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Rock Band

Rock Band

  • PlataformaPS393609
  • GéneroSimulación
  • DesarrolladorHarmonix
  • Lanzamiento30/07/2008 (360)03/10/2008 (PS3)

En el olimpo del rock

Los arcade musicales llegan a su máxima expresión gracias a una alianza entre la omnipotente MTV y la empresa que dio a luz Guitar Hero, Harmonix. Rock Band es la experiencia musical que todos estaban esperando: divertida, accesible, con dificultad para aquellos que busquen un reto, e ilimitada gracias a sus más de 100 canciones descargables y un modo cooperativo de lujo. Su mayor tara: las condiciones de salida en Europa.

El concepto
Desde que se iniciase el mercado del videoclip allá por los sesenta, la música siempre ha estado tremendamente ligada al arte visual. La industria, como negocio que mueve grandes cantidades de dinero, se debe adaptar a los cambios de los tiempos a la vez que abarca el mayor espectro de población posible. El poder transmitir esa imagen casi corporativa a la vez que artística se consigue a través de masivas campañas de marketing, un aspecto muchas veces y desgraciadamente más importante que la música en sí.

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Por lo tanto, era lógico que tarde o temprano apareciese una idea que llevase música y videojuegos a un mismo terreno. Desde las recreativas de Konami como Guitar Freaks & Drum Mania hasta la explosión casual que supuso SingStar, emular a a sus ídolos siempre ha sido una de las mayores aspiraciones de cualquier amante de este arte. Guitar Hero, esa genialidad por parte de Harmonix, arcercando esa sensación a cualquier usuario con una dificultad asequible y perfectamente escalada, sólo era el primer paso. Poco tardó MTV, pionera en el ámbito videoclipero, en llamar a la puerta de la desarrolladora para hacerle una propuesta, en efecto arriesgada, pero que no podría rechazar.

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Así Rock Band llegó a territorio americano, con un precio atrevido pero con un mensaje a los que pocos se resistirían: tres instrumentos -guitarra, batería y micro- más la posibilidad de un cuarto jugador, 58 canciones de artistas de todas las épocas y estilos -y no sólo rock- sin contar la cantidad de discos que se pueden bajar a un precio competente y un modo online tanto cooperativo como competitivo de lo más atractivo. La respuesta, un éxito rotundo: más de 10 millones de canciones descargadas hasta el momento, sin contar los miles de packs vendidos en dicho territorio. Un juego que sobrepasa las barreras de 'social' y termina resultando una forma de venta alternativa para los artistas, quienes ven como el público prefiere cantar sus temas o tocarlos en instrumentos de plástico a escucharlos via iTunes. Un modelo que asegura una experiencia casi ilimitada de diversión para hasta cuatro jugadores y una dificultad accesible, escalable.

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La polémica
Por desgracia, en Europa no estaremos en igualdad de condiciones respecto a Estados Unidos. El precio anunciado por parte de Electronic Arts -mero espectador en todo el asunto, puesto que tanto MTV como Harmonix dispusieron el precio de nuestro territorio-, amén del casi eterno retraso que hemos sufrido para ver el juego en nuestro país, hasta el punto de llegar a pensar que no iba siquiera a ver la luz en España, han puesto un punto negro en una idea magnífica. Una idea cuyo precio por ser disfrutada en su totalidad llega a los 240€ con exclusividad temporal para Xbox 360 el día 25 de julio, tal y como se adelantó durante el festival Rock In Rio. Contando con que en Estados Unidos el pack cuesta 180$, y teniendo en cuenta la diferencia euro dólar -que nunca se ha respetado aquí, por otro lado-, todos nosotros alzamos nuestro puño con rabia, quejándonos ante esta desafortunada decisión que mancha la reputación del que es sin duda el mejor título musical de la historia.

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Pero hay que apuntar que el pack completo no es del todo necesario: tenemos, por ejemplo, el set básico de batería, micro y guitarra por 169€; el juego, por separado, cuesta 69€, dando lugar a los temidos 240; la guitarra inalámbrica, si queremos hacernos con ella, cuesta 69€, y la batería 79€; y cualquier micrófono USB cuesta entre 20 y 50€, dependiendo de qué queramos en términos de calidad -por si pretendemos darle varios usos-.

