Las carreras fuera de pista siguen inspirando títulos de conducción de diversa índole. Tras Motorstorm y Pure, juegos que sitúan al jugador a los mandos de un quad, THQ apuesta por los vehículos de mayor envergadura. Baja: Edge of control toma el nombre de las competiciones que cada año tienen lugar en Baja California, México. Todo tipo de aparatos de cuatro ruedas se dan cita en numerosas carreras situadas en circuitos agrestes a través del desierto. El título que tenemos entre manos es una recreación de estas carreras, y nos permitirá tomar el rol de un piloto recién llegado al mundillo, y que debe progresar hasta llegar a la cima.
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Para ello, empezaremos compitiendo por los coches menos potente, la clase escarabajo de 80 cv, y participaremos en carreras para aumentar nuestro caché y nuestras arcas. Según progresemos podremos ir adquiriendo nuevas máquinasde otras clases y participando en ligas y carreras más provechosas y difíciles. Por supuesto, uno de nuestros rivales más duros será el control de los coches, muy acorde con el terreno en el que nos movemos, y que nos podrá en apuros en más de una ocasión. Nadie dijo que conducir un 4x4 a toda velocidad por el desierto fuera a ser fácil, y desde luego, Baja ofrece las sensaciones que podemos esperar en este sentido.
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Gráficos
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Lanzado para Xbox 360 y PlayStation 3, el juego está revestido de polémica desde el momento de su lanzamiento. Esto se debe principalmente a la pobre conversión para la consola de Sony. Mientras que el apartado visual de Xbox 360 es correcto, aunque sin sobresalir en especial, en PS3 hallamos un título indigno de esta generación, con ausencia de filtrado, colores pobres y una tasa de imágenes por segundo simplemente insuficiente. Habiendo probado ambas versiones, solo podemos corroborar estas afirmaciones, y, sin llegar al punto de ser imposible de jugar, la experiencia queda seriamente mermada en la consola de Sony. Los constantes tirones y jaggies hacen que la imagen diste mucho de ser fluida, y hasta se vuelve incómoda según pasan los minutos.
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En ambas consolas el apartado gráfico muestra un detalle mucho mayor en los fondos y circuitos que en los coches, bien modelados pero excesivamente sencillos en su texturizado. La distancia de dibujo y la calidad de los entornos nos hacen olvidarnos rápido de que todos utilizan únicamente áreas de desierto, y acaban pareciéndose mucho en aspecto, no así en diseño. Existen una gran cantidad de kilómetros de pista, separados en infinidad de circuitos de todo tipo y longitud. Las diferentes modalidades de juego nos ofrecen trazados cerrados, pistas que escalan montañas y rectas enormes en las secciones de rally. En general, la variedad es su punto fuerte, e incorporan elementos ocasionales como zonas acuáticas o boscosas para aportar un toque diferente a los tristes tonos marrones que predominan en la paleta.
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También es destacable, para bien, la física de los vehículos y sus posibilidades de fragmentación. Nuestro coche podrá ir perdiendo partes de su estructura, verse presa de un inesperado reventón o romper la suspensión en un impacto con el suelo. Todo ello afectará al modelo tridimensional y a su comportamiento en carretera, por lo que deberemos ir con cuidado si no queremos acabar fuera de carrera rápidamente. La sensación de velocidad no se acentúa especialmente, aunque los constantes saltos y traqueteos del vehículo si que aportan la sensación de tensión necesaria en las pruebas. Por último, los efectos visuales de polvo y humo no son nada del otro mundo, quedando a un nivel simplemente correcto.
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Música y Sonido FX
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La banda sonora de Baja es una mezcla bastante heterogénea de géneros, e incluye temas que van desde el rock más agresivo hasta la música electrónica, con toques country e incluso música con sabor latino para los menús. La selección, bastante extensa, ofrece melodías para todos los gustos y permite elegir el tema que se está reproduciendo incluso durante la carrera. Al haber unos pocos temas de cada género, inevitablemente nos veremos abocados a escuchar una y otra vez las mismas canciones, si nos limitamos a uno en concreto. La configuración por defecto los deja como meros acompañamientos durante las pruebas, muy por debajo del volumen de motor y ambiente, por lo que convendrá alterarla para escucharlos bien.
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En cuanto al repertorio de efectos sonoros, existe una gran variedad de ruidos mecánicos, así como de golpes, chirridos y derrapes de toda índole. Sin resultar especialmente destacables, están ahí cuando hacen falta, aunque el ruido del motor acaba haciéndose demasiado repetitivo a los pocos minutos. El doblaje a nuestro idioma, uno de los puntos más destacables del apartado, cumple su labor notablemente, y está bien trabajado e integrado en la jugabilidad. Una voz en off aparecerá ocasionalmente para hacer las veces de narrador y explicar las nuevas características del juego que todavía no conozcamos. A modo de tutorial, se nos instruirá en cada modalidad de competición la primera vez que participemos en ellas.
