Kirby Super Star Ultra, Impresiones

La bola rosada vuelve a Nintendo DS por tercera vez, en esta ocasión recordándonos con uno de sus mejores juegos el porqué de su éxito. Super Star Ultra es divertidísimo y, tras probar la versión americana, no nos queda ninguna duda: Kirby ha vuelto por todo lo alto.

Anunciado casi a escondidas el pasado mes de julio en el E3 de Los Ángeles, Kirby vuelve a Nintendo DS una vez más para demostrarnos que hay vida más allá de Mario, Luigi y los demás habitantes del Reino Champiñón. Esta nueva incursión de la bola rosada en la portátil de doble pantalla es ya la tercera desde el lanzamiento de la consola, y en cada una de las ocasiones nos hemos encontrado con una cara diferente del clásico personaje de Nintendo

En 'El pincel de poder', Kirby era desprovisto de sus miembros y rodaba por la pantalla ayudado por el ‘pincel mágico'. Nosotros debíamos dibujar su trayectoria, creando improvisados caminos con tinta mágica hasta llevarle al final de cada uno de los niveles. Posteriormente, 'Roedores al ataque' devolvió el personaje al clasicismo, en una aventura con sabor añejo, más cercana a los clásicos de SNES o los últimos de GBA.

Ahora, con Super Star Ultra tenemos una ‘simple conversión'. No es un juego nuevo, sino el relanzamiento en Nintendo DS del que probablemente es el título más recordado de Kirby para Super Nintendo, un compendio de minijuegos a cada cual más divertido y que, en esta ocasión, añade elementos táctiles adaptando así todas las pruebas a la pantalla inferior de la consola. Tras probar la versión americana, podemos confirmar que la adaptación ha sido perfecta y que los nuevos añadidos no hacen sino aportar solidez a una base que, de por si, ya es fantástica.

Nada más empezar a jugar se puede advertir uno de los añadidos más notables del cartucho. Ahora, cada minijuego cuenta con una introducción y un final en tres dimensiones de una calidad que nada tiene que envidiar a algunos títulos para consola de sobremesa. No es que la saga se caracterice por su gran guión, pero es sin duda de agradecer este añadido puesto que, además, sirve para realzar el aspecto cómico de algunas de las fases.

Mediante un menú simple, se accede a todos los modos de juego incluidos. Al principio sólo está disponible Spring Breeze, al que se le añaden posteriormente cinco más, así como tres minijuegos accesibles también desde el inicio. Spring Breeze es, a groso modo, un remake muy rápido del primer Kirby Nightmare in Dreamland, recuperando los jefes finales de aquel clásico y haciendo a Kirby enfrentarse contra ellos, siendo el último de todos el Rey Dedede.

En este modo de juego se recupera el sistema clásico de la saga, por lo que nos encontramos un plataformas de avance lateral en el que hay que ir acabando con varios enemigos para avanzar. Kirby puede seguir absorbiéndolos y mimetizando sus habilidades, convirtiéndose en un poderoso espadachín o personajes con la capacidad de lanzar fuego, convertir en hielo o disparar un boomerang.

Una vez superado se de acceso a tres modalidades más: DynaBlade, The Great Cave Offensive y Gourmet Race. El primero mantiene la jugabilidad de Spring Breeze, si bien añade una novedad atractiva: Kirby puede liberar una habilidad que haya obtenido y, en base a esto, se genera un compañero que le asiste en combate. No es un modo muy largo y el jefe final es un pájaro de fuego (DynaBlade).

The Great Cave Offensive consiste en ir recuperando una gran serie de tesoros, mientras que Gourmet Race es una carrera contra el Rey Dedede en la cual el objetivo es comer más que él. Así mismo, ya desde el principio se incluyen tres minijuegos: Kirby Card Swipe, en el cual hay que adivinar el dibujo de varias cartas, Kirby on the Draw, que consiste en ir disparando a varios objetivos que salen en pantalla, y Snack Tracks, en el cual hay que comer a lo largo de un gran recorrido, esquivando bombas y gusanos.

El verdadero gran añadido es la inclusión de un modo multijugador, que permite jugar hasta a dos personas en todos y cada uno de los modos de juego. No se puede usar a través de WiFi Online, pero tampoco es algo que le haga perder excesivos puntos. Gráficamente ha mejorado con respecto al de SNES, obviando las fantásticas cinemáticas que decoran el principio y el final de los modos.