[E3] Editorial y cierre
A pocas horas de coger un avión de regreso para España, hacemos balance de lo que ha sido esta edición del E3; un nuevo formato más serio que ha propiciado una feria más recogida, pero en la que no ha faltado aquello que nos interesa. Los videojuegos y sus protagonistas.
Antes de aterrizar en Los Ángeles, no sabíamos que nos íbamos a encontrar. El fiasco del E3 del año pasado en Santa Mónica nos hacía temer por la integridad del evento, que necesitaba un revulsivo para asentarse de nuevo en la escena internacional. El Convention Center, el templo, el lugar emblemático que durante tantos años ha sido espectáculo puro, recibía de nuevo a la feria norteamericana por excelencia.
Ahora, cuando apenas pasan unas horas del cierre de la misma, podemos certificar que el formato ha cambiado: hemos pasado del "show" del espectáculo, al "meeting" o a las reuniones más formales. Puede decirse que el E3 ha madurado. Ha dejado de lado el carácter masivo, los grandes pabellones, las colas interminables, el no poder encontrar un taxi a la salida o un pedazo de pizza a la hora de comer, la música a todo volumen, los reclamos de famosos, los goodies o las booth babes. Todo eso ya no existe.
/es/node/Array
Lo que hemos encontrado este año han sido una serie de 'meeting rooms' de salas donde las compañías mostraban a puerta cerrada sus productos. También ha habido 'showfloor', un pabellón con stands a la vieja usanza, pero ha sido testimonial y ridículo en extensión en comparación al monstruo que colapsaba los 4 pabellones del Convention Center en antaño. La única vez que hemos pisado el West Hall ha sido para la conferencia de Microsoft, y el South Hall no estaba ni abierto.
De hecho, empapelar sus exteriores con gigantescos anuncios, incluidos los alrededores de la feria, que tan a precio de oro se pagaban, han desaparecido. Como si no se necesitasen ya. No ha habido público, americanitos de a pie. Todo lo que hemos desfilado por el E3 de este año hemos sido prensa especializada. Esto ha propiciado encuentros con compañeros que llevamos años viéndonos las caras entre tanto press tour y evento. El E3 se ha parecido más a eso, a un evento privado de prensa de cualquier compañía, en lugar que de una sola, de todas a la vez.
Pero como yo mismo decía en la última conexión con el MeriStation TV Noticias, los anuncios, probar los juegos y hablar con sus desarrolladores, eso que es el núcleo y el propósito último de un evento como este, se ha mantenido intacto, así que no podemos más que certificar la vigencia de la feria angelina, que se tambaleó el año pasado por la feliz idea que tuvo un burócrata de llevarla a pie de playa en temporada alta.
Y entrando a hacer balance de la feria, en las conferencias ha habido de todo. Lo que tenía pinta de ser el acercamiento casual de Microsoft, presentando Lips, You are in the Movies y el nuevo Scene it, acabó siendo el megatón del E3, aquello por lo que será recordado el E3 2008; el día en el que Microsoft le pegó un puñetazo en la cara a Sony y le robó Final Fantasy. Los buenos resultados de la máquina a nivel global en Europa y EEUU tienen la culpa. Fable II y Gears of War 2, a la venta este mismo año, garantizan un catálogo exclusivo potente.
Nintendo cumplió las expectativas: confirmó alguno de los rumores, como el Animal Crossing para Wii, presentó el necesario WiiMotion Plus que refinará los movimientos del Wiimando haciéndolo más sensible y minucioso como se venía demandando, y Miyamoto dio de nuevo la sorpresa con WiiMusic. Antes se mostró WiiSports Resort. Lo cierto es que nos habría gustado ver al creador de Super Mario rodeado de Pikmins o del nuevo Zelda, pero se quedó ahí, escoltando un título para el mercado masivo que ya ha entusiasmado a la prensa generalista pero que a los especializados nos deja indiferentes. Al menos en la mes redonda adelantó que la boca pequeña que su equipo está trabajando en Pikmin 3.
Y siguiendo en orden descendente, Sony, desde el Shrine Auditorium, el lugar donde se celebraban los Óscars hasta que se trasladaron al Kodak, decepcionó por momentos en una conferencia previsible que hizo a varios periodistas cerrar los ojos, especialmente con aquel tutorial de cómo descargar películas desde la PSN. Jack Tretton, hombre orquesta de Sony además de presidente de SCEA, no se bajó ni un minuto del escenario en los casi 90 de conferencia, para enseñar todo juegos ya conocidos, aunque de calidad, como Little Big Planet o Resistance 2, y los anuncios puntuales de DC Universe Online de la mano del mítico Jim Lee y un impactante teaser de God of War III con el que se anunciaba oficialmente el regreso de Kratos.
