Battlefield Heroes: Impresiones

Los principales detractores del PC siempre lo acusan de ser un reducto de infinidad de shooters en primera persona o de juegos de estrategia en tiempo real y, en los últimos tiempos, también de MMORPGs. Lo cierto es que existen una infinidad de títulos de este tipo, especialmente de los primeros, con lo que para intentar sobresalir ante la superpoblación de juegos de disparos con cámara subjetiva hay que trabajarse algo que resulte novedoso.

Echando la vista atrás, vemos que los productos que más éxito han tenido en el mercado no siempre han sido los que han estado a la última en cuanto a tecnología o los más sofisticados. Al contrario, como casi siempre, la sencillez - cuando se lleva bien - triunfa. Y este es precisamente el objetivo de DICE con Battlefield Heroes: un FPS que destaca por su aspecto gráfico tanto como por su jugabilidad directa y sin compromisos.

Después de docenas de partidas probando ambos bandos y todas las clases disponibles en el juego en los dos mapas que se han puesto a nuestra disposición, el resultado ha sido bastante satisfactorio. El corazón del juego está ahí, aunque quedan obviamente por pulir un montón de detalles que suponemos se irán mejorando conforme se acerque la fecha de su lanzamiento. Pero aún tal y como está, es bastante divertido.

Básicamente, Battlefield Heroes nos plantea la creación de un héroe - en una interfaz de tipo web - para que lo personalicemos a nuestro gusto. Dicha personalización va desde los múltiples accesorios de vestimenta que puede llevar en cualquier parte del cuerpo (parches en el ojo, cigarros, gafas de sol, bandanas, cinturones, pantalones, cintas de munición, mochilas y un largo etcétera) hasta las armas - una principal y otra secundaria - y las habilidades del personaje.

Porque aunque cuando estamos dentro del juego más o menos se comporta como un FPS al uso (con matices que veremos más adelante), lo cierto es que tiene estas particularidades que lo acercan a una especie de juego de rol. Es decir, nuestro héroe tiene 5 puntos para asignar a habilidades dependiendo de la clase que hayamos escogido y puede ganar más puntos conforme gana niveles y cumple misiones de tipo personal.

Las habilidades de cada uno se asignan en ranuras como si fueran otras armas; algunas habilidades permiten aumentar temporalmente el daño o activar un escudo de protección o aplicarse un vendaje de emergencia, mientras que otras envían una maraña de granadas en una dirección o una onda de choque - en el caso del soldado - capaz de descolocar amigos y enemigos incluyendo vehículos y todo. Es caótico cuando sucede, pero funciona.

Los dos mapas jugables consistían en el mismo planteamiento de Team Deathmatch a 50 tantos, aunque con 4 banderas por escenario que no tenían ningún efecto sobre la puntuación final excepto para favorecer los puntos de respawn en el caso de ser abatidos. Capturar las banderas otorga experiencia que nos permite subir niveles, eso sí, e incluso forma parte de alguna misión que nos permite asignarnos nuevas habilidades o mejorar las existentes.

El aspecto técnico es tal vez lo que más llama la atención a primera vista, pues la desarrolladora DICE deliberadamente ha huido de los intentos de cada vez mayor realismo gráfico - con los consiguientes cada vez mayores requisitos del sistema - para proponer una alternativa mucho más desenfadada y caricaturesca, con entornos y diseños de mucho colorido y poca profundidad pero que cumplen perfectamente su función.

Eso significa que no vamos a encontrar, por lo menos de momento, grandísimos despliegues de partículas o cientos de miles de polígonos por metro cuadrado; al contrario, se ha tratado de simplificar al máximo lo que se muestra sin que resulte feo. Por lo que hemos experimentado por nosotros mismos y por las sensaciones que tenía el público participante en la beta en general, el resultado es satisfactorio. Y, además, no necesita de un súperequipo para moverlo, sino que basta con medio giga de ram, uno de disco duro y una tarjeta gráfica normalita.