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¿Merece la pena hacer el sacrificio y adquirir Rock Band? La respuesta la encontrará cada usuario, puesto que se pueden tomar varias soluciones al respecto: usar la bienaventurada importación -complicada dada el tamaño de la caja en PS3, imposible en 360-, adquirir únicamente la batería y usar la guitarra de Guitar Hero junto a un micrófono USB, o directamente comprarlo junto con dos amigos. De cualquier manera, nosotros sólo podemos hacer de jueces ante el producto; un producto a todas luces inconmensurable, tanto en mecánica como en vida lúdica. De esos pocos que se seguirán jugando de aquí a unos años en miles de fiestas entre amigos. Lo cual no quita que muchos usuarios vean el precio a todas luces intolerable y decidan ignorar este lanzamiento. Una opinión muy digna, comprensible y más que respetable, dada las circunstancias.

Los instrumentos, inseparables compañeros
Ante nosotros tenemos tres periféricos, todos ellos con el único objetivo de ofrecer la mayor accesibilidad ahorrando el máximo espacio. Como decíamos, la guitarra de plástico es algo que todos reconocemos del anterior Guitar Hero, pero cuya marca ha cambiado de Gibson a Fender, cuyo mayor nombre, Stratocaster, se encuentra impreso en el palo de la misma. El 'hacha' ha mejorado así enormemente en estética, sin dejar a sobresalir los botones más allá de lo mínimo necesario e incorporando otros seis al principio del mástil con el objetivo de que todos vayamos hacia allí durante nuestro solos, aunque sin obligarnos a ello. El botón que hace de púa también ha mejorado: tardaremos algo en acostumbrarnos, pero se hace mucho más silencioso que nunca. Por supuesto, la palanca se mantiene intacta y los botones que hacen de Start y Select tienen forma de potenciómetro para agradar a la vista lo máximo posible.  También se ha añadido un 'cambio de pastilla', una pequeña palanca para cambiar de efecto durante el uso de nuestra energía estrella, que sirve como curiosidad pero poco más. Y, como es lógico, con configuración disponible para zurdos.

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El micro es quizás el periférico de diseño más obvio. Muy pequeño, para que quepa en cualquier parte, su respuesta siempre es la deseada a la hora de registrar nuestra voz. No nos hará falta gritar al mismo nivel que en los temas, puesto que lo único necesario es llegar a un tono parecido al que veamos en pantalla, representado por una pequeña línea -que los amantes de SingStar reconocerán rápidamente-. Para navegar por los menús como cantante necesitaremos tener un mando cerca, eso sí.

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No cabe duda que el último instrumento es el más esperado por lo inédito que resulta para el gran público. La batería, la sección rítmica de la canción, está representada únicamente por cuatro pequeños parches y un pedal -cuya posición se puede cambiar, de nuevo para favorecer a los zurdos en caso necesario-. Todos ellos del mismo tamaño y cada uno de un color, representan tanto a la caja, como a los platos y al bombo. Por defecto, el amarillo supondría ser el hi-hat o charles, el verde el plato grande y los otros dos, rojo y azul, para caja y toms; esto cambia dependiendo del momento de la canción, tal y como iremos comprobando, para simular la sensación de tener un kit completo.

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Como algunos sabrán, un baterista normal cruzaría los brazos para tocar el charles con la mano derecha y la caja con la izquierda, pero aquí no es así para una mayor accesibilidad. También es de notar el tamaño y posición de cada parche, que difieren ligeramente de la realidad, sin contar la carencia de platos. Se usan, eso sí, baquetas reales, de forma que de perder las que vienen por defecto podremos comprarlas en cualquier tienda de música. También es de remarcar que el punto de apoyo al suelo está muy bien puesto; por muy fuerte que golpeemos, nuestro instrumento virtual no se moverá de ahí. El único problema es que no es tan silencioso como parece: es decir, no provoca mucho ruido, pero si queremos jugar con cascos para no molestar en horas intempestivas, quienes compartan paredes con nosotros puede ser que terminen oyendo a la madera chocar contra el plástico.

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Todos los instrumentos vienen con cable, de forma que tendremos que conectarlo a los puertos USB de la consola, aunque en el paquete viene un ampliador a cuatro enchufes para poder tenerlos todos a la vez y dejar otro libre en caso de necesitar un mando con cable o cargándose. Además, el pack, sin ser pequeño, no provoca un problema de espacio para la habitación media.

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Sobre la compatibilidad, está confirmado que en la versión de Xbox 360, como ya dijimos, funciona cualquier guitarra de Guitar Hero anteriores, no siendo así al contrario; es decir, no podemos jugar con guitarras de Rock Band a Guitar Hero. En PlayStation 3 y Wii, por el contrario, el título no funcionará con otras guitarras que las del mismo juego, por culpa de una serie de litigios con Activision, quienes presuntamente frenaron una actualización que sí permitía dicha compatibilidad por parte de Harmonix. Sobre packs inalámbricos tampoco EA se ha pronunciado al respecto.