Por lo demás, mucho recuerdo a la historia de PlayStation, y a la importancia de los títulos exclusivos, como Metal Gear Solid 4, que a pesar de estar en el mercado dos meses, fue protagonista de la conferencia ante la ausencia, probablemente desde el escozor, de Final Fantasy XIII y de cualquier mención a Square Enix.
Ya hacía un par de semanas que habíamos probado Resident Evil 5 en su modo cooperativo, pero en la feria las buenas sensaciones que tuvimos se confirmaron. Aunque continúe la fórmula de RE4, su calidad es innegable, al igual como lo oportuno de su ambientación, a pesar de los ataques recibidos. Street Fighter IV ha sido el otro pelotazo de Capcom, que con las recreativas que instaló colapsó su sala. Todo el mundo quería probarlo, hasta Cliff B., que al igual que éste que escribe, acabó vapuleado por una diosa del Street Fighter que cuando nos fuimos ya llevaba 16 combates invicta.
Square Enix, la compañía de la que todo el mundo hablaba, para muy bien o para muy mal como siempre sucede con los grandes, ofreció entrevistas y una rueda de prensa sobre el anuncio de Final Fantasy XIII, pero poco se pudo rascar más que algunos detalles del calendario. Shinji Hashimoto asegura que la relación entre su compañía y Sony seguirá por el buen camino, pero por lo poco que ha dicho Tretton al respecto, parece que el anuncio multiplataforma va a pasar factura a una de las grandes valedoras de PSX y PS2. Pudimos echarle un ojo a sus nuevos J-RPG como Infinity Undiscovery y The Last Remnant y probar el port de Chronno Trigger, Final Fantasy IV y Dragon Quest IV en DS.
SEGA también lo ha hecho muy bien en la feria, combinando producciones orientales y occidentales: el mundo en blanco y negro teñido de rojo sangre de Mad World para Wii y la miope y letal protagonista de Bayonetta por parte de Platinum Games, Sonic Unleashed, una vuelta a las raíces del erizo firmada legítimamente por el Sonic Team, junto a la sabia mano de Bioware en su RPG, la Hermandad Siniestra y lo último de Creative Assembly, Empire Total War.
De Namco Bandai únicamente destacamos Soul Calibur IV, llamado a ser uno de los mejores beat'em up de la temporada y que aparecerá en el mercado en apenas dos semanas, y la frescura de Afro Samurai, uno de los sleepers del año. A Konami se le nota exhausta por la producción de Metal Gear Solid 4. Su conferencia rozó lo esperpéntico gracias a una demostración de Rock Revolution en la que la PR americana intentó demostrar la fidelidad del título a lo real, primero sobre el escenario haciendo como que tocaba la guitarra junto a una banda y después con el juego, donde no pudo fallar más notas, concluyendo la presentación con un Game Over. Los anuncios importantes fueron el Gene Pack para MGS Online y su torneo mundial con final en el Tokyo Game Show. Igarashi mostró cómo se juega al beat'em up de Castlevania en Wii, bastante discreto, a diferencia de Order of Ecclesia para DS, cuya protagonista nos tiene tan hechizados como en tensión Silent Hill: Homecoming tras haber visto la demo ofrecida por The Collective.
Por cierto, que las portátiles no han tenido mucha atención este año. Al menos por lo visto aquí en Los Ángeles PSP sigue adoleciendo de graves problemas de catálogo, con apenas Resistance Retribution y LocoRoco 2. DS ha estado bastante más surtida, con cosas tangibles como el nuevo Kirby, Zubo más Pokémon o de futuro como el megatón de la conferencia de Nintendo; Grand Theft Auto: Chinatown Wars.
En los títulos exclusivos de PS3, Sony Worldwide Studios está mostrando calidad e innovación, esta última con Little Big Planet, amo indiscutible del género de las plataformas abanderando el Game 2.0 -crea, comparte y juega-. De notable alto Resistance 2, que aumenta la escala de su confrontación incluyendo flotas intergalácticas arrasando Chicago o un titán que bien podría entrar en una versión next-gent de Shadow of the Colossus, y Killzone 2, incluso mejor, gráficamente más cinematográfico y con un completo aspecto a nivel de comunidad, tal y como pudimos ver durante nuestras impresiones con Killzone Online. PlayStation Home sigue sus planes como nexo de integración social y después de tanto retraso, ya va dejando jugarse. Y no nos olvidemos de Infamous, un juego protagonizado por un superhéroe moderno muy en la línea Heroes y Batman: No Man's Land.