A pesar de estas 'limitaciones', Battlefield Heroes no renuncia a nada. El título nos permite ir a pié por toda la extensión de las fases, que son de carácter abierto y muy amplias, conducir vehículos como Jeeps o tanques, manejar armamento pesado del estilo armas antiaéreas y también pilotar avionetas. Dentro de cada vehículo se pueden ocupar distintas posiciones que podemos alterar en según qué momentos excepto en aquellas en las que solamente existan dos, claro.

Al situarse en el interior de un aeroplano, además, tenemos la opción de abandonarlo en cualquier momento y saltar en paracaídas para llegar a posiciones (generalmente de camper, para qué negarlo y con lo que nos gusta) que de otra forma no sería posible. El funcionamiento de este dispositivo todavía no está todo lo afinado que debería porque en ocasiones se puede activar incluso al saltar desde el tejado de una casa (a pocos metros del suelo), cosa que no debería.

La mecánica de juego más habitual consiste en descubrir a un enemigo y empezar a dispararle, cosa que es lo más normal del mundo. Ahora bien, al alcanzarlo veremos exactamente la cantidad de daño que le hemos hecho (podemos calcular la salud que le queda) y el que recibe el castigo ve un símbolo en la pantalla representando que le están atizando contundentemente. En ocasiones es casi imposible saber desde dónde te atacan, pero al morir vemos la imagen de nuestro agresor en su ubicación actual, con lo que es fácil - y recomendable - acudir para una inmediata venganza.

Cada arma tiene parámetros que se ajustan a la cuantía de daño que hacen pero también a su cantidad de munición antes de recargar, su precisión, su cadencia de disparo y su precisión. Podemos elegir entre varias del mismo tipo en la pantalla de selección del héroe antes de cada partida, en la misma en la que seleccionamos las distintas misiones que podemos completar durante la próxima ronda. Este sistema de misiones está activo, con lo que podemos completar el aniquilar a 5 enemigos consecutivamente antes de morir por ejemplo, aunque no da recompensas por el momento.

Cada clase tiene sus particularidades, aunque las favoritas son las del artillero y las del comando; el artillero es una máquina de matar que sobrevive sin problemas el uno contra uno incluso si no es el que dispara primero y tiene casi el doble de salud que el comando que, eso sí, tiene un rifle de francotirador con el que uno tiene que acostumbrarse a disparar porque después de cada tiro la ira se mueve en una diagonal y se pierde al objetivo de vista.

Lo que consigue durante numerosas ocasiones el título es de transmitir la sensación de estar en mitad de un caos controlado, aunque como máximo hemos disputado partidas de 6 contra 6 y debería haber unos cuantos más contendientes por bando para poder mejorar la experiencia. En uno de los mapas, cuando se pueden llevar tanques y avionetas, genera gran satisfacción comprobar cómo se estrella un aeroplano mientras dos tanques se disparan entre sí y vuelan los disparos de bazooka por doquier.

Tal vez donde queda mayor cantidad de trabajo es en la física del juego, porque uno no sabe exactamente cuándo está o no golpeando al enemigo y vemos en ocasiones que nuestro cuchillo lo atraviesa sin ocasionarle daño alguno. El manejo de los vehículos es correcto, aunque todavía hay muchos puntos donde se quedan literalmente atascados sin poder salir de una determinada posición. También el balance de las clases juzgamos que debería gozar de unos retoques para hacerlo más convincente, así como las opciones in-game de cada mapa (seleccionar punto de reaparición, capacidad para cambiar de equipo para que no se den situaciones de 5 vs 2, etc.).

Pero en definitiva, por el momento las sensaciones a los mandos son bastante agradables. Battlefield Heroes se deja jugar perfectamente casi con la misma facilidad con que se hace una partida rápida a un Trackmania o a un título de escritorio. Es una diversión instantánea, asequible a casi todos los equipos del mercado y que, de seguir en la línea, tiene muchos números para convertirse en un shooter a considerar para todos aquellos que la máxima expresión gráfica no sea el principal factor a la hora de escoger juego. Conforme avancen nuestras experiencias con la beta, iremos actualizando nuestras impresiones.