Melodías para todos los gustos
La música. La parte más importante, o casi, del conjunto. 45 canciones principales que beben de muchos estilos y épocas para conformar un conjunto que opta por la heterogeneidad para satisfacer a todos los gustos. Si en otros juegos la especialización era más obvia, con sets de canciones enfocadas a sub-estilos concretos, aquí se toman algunos representativos de las épocas doradas del rock y sus más cercanos allegados. Desde el rock clásico de Blue Öyster Cult con su mítico '(Don't Fear) The Reaper' o el 'Gimme Shelter' de los Rolling Stones, pasando por cosas más duras pero igualmente entrañables como 'Detroit Rock City' de los Kiss o de los pioneros Black Sabbath y su 'War Pigs'; tampoco hay que olvidar el punk, con temas representativos de los Ramones -su mítico 'Hey! Ho! Let's go' del 'Blitzkrieg Bop'- y The Clash -'Should I Stay or Should I Go'- y, en términos más actuales y post-punk, los Pixies con su 'Wave of Mutilation'. Y los ochenta, con 'Epic' de Faith No More en un extremo y 'Wanted Dead or Alive' de Bon Jovi en el otro. El rock alternativo de Foo Fighters mostrando su 'Learn To Fly' o los más cercanos a ese término R.E.M. cediendo su 'Orange Crush'. Por otro lado, el hard rock tiene como referentes a Deep Purple y 'Highway Star' conformando los créditos amén de Metallica con "Enter Sandman" de flirteo más que notorio con el heavy metal. Nine Inch Nails con ese 'The Hand That Feeds' asesino, y hasta algunos más atípicos como 'Maps' de los Yeah Yeah Yeahs o el 'Suffragette City' de David Bowie.  Lamentablemente unos pocos temas se han debido grabar con interpretaciones que no son las originales, aunque la que más se nota es "Tom Sawyer" de Rush por lo personal de su cantante, Geddy Lee. La lista completa, para aquellos que quieran conocerla, a continuación:

1960s
Rolling Stones - "Gimme Shelter"

1970s
Aerosmith - 'Train Kept a Rollin''
The Who - "Won't Get Fooled Again"
Boston - 'Foreplay/Long Time'
Mountain - "Mississippi Queen"
The Police - 'Next to You'
David Bowie - "Suffragette City"
Black Sabbath - "Paranoid"
Blue Oyster Cult - "Don't Fear the Reaper"
The Ramones - "Blitzkrieg Bop"
Deep Purple - "Highway Star"
KISS - "Detroit Rock City"
Molly Hatchet - 'Flirtin' With Disaster'
The Outlaws - 'Green Grass & High Tides'
Sweet - 'Ballroom Blitz'

1980s
Rush - "Tom Sawyer"
Bon Jovi - "Wanted Dead or Alive"
The Clash - "Should I Stay or Should I Go"
Faith No More - "Epic"
R.E.M. - 'Orange Crush'
Iron Maiden - 'Run to the Hills'

1990s
Foo Fighters - "Learn to Fly"
Metallica - "Enter Sandman"
Nirvana - "In Bloom"
Stone Temple Pilots - "Vasoline"
Weezer - "Say It Ain't So"
Smashing Pumpkins - "Cherub Rock"
Radiohead - "Creep"
Beastie Boys - "Sabotage"
Hole - "Celebrity Skin"
Garbage - "I Think I'm Paranoid"
Soundgarden - "Black Hole Sun"

2000s
The Hives - "Main Offender"
Queens of the Stone Age - "Go With the Flow"
The Strokes - "Reptilia"
Jet - "Are You Gonna Be My Girl"
OK Go - "Here It Goes Again"
Nine Inch Nails - "The Hand That Feeds"
Pixies - "Wave of Mutilation"
Yeah Yeah Yeahs - "Maps"
Red Hot Chili Peppers - "Dani California"
Coheed & Cambria - 'Welcome Home'
Fallout Boy - 'Dead on Arrival'
The Killers - 'When You Were Young'
New Pornographers - 'Electric Version'

A estos hay que sumarles 13 canciones a modo de extra, con rarezas provenientes de grupos que forman los integrantes de Harmonix y la escena artística de su entorno, con excepciones como "Timmy and the Lords of the Underworld", muy jocosa proveniente de la serie de animación South Park. Perfectas para cambiar de aires y tener unos retos alternativos:

