Una competición menor

Como cada año, FIFA no se hace de rogar en su cita con todas las plataformas. Pero no todo ha sido tan fácil como en otras ocasiones, ya que Electronic Arts ha ido abandonando sus sagas deportivas en su versión para PC, por lo que es una buena noticia el hecho de que FIFA haya sobrevivido a la criba. Tampoco se han limitado a desarrollar una versión descuidada, y se trata de un interesante juego de fútbol con una atractiva oferta en cuanto a sus modos de juegos. Desgraciadamente, le faltan detalles por pulir para estar al nivel de los mejores.

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El PC ya no es el medio ideal para disfrutar de este tipo de productos, y tal vez por ello las ventas no sean tan elevadas como en las consolas de sobremesa y los recursos empleados se limitan mucho. Es por eso que FIFA 09 en PC se antoja como una mezcla entre el apartado técnico y la jugabilidad de PS2 y los modos de juego y algún detalle de alta definición de la versión para 360 y PS3. Aunque, al mismo tiempo, tiene algo de personalidad propia, las máquinas actuales daban para algo más.

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Por lo demás, nos encontramos con la colección habitual de modos: partidos amistosos, temporada, el modo Be a Pro, gestión del equipo, partidas online y completas herramientas de edición. En gran medida, todo esto será similar a lo que ya hemos visto y comentado en las versiones de 360 y PS3, por lo que no entraremos a repasar una vez más todas las características de estos modos. Están muy bien pensados y preparados, destacando sobre todo su excelente presentación. Es muy fácil acceder a todo lo que está presente en el juego, y las opciones que nos ofrece conjugan muy bien complejidad y sencillez.

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Como cabría esperar, todas las grandes licencias de la FIFA estarán presentes en el título. De este modo, tendremos un buen número de ligas con sus correspondientes categorías inferiores (por ejemplo la liga Adelante española, la serie B italiana o las cuatro categorías inferiores de la liga inglesa), al igual que en las demás versiones. Podremos hacernos con las riendas de cualquier equipo y dirigirlo en todas sus facetas, es decir, determinar dónde invertir, elegir nuestras alineaciones, definir las tácticas, controlar el mercado de fichajes, etcétera, al igual que ocurría en las versiones de las consolas de alta definición.

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Las animaciones de los jugadores es el aspecto que más se ha visto mejorado con respecto al año pasado. Movimientos bastante fluidos y reacciones creíbles por parte de los protagonistas del partido. Las caras de los jugadores están muy detalladas, pero aunque lo intentan, muchos no consiguen llegar a resultar creíbles o a recordarnos a sus homónimos reales. La hierba es de lo mejor del título, con unas texturas muy elaboradas, y la secuencia de saque de portería es un auténtico espectáculo digno de las mejores películas, sobre todo si llueve, lo cual añade un toque épico al encuentro.

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El balón rueda por el campo con mucha naturalidad, y no es algo que se pegue inexorablemente al pie del jugador, imposible de recuperar salvo haciendo falta; en esta ocasión, la pelota sigue su propio camino, y es posible robarla cruzándose en el camino del que la lleva en su control. Lo que sí, los campos se antojan de dimensiones demasiado amplias, sobre todo en la segunda división, donde en ocasiones nos da la sensación de que la pelota nunca puede salir por la banda, viendo cómo avanza inexorablemente hacia la misma pero nunca da salido, dando mucho tiempo a recuperarla evitando el saque lateral.

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Posiblemente, lo más original de esta entrega sea el novedoso y peculiar sistema de control. Como siempre, será posible utilizar un mando de control que conectemos a nuestro PC, o bien utilizar un sistema más clásico con el teclado. Pero se incluye la alternativa de utilizar el ratón combinado con el teclado, al más puro estilo FPS o juego de rol: el teclado servirá para casi todo lo relacionado con el movimiento, mientras que con el ratón determinaremos los tiros y pases, así como su potencia y algunos trucos que, de no utilizar este método, parecerían imposibles de realizar.

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El sistema de juego en sí, pese a no ser del todo malo, dista mucho de la excelencia mostrada en las versiones de PS3 y 360. Se trata de un juego divertido, pero que no es un simulador, asemejándose más a un título arcade en el que el espectáculo es lo más importante; de ahí que sea normal que los partidos acaben con abultadas goleadas sin demasiados problemas. Destacar positivamente el que los líderes de la categoría no ganarán todos los partidos y que con un par de derrotas ya nos sea imposible llegar a alcanzarles. En ese aspecto, los torneos ofrecerán muchas alternativas y habrá más de una sorpresa en el resultado final de los campeonatos.

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Un aspecto incomprensible será el tiempo añadido al final de los partidos. Si jugamos partidos cortos, ese extra de compensación llegará a ser casi tan largo como el propio enfrentamiento, pudiendo llegar a verse un 3-3 con seis goles marcados en el descuento. Esto resta, inevitablemente, realismo al título. Pero sin duda, lo peor del título son los bugs que enturbian, y mucho, los partidos. Por poner un ejemplo, nos hemos topado con una situación en la que, tras recibir un gol en contra, el equipo rival desapareció del campo, literalmente. Con nuestros jugadores situados en el campo para sacar de centro, todos los rivales se encontraban detrás de nuestra portería.

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Nada más sacar el balón, empezaron a correr detrás nuestra, pero como es lógico, no llegaron a evitar un gol total y completamente regalado. En cuanto a las carencias del propio juego en sí, se echa en falta la ausencia del excelente modo multijugador de 10 contra 10 jugadores. Del mismo modo, faltan muchas de las opciones tácticas presentes en las entregas de PS3 y 360, entregas a cuyo nivel debería encontrarse la versión para PC, en vez de haber optado por una mezcla algo extraña en la que se podría haber arriesgado más para dotar al título de mucha más calidad de la que ofrece.

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