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Jugabilidad
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Edge of control ofrece tres modos de juego diferentes, encabezados por el llamado baja profesional y respaldado por la carrera simple y el apartado online. En baja profesional deberemos empezar desde abajo, compitiendo con vehículos modestos antes de aventurarnos a conducir los monstruosos clase especial, de más de 800 caballos de potencia. La progresión, medida en categorías, nos ofrece más de media docena de clases de vehículos diferentes, categorizados por sus tipo y prestaciones. Al entrar en el mundo profesional iremos disputando carreras en ligas y eventos individuales, ganando tanto puntos de experiencia como créditos con los que invertir en mejoras. Desde el taller podremos tunear nuestro vehículo con nuevas partes mecánicas, o adquirir nuevas máquinas.
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Cuando gastemos nuestro dinero en un coche de categoría superior, podremos pasar a disputar las pruebas de esa categoría, que normalmente nos darán más dinero y experiencia. Aunque la mecánica es sencilla de comprender, dominar la jugabilidad de Baja nos llevará bastante tiempo, frustrando al más paciente de los pilotos por algunos detalles de su control. Como en los propios consejos del título se remarca, hay que estar atento a cada pequeño desnivel del terreno, pues tomarlos a toda velocidad supondrá movimientos no deseados en nuestro vehículo. La física toma aquí un papel exagerado, influyendo muchísimo en nuestro coche, y haciendo posible que perdamos carreras tontamente, por movimientos que no seremos capaces de prever.
Es aquí cuando nos daremos cuenta de la importancia de los ajustes de nuestro coche. Además de potenciarlo con nuevas piezas, tendremos la oportunidad de modificar una gran cantidad de parámetros mecánicos, como la altura de las suspensiones, la relación de la caja de cambios o los neumáticos que llevamos. Estos cambios son totalmente necesarios, ya que de otra forma acabaremos conduciendo un coche totalmente salvaje, que responde de forma impredecible a los baches del terreno. La combinación de un control complejo con lo irregular de los recorridos y el hecho de que los rivales son francamente duros, incluso en nivel de dificultad fácil, hacen que ganar una carrera pueda considerarse como un pequeño gran triunfo en sí mismo.
Compitiendo en las diferentes ligas, participaremos en carreras normales o fases de rally donde deberemos llegar lo antes posible de un punto de salida a uno de llegada. También se incluyen divertidas pruebas de ascensión y descenso a montañas, donde nuestro coche sufrirá una escalofriante caída si no somos cuidadosos. Además, existe otra categoría, la libre, que nos permite mezclar distintas clases de vehículos en la misma carrera. Por último, la modalidad de juego Baja, nos ofrece el reto de participar en pruebas de resistencia al volante de nuestro coche. Estas carreras pueden durar varias horas de tiempo de juego real, por lo que os recomendamos afrontarlas con paciencia y tiempo por delante. Cuando ganemos carreras, los patrocinadores se unirán a nuestro equipo y nos pagarán por acabar las carreras con su publicidad intacta sobre nuestra carrocería.
Complementando a los modos de baja profesional están la carrera simple, que nos permite elegir un vehículo de los que tengamos desbloqueados y participar en una prueba a nuestra elección. Tanto la lista de coches como la de circuitos es extensa, por lo que existen múltiples combinaciones para contentar a todo el mundo. El juego online, por su parte, ofrece los mismos modos que el individual, y cuenta con la posibilidad de partidas locales para hasta cuatro jugadores. El rendimiento visual tanto en local como por Internet es bueno, y el retraso de red no ha afectado seriamente a nuestras partidas de prueba. La diversión entre amigos está asegurada, así como los choques y los empujones. Por momentos, el título recuerda a la mítica serie Micro Machines de Codemasters, con derrapes exagerados y circuitos donde cometer un fallo implica perder la prueba.
El último de los aspectos a destacar, negativamente ahora, es la lenta progresión por el modo profesional. Esta lentitud se debe a las dificultades iniciales de adaptación al control, sumado al hecho de que la clase escarabajo no ofrece grandes márgenes de potencia con los que remontar carreras. La dureza de los circuitos y los adversarios, que llegan al punto de no fallar apenas, hacen que debamos permanecer en estas carreras demasiado tiempo, algo que puede poner nerviosos a aquellos que esperaban unos inicios menos complicados. La tardía aparición de patrocinio nos obliga a ahorrar casi todo nuestro dinero si queremos invertir en un coche más potente cuanto antes. Por supuesto, esto nos resta poder adquisitivo, por lo que el coche asistirá a las carreras menos preparado y con menores opciones de victoria.