[Pre E3] Soul Calibur IV, Impresiones
Visitamos las oficinas que Bandai Namco tiene en Tokio para probar el último capítulo hasta la fecha de una saga legendaria dentro del género de la lucha. Soul Calibur entra en escena pisando fuerte y con invitados de una galaxia muy, muy lejana.
Visitamos las oficinas que Bandai Namco tiene en Tokio para probar el último capítulo hasta la fecha de una saga legendaria dentro del género de la lucha. Soul Calibur entra en escena pisando fuerte y con invitados de una galaxia muy, muy lejana.
El director de la saga, Katsutoshi Sasaki, nos hace de maestro de ceremonias del juego, del que se muestra muy satisfecho. Y no es para menos, ya en las primeras partidas podemos notar que estamos ante un juego digno de la serie Soul Calibur. El cambio generacional le ha sentado muy bien. Y es que verlo en una pantalla panorámica y en alta definición supone un salto cualitativo considerable. Y a las pruebas nos remitimos.
Tanto los entornos como los personajes lucen en todo su esplendor como nunca antes. La atención al detalle en los modelados es exquisita. La mayoría de escenarios que podemos disfrutar en la versión que nos permiten jugar están repletos de detalles. Por ejemplo, en el hangar imperial de Star Wars, que sirve de marco de las acciones de los personajes invitados, hay constante movimiento en el fondo. Naves y personajes secundarios dan al escenario un toque cinematográfico muy logrado. Esto añadido a la música típica de la saga galáctica (en este caso la 'Marcha Imperial') hace que a veces nos olvidemos que estamos jugando a Soul Calibur. En este lugar también podemos ver los típicos muros de energía que franquean el paso y que se hicieron famosos en el Episodio I.
En otros escenarios el deleite visual no es menor, ni mucho menos. Por ejemplo, en un escenario que representa la sala del trono de un rey, nos vemos flanqueados por una serie de soldados con armadura que poco a poco se van acercando en dos hileras y que van reduciendo el espacio de lucha con su avance. Todas las armaduras reflejan el entorno y el modelado de las mismas es muy bueno. En otro entorno, el típico jardín imperial de aspecto clásico griego y lleno de vegetación exuberante, el detalle llega a ser apabullante, toda una obra de arte. Este lugar destaca, más que por su espectacularidad, por su hermosura. Finalmente, en una especie de mazmorras tendremos la oportunidad de causar daños en los muros si nuestro ataque es suficientemente fuerte. Por lo general, la interacción con el escenario no es tan acusada como en otros juegos de lucha. Sin embargo, cumple perfectamente su cometido. Pareciera como si Sasaki quisiera ver cómo reacciona el fan ante estos detalles y escuchar su voz (y la de la crítica) para escoger el camino a seguir en futuros capítulos de Soul Calibur.
Los personajes merecen también mención aparte. Todos modelados desde cero y sin aprovechar trabajos anteriores, según el director. Y realmente lucen fantásticos. Uno de los favoritos de Sasaki, la guerrera Hilde, enfundada en una pesada armadura es un ejemplo de esto. La armadura es brillante, pero podemos ver en ella algunos defectos que le confieren autenticidad. El metal refleja lo que tiene a su alrededor de una manera diáfana. Si nos fijamos en los detalles faciales de la luchadora, quedaremos sorprendidos por el nivel de detalle en la piel, labios, ojos. Los personajes ahora son muy expresivos si los comparamos con anteriores entregas de la serie. Mirando a sus caras podemos ver como reflejan claramente odio, dolor, alegría, etc. Muy conseguido, la verdad sea dicha.
¿Y qué podemos decir de los invitados? Tanto Darth Vader (en la versión de PlayStation 3), como Yoda (en la de Xbox 360) son lo que cabría esperar de la colaboración entre Bandai Namco y Lucas Arts: una maravilla. Hay un tercer personaje del universo de Star Wars (aunque no de las películas) que aparecerá en ambas consolas. Su nombre: 'Starkiller', el aprendiz secreto de Darth Vader. Pero centrémonos en los dos personajes principales, que a fin de cuentas son los que más expectación han causado.
Darth Vader es grande, muy grande. Su presencia impone en cada combate. Es corpulento y, oh sorpresa, es rápido. Pero no de una manera exagerada. El modelado del personaje es perfecto. Desde el casco hasta las botas. Este era un detalle que preocupaba bastante. Pero para tranquilidad de los aficionados hay que decir que Darth Vader en Soul Calibur IV es una maravilla. El casco también refleja el entorno, como los que hemos comentado antes y la apariencia general de la ropa, la capa, el sable láser, etc. es la de las películas. Si a eso le añadimos la voz original (tanto en inglés como en japonés) de la saga galáctica, el resultado es impresionante. Por cierto, la animación de la capa del padre de Luke Skywalker es de lo más conseguido del juego. Toda una delicia. Incluso ésta tiene efectos sonoros sacados de las películas.
