Una pequeña idea puede desembocar en algo mucho más grande, algo más ambicioso. Braid es un ejemplo de que eso es posible, una mezcla de plataformas y puzzle con una estética asombrosa y una jugabilidad exquisita, innovadora e inteligentemente pensada. Analizamos la joya de la temporada para Xbox 360.
Así pues, podría decirse que es un plataformas con elementos de puzle. Una simplificación injusta y casi insultante, pero no del todo equivocada. Controlando al joven Tim a lo largo de seis mundos -más un epílogo jugable-, la misión es rescatar a una princesa que ha sido secuestrada. Todo esto se presenta de forma irónica, rescatando de la memoria colectiva frases como 'Lo siento, pero la princesa está en otro castillo', entre algunos guiños y referencias a verdaderos clásicos, siendo Mario Bros el más recurrente (una fase viene a ser una recreación del primer Donkey Kong).
Y es que pese a ser un juego difícil, puramente de la vieja escuela, tiene un encanto y una posibilidad de enganchar que muy, muy pocos títulos consiguen. De nuevo, habría que irse a Portal para encontrar un ejemplo clave. La manipulación del tiempo no es un simple añadido, sino que es la clave, algo que podría quedar claro de la siguiente forma: Tim nunca muere. Si un enemigo te alcanza o si caes por un abismo, podrás volver atrás dejando presionado X. No hace falta acabar con el personaje para complicar el juego, es de por sí suficientemente duro de roer.
Así mismo, los escenarios cuentan con elementos que ayudan a dar aún más profundidad a los puzles. No todo se hace rebobinando hacia atrás y siguiendo la prueba del ensayo y error. Varias cosas son mágicas -se representan con brillos verdes y morados- y no son afectadas por el tiempo. Un ejemplo: las llaves para abrir puertas. Si te lanzas en un foso a recoger una con brillo verde, podrás rebobinar para subir y la llave seguirá contigo.
9.5
Excelente
Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.