The Konks - "29 Fingers"
Anarchy Club - "Blood Doll"
Freezepop - "Brainpower"
Death of the Cool - "Can't Let Go"
The Acro-Brats - "Day Late, Dollar Short"
Honest Bob and the Factory-to-Dealer Incentives - "I Get By"
Flyleaf - "I'm So Sick"
Crooked X - "Nightmare"
Tribe - "Outside"
Bang Camaro - "Pleasure (Pleasure)
Vagiant - "Seven"
The Mother Hips - "Time We Had"
Timmy and the Lords of the Underworld - "Timmy and the Lords of the Underworld"

En Europa veremos, además, 9 canciones adicionales que no han visto los otros territorios, con temas provenientes de Inglaterra, Francia y Alemania. Destacan Blur, Muse, Tokyo Hotel y Oasis en una más que merecida compensación al retraso que hemos sufrido:

Blur - "Beetlebum"
H-Blockx - "Countdown to Insanity"
Die Toten Hosen - "Hier Kommt Alex"
Muse - "Hysteria"
Les Wampas - "Manu Chao"
Tokio Hotel - "Monsoon"
Pleymo - "New Wave"
Juli - "Perfekte Welle"
Oasis - "Rock 'n' Roll Star"

Si tuviésemos que valorar la conjunción total de música, podríamos decir, sin duda, que es una de las más variadas y eclécticas selecciones que se podrían hacer para el público potencial al que se quiere acercar Rock Band. Hay muchos clásicos que faltan, pero se compensa con otros menos obvios de lo que en un principio cabría esperar, pero igualmente bien recibidos, como el 'Run To The Hills' de Iron Maiden o 'Foreplay/Long Time' de Boston, para dar la nota  de distinción adecuada. Y la variedad de géneros es de lo más interesante, sin perder un ápice de cohesión en el conjunto.

El otro tono alto lo pone la sección de descargas, con una cantidad de temas enorme, superando las 110 en total y con más discos a la espera de ser confirmados para descarga. Nosotros tendremos acceso a la Store desde el día 1. Eso sí, sin ninguna canción hasta el momento nuestro idioma.

El grupo en acción
Este título tiene una mecánica conocida por todos pero que nunca viene mal repasar. La pantalla está dividida, según tengamos uno o varios instrumentos, en indicadores que nos van diciendo qué nota tocar conforme se van acercando a la pantalla, con cinco colores para tanto guitarra como bajo y sólo cuatro para batería, puesto que el bombo está representado muy correctamente con una línea naranja. La voz aparece arriba, junto a un pequeño karaoke que viene muy bien por si nos equivocamos con una canción o no sabemos muy bien cuánto dura cada sílaba, pero con la línea indicándonos la altura -si más aguda o más grave- de la música como protagonista.

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Además, existen dos medidores a tener en cuenta: el primero, situado en la esquina superior derecha de la pantalla, nos cuenta la puntuación total del grupo y el número de estrellas que estamos alcanzando -con un pequeño círculo naranja rodeándolas para saber cuán cerca estamos de la siguiente estrella-; el segundo, en la zona izquierda, con una barra de color verde, amarillo, naranja o rojo según lo hagamos muy bien o muy mal, y un pequeño dibujo indicándonos el rendimiento de cada uno de los componentes en el cómputo total. Los multiplicadores e indicadores de energía estrella aparecen debajo de cada instrumento, pero además hay uno global.

Esto último es muy importante, puesto que más allá del rendimiento solista, lo que cuenta es la buena coordinación de grupo. Si conseguimos subir el multiplicador de grupo lo máximo posible y, además, activar la energía estrella todos a la vez, el número final se disparará. Tampoco hay que obviar la posibilidad de que uno de ellos falle; en ese caso el resto tendrán que tener la energía estrella al máximo para gastarla salvándole y así poder terminar la canción. De no hacerlo no tardaremos en ser eliminados directamente.

Otro suculento bonus lo obtenemos en secciones determinadas -más comunes en la batería sustituyendo la figura del sólo, pero también en los finales de canciones concretas- cuando aparecen los cinco colores a la vez. Ahí todos podrán improvisar, sacar a la estrella de rock indómita que llevan dentro y tocar lo que quieran, siempre y cuando acierten en la última nota al final de la sección. Si tenemos éxito en ello, se añadirán más puntos.

It's a long way to the top if you wanna rock 'n' roll
Los modos de juego no son para nada inéditos; tan sólo son los que ya conocimos en Guitar Hero elevados al máximo exponente. El modo carrera, el principal, nos llevará a través de todas las canciones principales con una dificultad creciente. Podremos hacerlo tanto con un instrumento individualmente como con todo el grupo en conjunto, pero los temas que iremos completando variarán en orden, ya que cada uno de ellos toman más protagonismo en unos que en otros. Luego, además, tenemos la inclusión de pequeños setlists para progresar; esto es, tocar varias canciones con éxito del tirón a modo de reto.