En cuanto a la lucha, Darth Vader, a diferencia de los luchadores 'estándar' de Soul Calibur, cuenta con una barra adicional, la barra de la Fuerza. Ésta se va llenando con el transcurso de la lucha y nos permite hacer ataques especiales. Para Darth Vader estos son el típico lanzamiento a distancia (después de ahogar a nuestro contrincante), el ataque devastador del sable láser (realmente potente) y un golpe utilizando la fuerza también muy poderoso. Lamentablemente, al utilizar estos ataques la barra de la Fuerza baja muy rápidamente y tendremos que esperar para volver a utilizarla. Para ello tendremos que seguir atacando, y defendiendo lo mínimo.
Y es que otra de las novedades de Soul Calibur IV es la presencia de la barra 'Soul' que nos permite llevar a cabo ataques especiales y el denominado 'Critical Finish' (al estilo 'fatality' de Mortal Kombat, pero menos sangriento) para acabar con nuestro oponente. El funcionamiento de esta barra es muy sencillo. Se va llenando con cada ataque exitoso y se reduce con cada defensa o tiempo perdido sin atacar. Cuando se llena del todo, podemos efectuar un ataque demoledor, accesible pulsando los cuatro botones a la vez. Parece que se quiere potenciar el juego ofensivo, pero esto tiene doble filo. Esperemos que esto no degenere en luchas que siempre ganen los llamados 'machaca-botones' que se dedican a pulsar los botones de ataque frenéticamente. Por la experiencia de varias partidas con el juego, podemos decir que este no es el caso. Sin embargo, el tiempo dirá.
Si por un lado tenemos a Darth Vader en PlayStation 3, los usuarios de Xbox 360 podrán disfrutar de otro personaje emblemático: Yoda. El pequeño maestro Jedi verde es rápido, el más rápido de todo el juego. Además, y gracias a la Fuerza, puede volar. Sus ataques no son demoledores, pero son muy efectivos, sobre todo por la velocidad a los que los realiza. Es todo un espectáculo verlo blandir su sable láser por toda la pantalla a una velocidad endiablada como pudimos ver en los episodios II y III. Es un personaje contra el que es difícil luchar, en parte por su pequeño tamaño. Su modelado está a la altura del de Darth Vader. Todos los detalles están ahí, los ojos pícaros, las arrugas por toda su piel, los pelos, la ropa de ermitaño, etc. Y todo animado de manera sublime. Otro espectáculo para la vista. La cara es muy expresiva, quizás la mejor detallada del elenco de personajes. Jim Henson, que en paz descanse, estaría orgulloso de esta creación, seguro.
Pero no solo de Star Wars vive el jugador. Por ejemplo, uno de los clásicos de la saga, Siegfried sigue desplegando los ataques demoledores con su poderosa espada. Lo notamos algo más lento que en anteriores entregas, eso sí. Su brillante e impoluta armadura luce ahora mejor que nunca. Y hablando de armaduras, un detalle nuevo y de agradecer es la posibilidad de despojar de ellas (o al menos en parte) a nuestro oponente. Para lograrlo, necesitamos que nuestra barra 'Soul' esté al máximo.
Seguidamente tendremos que golpear a nuestro enemigo pulsando los cuatro botones de ataque a la vez. Si conseguimos que su barra de vida baje hasta parpadear en rojo, es el momento de asestar un segundo golpe devastador, que hará que la armadura se rompa por el punto del impacto. En personajes que llevan armadura completa con casco el resultado visual es impactante. Por cierto, a Darth Vader no se le puede romper su 'armadura' cibernética. Lástima. Hubiera sido todo un detalle poder ver la cara al gigante de Star Wars tal y como se pudo admirar en la escena culminante de 'El retorno del Jedi'. Sin embargo, esto no resta ni un ápice al mérito de la implementación de este tipo de ataques.
También se han confirmado, en estas últimas semanas, los modos de juego que estarán presente en esta nueva entrega. Además del inevitable modo Arcade, contaremos con un modo Historia que explotará y dará más coherencia a los distintos combates que disputaremos. Regresa el editor de personajes, mucho más potente que el que hemos podido ver en Soul Calibur III, y con muchas más posibilidades para dar forma a nuestros personajes.
Pero posiblemente la principal novedad sea el modo Tower of Lost Souls (la Torre de las Almas Perdidas). Al igual que el Maestro de Armas, se trata prácticamente de un juego completamente diferente. Aunque aún no se conocen muchos detalles, parece ser que nuestro objetivo será llegar hasta la planta superior de una gran torre, recogiendo tesoros y acabando con los enemigos a lo largo de nuestra escalada. Y por supuesto, los modos Entrenamiento y Museo (para los numerosos extras en forma de artes y vídeos), además del ya conocido modo versus tanto offline como online.
Todos estos detalles hacen de Soul Calibur IV un candidato a clásico como ya lo han sido sus compañeros de saga, especialmente el legendario capítulo que apareció en la difunta Dreamcast de Sega. El juego promete y mucho. Y más si pensamos en el modo online que permitirá luchar contra oponentes de todo el mundo y jugar con los personajes estándar o los que creemos en el editor que incluye el juego. Como 'peros' hemos encontrado algunas ralentizaciones puntuales (muy puntuales) en la versión de PlayStation 3 y algún 'clipping' imprevisto en la de Xbox 360. Con todo, estamos ante un juegazo que hará las delicias tanto de los fans de la saga como de los que jueguen por primera vez a Soul Calibur. ¡Que empiece la lucha!