Trauma Center: Under the Knife 2, Impresiones
El doctor Derek Stiles vuelve a NDS en la continuación del aclamado Trauma Center: Under the Knife, uno de los primeros cartuchos en explotar en su plenitud tanto la doble pantalla como la táctil. Tras dos versiones para Wii con numerosos cambios y novedades, Atlus ha optado por mantener la misma línea del original, mejorando el argumento.
El doctor Derek Stiles vuelve a NDS en la continuación del aclamado Trauma Center: Under the Knife, uno de los primeros cartuchos en explotar en su plenitud tanto la doble pantalla como la táctil. Tras dos versiones para Wii con numerosos cambios y novedades, Atlus ha optado por mantener la misma línea del original, mejorando el argumento.
Para el que suscribe este texto, Trauma Center: Under the Knife supuso de algún modo la vuelta a la época de los videojuegos considerados casuales', un término que por aquél entonces tenía diferentes connotaciones a las actuales. Por un lado contaba con el factor sorpresa de jugar con una NDS recién adquirida, y por el otro con una ambientación anime muy peculiar y particularmente atractiva dada la extrema sencillez de las viñetas y del apartado gráfico en general.
Lo esencial en Trauma Center era la jugabilidad, la frenética velocidad con la que transcurrían las operaciones y la satisfacción personal que transmitía manejar el stylus con la suficiente soltura como para salvar a un paciente' de la muerte. Es extraño poder analizar un juego de estas características a sabiendas de que la historia, el argumento, no es poco más que puro trasfondo para explotar las capacidad de una consola que por aquellas acababa de aterrizar al mercado y necesitaba de cartuchos como estos para demostrar al público la utilidad de las novedades que incluía la portátil.
Haciéndonos eco de esta información, no es de extrañar la tesitura por la que ha optado Atlus a la hora de concebir la continuación de Under the Knife. Crear un juego nuevo, mejorando la trama y levemente los aspectos técnicos, para mantener intactos los elementos más característicos del original sin estropear su esencia. Under the Knife es poco más que eso, resumido un muy pocas palabras; más de lo mismo, pero mejor. Siempre es difícil entender una frase como esta en términos objetivos, pero teniendo en cuenta la capacidad adictiva del Trauma Center original, todo aquél que haya disfrutado de las operaciones comprenderá la importancia de este hecho.
Under the Knife 2 es, por lo tanto, una fiel continuación de Trauma Center, incorporando algunos elementos mejorados y respetando otros tantos con el fin de no variar ni un ápice la calidad original de la que hacía gala la serie. Con el doctor Derek Stiles a la cabeza, y seguido de un buen grupo de médicos que nos ayudarán en la medida de lo posible, nuestro objetivo consistirá una vez más en erradicar las secuelas de una guerra en la que GUILT ha vuelto a aparecer, y con él un panacea cuyo healing touch' se antoja la única esperanza de salvación para los enfermos.
Con el virus GUILT de vuelta en escena, las mutaciones y enfermedades que veremos en pantalla han variado tanto en forma como en número con respecto al original. Extracciones de bala, cortes poco profundos, paradas cardíacas ; dentro de la sala de operaciones nos podemos encontrar con todo tipo de situaciones a la cual más difícil de superar y más exigente en lo que al control del stylus se refiere. Ya lo decíamos al comienzo del texto; Trauma Center coloca su fuerte en las habilidades personales de cada uno para realizar diversas figuras y movimientos en la pantalla táctil con el fin de solucionar el problema de turno.
Problemas que por otro lado se verán incrementados gracias a la dificultad latente del cartucho, que en la versión americana de la que hemos tomado buena cuenta nos desafiaba desde la cuarta misión hasta la 38 sin dejarnos respirar ni un segundo. Entre operación y operación, las escenas de marras que nos ponen en las escena de los sucesos mediante largas conversaciones, más interesantes y profundas que en el original, pero básicamente en la misma línea a la que nos tiene ya acostumbrados la saga.
La presencia de Angie, la fiel enfermera asistente del doctor Stiles, es otro ejemplo de que pocas cosas han cambiado para la ocasión. Su protagonismo se hace si cabe más latente en el desarrollo de la aventura, que comienza desde el principio con fuerza y sin hacer especial acopio de largos tutoriales, novedad fruto de un sistema de juego intuitivo que requiere memoria y paciencia para poder llevar a buen puerto el considerable nivel de dificultad al que nos expone el cartucho.
Igual que muchos cambios no significa necesariamente mejor, la ausencia de los mismos no tiene por qué significar que estamos ante un juego de menor calibre que el original, aparecido en 2005. Sin fecha de lanzamiento oficial aún en Europa, estamos totalmente seguros de que una aventura tan característica y entretenida como esta no pasará desapercibida en el catálogo de NDS, repleto de grandes éxitos, aunque pocos explotan tan bien las virtudes de la portátil de Nintendo.
Trauma Center: Under the Knife 2
- Acción