Pero claro, para poder llegar hasta el Rock Band Hall of Fame se necesita una banda. Para ello existe una limitada opción que nos permite crear a nuestro rockero según una serie de estereotipos basados en grandes figuras de la música, con posibilidad de modificar el atuendo, la actitud, la cara o el peinado, amén del instrumento en cuestión, cuyos nuevos diseños podrán ser adquiridos en la tienda virtual. En conjunto, con un poco de imaginación podremos ver a un músico virtual único en un apartado gráfico que pierde en estilo "cartoon" y gana en sobriedad, eso sí, sin perder la temática autoparódica que Harmonix tan bien sabe conseguir. Los planos, la sincronización labial y toda la parafernalia visual, aunque secundaria, procura ser lo más espectacular y vistosa posible. Y lo hace holgadamente.

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Los sets de canciones o setlists son una adición curiosa y que da lugar a muchas opciones: por ejemplo, para tocar algunas dentro de una temática determinada, fabricar un 'concierto' propio e incluso para completar todos los temas del juego del tirón. Sacando con éxito tanto un tema como varios ganaremos tres cosas: estrellas, dinero y fans. El primero se mantiene y es un medidor de puntuación de tu progreso durante vuestra carrera, el segundo os lleva directamente a gastaros el dinero en la tienda, pero el tercero, los fans, sube y baja según en qué lugar y con qué calidad dáis vuestros conciertos.

Tenéis hasta 40 localizaciones que van desde pequeños clubs hasta grandes estadios. Obviamente, cuanto mayor es el público, más fans potenciales obtendréis si conseguís una buena puntuación. E incluso conoceréis un manager que os dará recursos para vuestro nuevo estatus de ídolos del rock. Pero de hacerlo mal, sobre todo si fracasáis en un set de canciones, tendréis que véroslas con una disminución de tu popularidad más que considerable. De hecho, si la caida es catastrófica, vuestro grupo volverá a los pequeños locales y tendréis que labraros el futuro de nuevo, algo que dificulta las cosas sin dejar de hacerlas divertidas.

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Más diversión que reto
Partiendo de la base de que Rock Band pretende ser más un juego social que un reto de habilidad, lleva de manera excelente la progresión de dificultad dependiendo de qué tema toquemos. Por lo general, el modo Experto con la guitarra no es tan sumamente inaccesible como lo puede ser en su más cercano competidor: se centra más en ofrecer variedad a la hora de tratar canciones con ritmos que requieren más pericia o solos realmente complicados y variados, más que caer en la frustración gratuita. Eso sí, aquellos que vengan de Guitar Hero no encontrarán un reto aquí. Ni lo necesitan.

Las voces sufren un cambio enorme de dificultad en cuanto se aumenta más allá del nivel medio: se exige clavar casi el tono y tener un ritmo mucho más ajustado, así que aquellos que simplemente busquen una partida inmediata no deben acercarse al difícil o al experto. Puede ser bastante divertido intentar clavarlas y aceptar el reto, eso sí. Tan sólo en algunas secciones donde se piden hacer frases sin tono -como al final de The Hand That Feeds, por ejemplo- o donde piden uno muy alto -Hysteria- se pueden tener problemas. Además, si hay secciones instrumentales, el vocalista puede dar con la mano en el micro al ritmo que te marca el juego para conseguir un extra emulando a una pandereta, lo cual no viene mal.

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El bajo puede haber estado infravalorado en otras ocasiones, pero aquí tiene un papel bastante importante. Sin llegar, como es lógico, a los niveles de exigencia que te pide la guitarra, llevar el peso de la canción es a veces más complicado de lo que parece. Máxime en temas como el nombrado Hysteria o en cualquiera de los Who, con gran presencia de este instrumento. Aún así, en dificultades fáciles sirve como perfecta introducción al sistema de Rock Band.

El instrumento más completo a nivel de curva de aprendizaje y cuyo es fuerzo se compensa más es la batería, y como tal tiene un papel más protagonista de lo que a priori podría parecer. Efectivamente, la posición cuando tocamos se aleja de la real, pero los ritmos cuando avanzamos a Experto son clavados a los de la música que estamos escuchando, de forma que pasar de ahí a un instrumento real no es tan dramático como parece, ni de lejos. También se agradece la progresión de temas en su carrera, muy fluida y divertida, y lo bien encajados que están los modos a la hora de ir ofreciendo nuevos retos.

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9

Excelente

Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.