Rune Factory: A Fantasy Harvest Moon
Regreso a la granja
Con motivo del décimo aniversario de la franquicia, Natsume edita una nueva entrega de su saga más famosa en Nintendo DS con aires renovados, lavado de cara y la inclusión de acción, sumándose a la ya conocida labor agrícola que tanto le caracteriza.
NOTA: La versión analizada está íntegramente en inglés al haberse utilizado la copia americana. Se espera que la versión europea esté traducida al castellano.
Tal y como hemos dicho en la introducción, la celebración del décimo aniversario de la saga coincide con la aparición de este nuevo título de la prolífica franquicia, que ya viera la luz en Super Nintendo, y que se ha consagrado en otras plataformas como Game Boy Advance, Nintendo 64, PlayStation, PSP, Wii (en sus dos variantes, Wii y Consola Virtual) y Nintendo DS. Sin embargo, parece que es en esta última plataforma donde el título ha sido más prolífico, potenciando sus virtudes principalmente gracias a la inclusión de la doble pantalla y el stylus como control.
Así pues, y centrándonos en DS, la franquicia se reforma incluyendo algo de acción a la ya conocida labor de granjero. Siguiendo los pasos del debut en la portátil, Rune Factory pretende superar a ésta en todos sus apartados, adaptándose mejor al hardware de la consola, y no convirtiéndose en una mera conversión, lastre que ya poseía la anterior versión.
La historia es bien sencilla: un chaval que responde al nombre de Raguna aparece de manera extraña en una granja aquejado de amnesia además de hambre y sed. Allí, es atendido por Mist, una chica que, una vez nos ofrezca comida y bebida, nos regalará un azadón, una regadera y un puñado de semillas con la única intención de que comiences tu labor como granjero inmediatamente en la parcela que se nos facilita.
Con esta premisa todo va rodado: una vez divisemos la parcela, será cuestión de prepararla y adecuarla para ponerse manos a la obra, comenzando con desbrozar el lugar, para después ararlo, plantar las semillas y regarlas, y luego estar pendiente continuamente de ella esperando a que dé sus frutos y éstos puedan ser comercializados posteriormente. Del mismo modo, estas actividades pueden extrapolarse al ganado, aunque salvando las distancias claro está, escogiendo el más indicado y adecuando las explotaciones a sus características.
En nuestro camino por el mundo de Harvest Moon, podremos visitar granjas vecinas y participar en las labores comerciales puramente dichas, con el único fin de sacar adelante nuestra mercancía y ganar dinero con otros granjeros. En la parte superior de la pantalla tendremos un mapa donde podremos divisar cualquier lugar que queramos visitar. En este proceso, también habrá tiempo para la acción, aspecto novedoso que se incluye, ya que tendremos la posibilidad de frecuentar algunas cavernas, las cuales estarán infestadas de monstruos a los que deberemos combatir.
Si todo va bien y resultamos vencedores de los combates, podremos capturarlos y hacerlos que trabajen en nuestra granja o en su caso, luchen con nosotros contra otros monstruos. En dichas cavernas también podremos hacer gala de nuestras habilidades en la agricultura, al poder seguir cultivando en ellas, y en el ganadero, al capturar a los monstruos para que nos ayuden.
Todas estas acciones exigen un compromiso enorme por nuestra parte ya que de nuestra pericia obtendremos más o menos reconocimiento con nuestros productos y nuestro ganado. Es por ello por lo que mejorar nuestras habilidades se torna muy importante, ya que conforme nuestro nivel de experiencia aumente, mejores serán los productos que pongamos a la venta en el mercado.
Por supuesto, nuestro éxito dependerá además de que las condiciones climatológicas sean más o menos benignas. Es por ello por lo es importante saber elegir bien para evitar imprevistos en forma de cosechas arruinadas.
El tiempo ejerce también un papel importante en nuestra historia, lógicamente. El cuidado de las granjas, el semillado, plantado, riego y obtención de los frutos requiere de tiempo, medido en este caso en jornadas. Por supuesto, nosotros también estamos regidos por él, por lo que deberemos descansar cada cierto tiempo para no acabar exhaustos.
Gráficos y sonido
Rune Factory posee un apartado técnico bastante mejorado con respecto a otras ediciones. Títulos anteriores de la franquicia en DS adolecían de poseer una similitud con las versiones anteriores bastante acentuadas, pero en este caso las virtudes de la portátil de doble pantalla han sido aprovechadas.
