FaceBreaker, Impresiones

Los juegos de boxeo aparecidos desde hace unos años han ofrecido dos vertientes muy diferenciadas: desde los simuladores más puros, donde resaltan sobre todos la saga 'Fight Night', hasta los arcades más vertiginosos y divertidos como el aún hoy añorado 'Ready to Rumble'. La saga de EA tendrá ahora en su propio sello 'Freestyle' (antes EA BIG) un juego que intentará abordar la vertiente más exagerada y espectacular con 'Facebreaker', y hemos podido probar una beta avanzada para ver cómo va su desarrollo.

Lo que más llama la atención de Facebreaker es su llamativo y divertido estilo gráfico: boxeadores que parecen sacados de Team Fortress 2 pero con más detalle. En total veremos a 12 personajes muy diferenciados en cuanto a caracterización y estilo. Desde el típico 'armario de tres cuerpos', pasando por un latin lover exageradísimo, y llegando a dos mujeres que parecen débiles físicamente pero que nos darán más de un disgusto.

Además de la docena de personajes, también podremos crear a los boxeadores que nosotros queramos. Para ello, EA Freestyle ha dado la máxima libertad posible gracias a que tendremos desde un editor que podremos utilizar hasta la posibilidad de conectar la cámara para ponerle nuestro rostro al boxeador, y exagerarlo hasta límites insospechados. Debido al escaso plantel de boxeadores que existe (o quizá esté pensado así) es la mejor opción para darle más variedad y duración al juego.

La filosofía de Facebreaker está clara: diversión desde el primer segundo de cada round. Para ello se ha diseñado un sistema de combate que no posee gran cantidad de combos con multitud de pulsaciones, pero sí que depende en gran medida de saber aprovechar el mayor arma posible del juego: los contraataques. Pulsando el botón correcto en el momento adecuado cortaremos el ataque de nuestro contrario y asestaremos un golpe que nos permitirá, si lo hacemos bien, continuar con el ataque. El caso es que el contrario también podrá contraatacar, con lo cual ahí se inicia un duelo de pulsaciones más que original.

Tampoco destaca Facebreaker por poseer multitud de golpes, en realidad hasta casi podemos decir que posee demasiado pocos: golpe alto, golpe bajo, defensa y gancho. Además, podremos agarrar al contrario y alejarlo de nuestra posición (para momentos en los que estemos llevando mucha cera). Sí hay combos para realizar aunque no son muy variados y nunca serán demasiado largos. Sin embargo, sí son muy rápidos de realizar, y a la ya alta velocidad de juego y el sistema de counters, tendremos que ser bastante rápidos y estar atentos para no acabar en la lona.

Técnicamente el juego es muy vistoso, con personajes que se mueven de maravilla y cada uno dentro de su propio estilo visual y de animaciones. El motor de colisiones funciona francamente bien y los escenarios de cada ring son muy diferentes entre sí, mostrando ambientes muy distintos unos de otros. La cámara se sitúa en una posición clásica en este género de juegos, pero adoptando posiciones muy espectaculares cuando uno de los personajes realiza un combo o llega a darle un 'Facebreaker' al otro. En esos momentos veremos dónde los programadores han pasado bastante tiempo de su desarrollo.

Y es que los personajes, aunque cómicos en su modelado, tienen bastante detalle en sus animaciones faciales. La forma de burlarse del contrario durante los combates (incluso llegando a pelear con una mano a la espalda en señal de vacile) y el gran nivel de expresividad que presentan en sus rostros, además de las deformaciones que van sufriendo por los golpes nos dejan ver el mimo que han recibido todos y cada uno de los personajes del plantel.

Alguno de los defectos que podemos apreciar en esta beta son más sospechas que hechos contrastados: el sistema de counters está muy bien, es original y los golpes son fáciles de memorizar. Sin embargo, creemos que debido a ello mismo puede ser cansino al estar tan limitado, y la sensación de que es muy repetitivo. El número de luchadores es escaso, igual que la lista de combos a realizar. Creemos que puede faltarle profundidad a medio-largo plazo, aunque quizá los modos de juego consigan neutralizar este defecto si están bien diseñados y planteados.