores a las que nos encontramos en las versiones mayores del juego. Sigue siendo posible, no obstante, modificar un buen número de variables, como el aspecto externo, la carrocería (capó, llantas y demás modificaciones internas), cambiar el motor o modificar el rendimiento de nuestro coche (muy importante el nitroso). También será posible ver otros coches y adquirirlos, siempre y cuando esté disponible y tengamos el dinero.

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De por sí, Midnight Club Los Angeles ya ofrece una experiencia abierta y llena de posibilidades, en la que es posible perderse durante horas, participando en un torneo aquí y una carrera allá. Pero esa sensación se potencia, y mucho, gracias al excelente modo multijugador, para hasta cuatro jugadores en su versión para PSP. Tendremos a nuestra disposición todos los tipos de carrera arriba mencionados, además de otros modos exclusivos para le multijugador, como el Capturar la Bandera que ya tenían las versiones mayores. A mayores, tendremos el modo Pintar, en el que pelearemos por pintar un porcentaje determinado de puntos de control del color de nuestro vehículo; y el Pilla-pilla en la ciudad de Tokio, en el que se representa el típico juego infantil.

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La curiosidad es que estos enfrentamientos online (así como las carreras arcade) tendrán un curioso sabor a títulos como Mario Kart, al poder llevar hasta dos objetos para causar efectos a los rivales. En total serán diez, desde escudos hasta hacerse invisibles, pasando por nitros, congeladores, agresiones… Son de todo tipo, y aunque al principio desentonan bastante debido al estilo del juego, pronto se olvida ese hecho y se disfruta de un modo muy divertido.

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Jugabilidad
La conducción de Midnight Club es muy satisfactoria. Tendremos la sensación de ser capaces de controlar nuestro vehículo en todo momento, y no nos desesperaremos ante ningún tipo de imprecisión, ni podremos achacar nuestra derrota a que el mando no ha respondido como nosotros queríamos. Fluido, sin grandes complejidades y muy satisfactorio, la obra de Rockstar es, posiblemente, uno de los juegos que mejor explotan el analógico de la PSP, que se adapta a la perfección a las indicaciones que le damos.

No cabe duda de que la oferta de Midnight Club es muy completa y atractiva, y que encierra un gran número de horas de juego. Pero no se trata de un juego sencillo, y su versión de PSP también viene acompañada de una dificultad que, si bien se antoja bastante atenuada con respecto a las versiones mayores, se sigue haciendo notar. Hay que tener mucho cuidado en los tramos finales de la carrera, ya que fácilmente nos puede adelantar alguno de nuestros rivales sin saber muy bien por qué. Abrir hueco estando en primer lugar es muy difícil, y el más pequeño despiste nos puede costar la derrota en los últimos compases de la carrera.

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Como es evidente, será muy importante conocernos bien los recorridos de la ciudad, para saber dónde se encuentran los mejores atajos para utilizarlos durante las carreras. Es por eso que tendremos que dedicarle bastantes horas al título, tanto para perfeccionar nuestro estilo como para conocer bien el terreno por el que nos movemos. Además, tendremos un buen número de vehículos a nuestra disposición, que podremos intentar conseguir buscando el que mejor se adapte a nuestras características.

Tendremos catorce coches de potencia, dieciséis tuneados, nueve exóticos y cuatro de lujo, además de tres motos; pese a añadir toda una ciudad adicional, no se ha sacrificado ni uno sólo de los vehículos de las versiones mayores. Cada uno de ellos tendrá sus propias características, alcanzando velocidades máximas muy diferentes. Obviamente, su categoría será bastante significativa en lo que respecta a su precio: un Golf GTI nos valdrá 3.000 dólares, un Chevrolet puede costarnos 50 o 60.000 dólares, pero ya un Mercedes SL65 se nos va a los 187.000 dólares, y el más caro de la familia, el Saleen S7, nos exigirá un desembolso de 580.000 dólares. Todos ellos están perfectamente representados, y será un placer ir experimentando entre ellos.

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Un elemento curioso del juego es la posibilidad de ir a rebufo de nuestros rivales. De este modo se recargará un medidor que, una vez al máximo, nos permitirá utilizar un turbo que nos facilitará el adelantar a nuestros rivales. Pero ellos también podrán hacer lo mismo, por lo que se acabará convirtiendo en una batalla estratégica por intentar evitar que utilicen nuestro rebufo para ganarnos en la última curva. Posiblemente, este sea uno de los puntos que dificultan el juego.

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Apartado técnico
Poco se le puede reprochar a Midnight Club en lo que a su aspecto visual se refiere. La ciudad es enorme y está muy detallada, cuidada y trabajada, incluso en la consola portátil. Las dimensiones de la ciudad son muy considerables, tanto en Los Angeles como en Tokio, y pese a todo, podemos movernos por ella sin ningún tipo de ralentización o problema visual. Pocos títulos del catálogo de la portátil alcanzan ese preciosismo visual, clara muestra de que Rockstar le tiene el pulso bien tomado a la máquina. Todo ello acompañado de una excelente banda sonora, con pistas muy pegadizas y de todo tipo, y unos efectos trabajados y bastante realistas. Y además, a diferencia de la versión de lata definición, tendremos subtítulos en las llamadas telefónicas.

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Si bien es muy satisfactorio ver cómo la ciudad de Los Angeles, y su nueva compañera Tokio, tienen esas dimensiones tan importantes y podemos movernos por ellas sin sufrir ningún tipo de problemas, también es inmejorable el modo en el que transcurre el modo multijugador, fluido y veloz, sin problemas de ralentizaciones de ningún tipo. Diversión en estado puro, un título muy completo que se ve potenciado por esa ciudad adicional que añade mucho valor al título.

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9

Excelente

Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.