Saints Row 2, Impresiones Multijugador
Balas. Explosiones. Velocidad. Crimen. Estas parecen ser las premisas de Saints Row, el 'sandbox' de THQ y uno de sus principales títulos de cara a esta temporada. Viajamos hasta el corazón de Europa, hasta Praga, para dejarnos las manos probando en profundidad todas las virtudes de la que puede ser una alternativa digna para los seguidores de este género.
Balas. Explosiones. Velocidad. Crimen. Estas parecen ser las premisas de Saints Row, el 'sandbox' de THQ y uno de sus principales títulos de cara a esta temporada. Viajamos hasta el corazón de Europa, hasta Praga, para dejarnos las manos probando en profundidad todas las virtudes de la que puede ser una alternativa digna para los seguidores de este género.
La dirección que tomó Rockstar con su GTAIV, tanto en planteamiento como en desarrollo y mecánica, han dejado un vacío importante entre los sandbox. Un vacío que no pocas son las que quieren llenar, dado el enorme público potencial con el que cuentan actualmente. De hecho, estamos hablando de un género prolífico como pocos, que vio en la anterior generación cómo la formula engrasada por la saga Grand Theft Auto se veía, en algunos casos con más personalidad que otros, copiada hasta la saciedad. No obstante, con Xbox 360 recién salida al mercado, fue una Volition muy astuta la que dio el primer paso en la alta resolución con Saints Row. Tomando como raíz lo que pudimos disfrutar en San Andreas, muchos se encontraron satisfechos con lo visto, ya que aportó factores propios así como una dinámica lo suficientemente interesante, manteniéndonos a los mandos durante su campaña y sus divertidas misiones secundarias. La respuesta del público fue buena, así que se aventuraron a anunciar su secuela.
El problema está en que el panorama ha cambiado por completo en estos tres últimos años. Tenemos algunas propuestas más que interesantes en el mercado, y, por si fuera poco, el gigante carisma de Niko Bellic ya ha arrasado en las listas de ventas. Pero aún así, ninguno de ellos ha optado por esa estética pandillera ni por ese enfoque tan concreto. Así, Volition se preparan para satisfacer a un tipo de usuario muy diferente; buscando la pura y dura diversión alocada, gamberra y llena de posibilidades. Saints Row 2 se encuentra ya en la recta final de su lanzamiento, preparándose para su desembarco multiplataforma. Así lo pudimos comprobar en Praga, una de las capitales más importantes de Europa en cuestión de turismo y cultura -lo es también, todo hay que decirlo, en el panorama erótico del continente-. Si bien ya anteriormente os pudimos relatar en detalle las características básicas de nuestro nuevo recorrido por Stilwater, ahora lo hacemos junto a un compañero en el modo cooperativo y contra otros tantos en la faceta multijugador online, desvelada por primera vez después de mucho tiempo siendo mantenida en secreto.
De nuevo atravesaremos historias independientes entre sí -esto es, podemos completar cada uno al ritmo que deseemos-, pero con detalles que las relacionan unas con otras. Esto en principio podría derivar en un menor detalle respecto a la calidad de las mismas, pero por lo que hemos visto parece ser que podrán convivir en paz sin mermar su ambición. Además, nosotros tendremos voz en el argumento, no decidiendo lo que decimos pero si oyéndonos como parte activa del argumento, algo que no ocurría en el original y que aquí se agradece sobremanera. Hacen aparición muchos de los secundarios importantes que uno podría esperar, con alguna sorpresa interesante, pero también hay nuevas incorporaciones que le añaden otra dimensión al conjunto. Sobre todo hemos visto potencial en uno en concreto, un lugarteniente de los Saints al que no tardaremos en apadrinar y llevarlo al seno de la banda.
Respecto a las tramas que hemos recorrido hasta el momento, la Hermandad y los Ronin, normalmente los diálogos no son abundantes, pero muchas veces se dice más hablando menos. Con giros cuanto menos sorprendentes, escenas de acción dirigidas con mucha sobriedad y alguna que otra misión prescindible, parece ser que en este sentido se superarán las ambiciones puestas en la primera entrega. Aún así, nos mantenemos expectantes, puesto que un juego de una envergadura como este puede dar mucho de sí, tanto en un sentido como en otro.