A pesar de encontrarse en 2-D, los gráficos lucen con un muy buen aspecto. Los pueblos y escenarios presentan un buen diseño, y se encuentran muy bien detallados además de ser muy coloristas. Los personajes por el contrario, se encuentran realizados en 3-D con un buen nivel de detalle tanto en aquellos principales como los secundarios y monstruos.
Por otro lado, podemos destacar también la secuencia de introducción del juego, de estética manga y que nos presenta el nuevo mundo en el que vamos a vivir.
El sonido también es digno de destacar, cumpliendo bien su cometido. Voces digitalizadas y una buena música nos acompañarán en toda la aventura. No obstante, a veces puede echarse de menos algo más de variedad. Otro aspecto a tener en cuenta es la canción que aparece al inicio, muy épica por cierto.
Jugabilidad
A nivel jugable, Rune Factory se presenta como otro Harvest Moon más. En nuestro papel como granjero, podremos hacer cualquier acción que se nos presente: buscar y recoger agua, rocas, árboles, desbrozar el campo, arar la tierra, plantar las semillas, regar, pescar etc. Todo con tal de poder sacarle el máximo provecho a las parcelas y a nuestras explotaciones, y con el objetivo de sacarle el mayor rendimiento posible.
Asimismo, a todas estas acciones podemos añadir el atrapar monstruos para que trabajen para nosotros o nos ayuden en los sucesivos combates, o comprar armas, armaduras y otros objetos, además habilidades para combinar objetos, mezclar pociones, crear joyas, o cocinar, recolectar hierbas y cristales que nos sirvan como moneda de cambio.
Por supuesto, cualquier cosa que recojamos y/o adquiramos podrán añadirse a nuestro vasto inventario. En él encontramos varios apartados muy bien estructurados: el inventario propiamente dicho, donde podremos echar un vistazo a las condiciones de nuestro personaje, como el nivel de experiencia, fuerza, ataque, defensa y otras condiciones, la energía, las diferentes pócimas, los utensilios que llevamos equipados, las joyas, etc. El listado de habilidades muestra el nivel que poseemos en cada una de ellas, como la habilidad en la espada, la forja, conocimientos en minería, granja, comunicación, farmacia, decoración, pesca, cocina, etc.
Del mismo modo, podemos consultar el número de monstruos que hayamos capturado, el número de granjas que poseamos y su estado, un historial de compras, uno de amistades, y por último todos los utensilios para la granja. Si pensamos que toda esta documentación puede ser un engorro de difícil comprensión, no habrá que preocuparse, ya que podremos servirnos de un tutorial que nos irán facilitando los personajes con el simple objetivo de hacernos fácilmente con el juego.
El control del personaje puede realizarse mediante el método tradicional o con el stylus. Con ambos podremos movernos por el mapeado, así como en los distintos menús que tendremos a nuestra disposición.
El interfaz es bastante sencillo al estar distribuido en las dos pantallas: en la parte superior se presenta el mapa con las distintas localizaciones, además del día en el que estemos, la hora, y la climatología. La pantalla inferior quedará relegada a la acción, además de mostrar tanto los puntos de salud como de runas, éstos últimos con el objetivo de potenciar los hechizos o los distintos utensilios de granja. Asimismo, en una esquina se nos muestra en cada momento el utensilio que llevamos encima y el hechizo correspondiente.
Respecto al tiempo, ya hemos dicho previamente que tendrá un efecto relevante en el juego. Cada jornada tiene su número de horas, y habrá que aprovecharlas al máximo. También se da la opción de poder acelerar el día, con el objetivo de favorecer el crecimiento de las plantas en un tiempo menor o en su caso, porque no tengamos otra cosa mejor que hacer. Asimismo, cuando estemos cansados, podremos volver a nuestra casa a descansar. La casa no sólo nos servirá de descanso, sino que además podremos consultar nuestro diario para poder guardar la partida, comprobar el calendario, o pintar en la pizarra cualquier dibujo que se nos ocurra.
Por último, las posibilidades online del juego también están presentes, permitiéndonos comerciar y hacer trueques de nuestros productos con amigos, ya sea por medio de códigos de amigo o con multitarjeta. También podremos compartir nuestros propios dibujos e intercambiarlos con amigos. En definitiva, un aspecto muy a tener en cuenta, y que ayuda a prolongar la vida del cartucho.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.