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La caída del gigante

PES 2009 ha sido una decepción mayoritaria. Después de unas versiones mejorables, creíamos poder asistir al resurgir de la saga. Nada más lejos de la realidad. ¿Qué le pasa a la saga que mejor reflejaba el fútbol virtual?

Soy fan de PES, por convicción. Han sido muchos años disfrutando de la mejor mecánica de juego, de la libertad más amplia posible para hacer en pantalla lo que se me pasaba por la cabeza, de las posibilidades que nos brindaba una IA adelantada a su tiempo. Pro Evolution Soccer ha sido durante una década, la referencia del fútbol digital sin ningún tipo de discusión ni de polémica posible. No era el mejor gráficamente hablando, ni siquiera poseía las licencias millonarias que EA Sports sí podía pagar. Los fans de PES estábamos enamorados de su JUEGO, lo más importante.

Pero llevo tres versiones de desilusión. Desde el primer PES 2006 de Xbox360, pasando por los dos últimos capítulos de la saga, Konamityo no levanta cabeza. Estamos asistiendo en primera fila al deterioro de un nombre mítico en el mundo de los videojuegos. Se está manchando la saga más realista de fútbol con unos productos muy por debajo de lo que se espera de ellos. No logramos saber las causas reales, y personalmente me parece distinguir una incapacidad para amoldarse a esta generación alarmante. Konami en general está pasando por una etapa muy oscura en cuanto a juegos innovadores y de calidad, máxime si hablamos de juegos para las consolas actuales (Silent Hill Homecoming no pasa de ser un juego competente, por ejemplo) y sólo la excelente saga de Kojima protagonizada por Solid Snake soporta el peso de llevar el logo de Konami con dignidad por las salas hogareñas de medio mundo.

Su otra gran baza era el juego deportivo de Seabass Takatsuka, donde triunfaba tanto en el mercado nipón como en el europeo. Winning Eleven y PES (tanto monta, monta tanto) mantenían año tras año el nombre de Konami en lo más alto. Eso se acabó, sobre todo porque enfrente EA Sports ha sabido innovar y asimilar los mejores conceptos de PES (negarlo es tontería, pero... ¿qué compañía no copia las cosas buenas de las demás?) y el propio PES se ha deshinchado en cuestión de dos versiones. Intento reflexionar sobre las causas, y realmente todas ellas me llevan a un problema: el económico.

Mi teoría: Konamityo no posee presupuesto para empezar desde cero el desarrollo de un motor gráfico de nueva generación, con el coste de personal, tiempo y recursos que ello implica. Estamos viendo animaciones que se llevan repitiendo más de un lustro, modelados que no mejoran en nada, y unos controles que se revelan arcaicos para estos tiempos (sobre todo el control digital de movimiento en ocho direcciones, que después de ver los de FIFA09 resultan totalmente ortopédicos y primitivos). No hay mejora en los controles, la IA va para atrás para potenciar el fútbol ofensivo (las bandas siguen siendo unas autopistas) y en general, el juego destila una desidia y una sensación de autocomplacencia alarmante. Claro está que esta teoría no tiene pruebas, sólo puedo elucubrar y sacar conclusiones en base a mi experiencia en el género y desde lo que puedo ver en primera persona: el juego que sale a la venta.

La situación ha cambiado. Los papeles se han tornado entre los dos contendientes, y el que antes presentaba un juego muy mejorable, ahora posee el modelo a seguir. Konami, que antes miraba a FIFA desde arriba, ahora se encuentra varios pasos por debajo. No discuto que los fans más firmes de la saga se sigan divirtiendo con el juego. En parte lo entiendo, y en la mayor parte no. Y es que a los mejores es a los que hay que exigirle más, y a Konamityo hay que medirlo por el rasero más exigente que exista, porque eran los mejores. Está claro que el batacazo que se está pegando esta saga es de órdago, pero sólo puede pasar por una causa: la caída es la más fuerte porque la distancia que tenían hasta el suelo era la más alta posible, ya que estaban en la cima.

A ello también ha contribuido la pérdida de licencias de ligas y clubes, presentando este año un pírrico número de equipos oficiales. Siete en España, dos en Inglaterra, por ejemplo. Pero el problema principal no es ese, ya que hemos jugado a esta saga durante años con Ravoldi, Roberto Larcos o Facú. También con Castolo, Miranda y cía. sin importarnos, ya que el 'juego' en sí nos hacía olvidar todo lo demás. Es hora de que se centren de nuevo en esa parte, la más importante, la que los ha llevado a la cumbre y ahora los empuja al fondo. Espero que pronto recuperemos esta mítica y excelente saga, que se ha visto empujada a las sombras debido a la falta de innovación y, creo, por no tomar en serio a la competencia. PES no se merece lo que están haciendo con su nombre.

Esta columna es una opinión personal del autor que no representa necesariamente la de MeriStation.

Pro Evolution Soccer 2009

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Nueva entrega de esta serie de simulación futbolística.
Carátula de Pro Evolution Soccer 2009
6.5