Cuando queramos reflejar esto en la actitud y las maneras de nuestra banda, tenemos también una enorme variedad. Se nos da hasta la capacidad de elegir entre varias poses y actitudes a nuestro gusto. Y cuando tenemos que decidir cómo serán los coches que llevemos, o cuál es el aspecto que queremos para los pisos francos donde poder organizar las misiones, lo mismo. En este sentido Volition ha hecho un enorme acierto dejando al jugador la elección de qué estética prefiere tanto para sí mismo como para los suyos y así, de paso, huir de los pesados clichés que pueblan el género.
Cualquier jugador que tenga su propia copia del juego podrá unirse a la partida, mediante Xbox Live! o PlayStation Network. Lo podrá hacer además en cualquier momento, observando todas las cinemáticas que el anfitrión observe, y guardando todos los progresos que él haga para si, por ejemplo, se da el caso de que completéis una misión más avanzada de lo que uno de los dos lleve, nos la podamos saltar si queremos cuando lleguemos a ella individualmente. No existen, además, restricciones de ningún tipo; cada uno puede estar en una punta de la ciudad, y en el momento en el que uno de ellos acceda a una posible prueba a completar, el otro deberá aceptarla para reunirse automáticamente. En este sentido todo son ventajas para que la experiencia cooperativa sea completa. Pero también se ha puesto hincapié en esos momentos aburridos donde ninguno de los dos sabe qué hacer y deciden, de un momento a otro, volverse contra su inseparable complemento. Así, en cuanto mates a tu colega se dispararán una serie de modos estilo gato y ratón' donde poder competir el uno contra el otro.
A la hora de invadir fortalezas o ir desvelando los hilos argumentales se han dispuesto los suficientes añadidos para que la experiencia cambie completamente. La Inteligencia Artificial, por defecto poco elaborada en los sandbox', se volverá más agresiva, con más unidades cruzando fuego contra el usuario y más resistentes a nuestras balas. Asimismo, también los propios objetivos se dividirán para que ambos tengan trabajo por hacer. En una fortaleza, por ejemplo, lo mejor podría ser que uno buscase una entrada por donde flanquear al enemigo mientras el otro les distrae haciendo un tiroteo desde la puerta principal. Con los vehículos, tanto de lo mismo: uno para la torreta, otro para el volante, cada uno de ellos tiene su papel en esta nueva Stilwater.
Ambos modos miden la puntuación por el dinero que se va obteniendo en cada muerte enemiga. Además, tenemos el factor de los tags', grafitis que iremos buscando por las paredes de Stilwater. Pero esto no servirá para aumentar nuestra influencia, sino para conseguir una serie de potenciadores que derivarán en un apoyo para nuestro equipo o un lastre para el contrario. Algunos de ellos son la posibilidad de cegar al rival para evitar que apunte con precisión, otro de ellos hace que puntúe doble, etcétera. Por supuesto, el hecho de tener tanto el factor vehículo como el de los susodichos tags hace que el ritmo aumente considerablemente respecto a lo que concebimos como un deathmatch normal. Aún así, en este sentido Gangsta Brawl no es nada que no hayamos visto anteriormente.
No es el caso de Strong Arm. Al principio de la partida se pondrá una actividad como objetivo; puede ser cualquiera de las que hayamos experimentado en el modo campaña, desde Fraude al Seguro hasta Destruction Derby. Estos rotarán aleatoriamente, de modo que en cuanto termine uno, tendremos que estar atentos al siguiente para así reaccionar convenientemente. Hacer esta actividad con éxito nos hará llevar más efectivo a nuestras arcas. Es, por tanto, menester evitar que el equipo contrario pueda trabajar libremente. Podremos organizarnos para poder completar la actividad a la vez que le hacemos la vida imposible al resto, o incluso tomar tags' en vez de recurrir al enfrentamiento directo. El resultado puede parecer caótico en un principio, pero una vez uno conoce la dinámica estamos hablando de un modo de lo más interesante, adictivo y longevo. Aún así, las actividades no son tantas como uno podría esperar. Esperemos que una mayor variedad de mapas supla esta carencia.
- Acción