De Ubisoft sólo hemos visto el nuevo Príncipe de Persia, y de ilegales, pero nos ha gustado muchísimo, superando las expectativas que teníamos con él, gracias a esa apariencia gráfica impresionante y a revitalizar la jugabilidad con la incorporación de Elika. Si no hubiera sido por Dragon Age, del que hablaremos como se merece más adelante, y Mirror's Edge, seguramente habría sido el juego revelación de la feria. En segundo plano han quedado juegos de THQ como WWE Smackdown Vs Raw 2009 o Red Faction Guerrilla, pero Warhammer 40.000 Dawn of War II ha salvado los muebles, siendo en nuestra opinión el mejor juego de estrategia, por encima de Empire Total War o Halo Wars, bastante accesible y bien conjuntado éste.
La representación española este año ha sido prácticamente inexistente, salvo por la presencia de Wanted, un título basado en la última película de Angelina Jolie junto a Morgan Freeman y el rey de Escocia James McAvoy, un shooter donde llueven las balas que está siendo programado por el equipo que el estudio sueco GRIN tiene en Barcelona.
El terreno del MMO está empezando a florecer ante los beneficios que genera este tipo de género con las cuotas. Si bien el que más huella ha dejado ha sido DC Universe Online, que permite controlar a superhéroes de leyenda en un acercamiento distinto, Champions Online, sucesor de City of Heroes y Villians no ha mostrado más que el nivel esperado de sus creadores. Warhammer Online sigue con los últimos retoques tras haber anunciado que concentrará sus capitales en solo dos y mostrado las monturas y la personalización, y Sony Online Entertainment, una auténtica veterana, desplegó una auténtica legión de títulos: Everquest, Star Wars Galaxies y The Agency, que también llegará a PS3.
Por cierto, que Activision Blizzard, recientemente desertor de la ESA, no estuvo en el recinto, pero sí que aprovechó bien las fechas para enseñar sus juegos en un mini-evento paralelo. Quantum of Solace, Call of Duty World at War donde parece inevitable que se vaya echar de menos a Infinity Ward, o la competencia para Rock Band con Guitar Hero World Tour, se vieron allí. Más vale que toquen su mejor tema, porque la secuela del título de Harmonix y la MTV viene pegando muy muy fuerte.
Y entre lo que más nos ha gustado: Mirror's Edge, difícil no sentirse atraído por esta propuesta tan versátil y una dirección artística tan acertada con unos altísimos valores de producción. Veremos si su evolución es la correcta, pero de momento, tiene potencial para ser uno de los grandes del año. Y Fallout 3, como buenos fans del Pipboy, no nos pudimos perder la genial demostración que Bethesda ofrecía, además de charlar con Pete Hines, que aún nos contó más sobre este regreso al mundo apocalíptico en busca de nuestro progenitor desaparecido.
Y siguiendo con un mundo estilo Mad Max, también tenemos que destacar Borderlands, brutal e impío y con un sistema de generación aleatorio de armas capaz de llenar el juego con hasta 5.000 diferentes. Si mezclamos la acción con terror, hay que mencionar a Project Origin, con la niña de FEAR haciendo de las suyas, o Dead Space, que podría pasar como un Survival con más componente acción, pero con los mismos sustos. Left 4 Dead, de Valve, es otro de los a tener muy en cuenta, donde cuatro personas deben cooperar para sobrevivir a una ciudad infectada por zombies. Por cierto, que Wolfenstein regresa, aunque se ha visto poquito de él.
EA ha tenido un buen cargamento de títulos sobre la moqueta. De los que no hemos mencionado ya los más solicitados fueron Crysis Warhead, Velvet Assassin, Facebreaker y cómo no, Spore, un tan divertido como entrañable, complejo y duradero.
Y lo mejor para el final: el mejor juego de rol, de PC, juego revelación y mejor juego del E3. Un título de esta envergadura no podía venir de otro estudio de la categoría de Bioware. Hablamos de Dragon Age: Origins, el auténtico bombazo de este E3, el juego de rol y acción que ha encandilado a todos. Sucesor espiritual de Baldur's Gate y con marcadas influencias de Mass Effect, mezcla cine y videojuegos y los une en un único formato. Con una dirección artística impecable retrata un mundo medieval fantástico donde no faltan la sangre y las grandes gestas. De momento prepara su lanzamiento para PC en primer lugar -mucho antes de lo que podemos esperar- y más tarde en consolas, aún sin determinar cuál de las dos de nueva generación se llevará este peso pesado a su catálogo. Sin duda, en nuestra opinión, lo mejor de la feria.
En definitiva, esta edición del E3 ha sido diferente a las dos últimas, decididamente mejor que la de Santa Mónica, aunque muy distinta a la fórmula de los viejos tiempos tiempos, donde primaba el espectáculo. Hemos asistido a una feria más madura centrada en profesionales y donde los videojuegos y su industria han sido los protagonistas. Si este es el formato por el que se apuesta, mucho más soportable y efectivo, la feria tendrá continuidad, mientras que los propios protagonistas sigan inyectando lo mismo que han hecho esta semana: emociones.