Sonic Chronicles, Impresiones
Sonic se prepara para desembarcar por primera vez con un RPG en la portátil de Nintendo, haciéndolo además de mano de BioWare, uno de los estudios más reputados en la actualidad. Con una historia que promete ser más enrevesada y oscura de lo que nos tienen acostumbrados y un sistema de batallas clásico, comprobamos con la beta en nuestras manos el resultado de uno de los proyectos más enigmáticos del año.
Sonic se prepara para desembarcar por primera vez con un RPG en la portátil de Nintendo, haciéndolo además de mano de BioWare, uno de los estudios más reputados en la actualidad. Con una historia que promete ser más enrevesada y oscura de lo que nos tienen acostumbrados y un sistema de batallas clásico, comprobamos con la beta en nuestras manos el resultado de uno de los proyectos más enigmáticos del año.
Para nadie pasa desapercibido el enorme bajón de calidad que ha sufrido la licencia de Sonic en los dos últimos años. Un bajón que, para colmo, es la nota disonante en el seno de SEGA, una empresa que está labrándose poco a poco una gran reputación como distribuidora, que cuida ante todo al jugador tradicional y que firma con desarrolladoras de gran prestigio y denotada calidad. Conscientes de la situación, el erizo vivirá una nueva vuelta de tuerca con el objetivo de conciliarse con las tres dimensiones que tantos quebraderos de cabeza han traido -al margen de los Sonic Rush, que mantienen el espíritu clásico con muy buenos resultados-.
Uno de esos desarrollos corre a cargo de una gigante, pero cuya especialidad choca con lo esperado: BioWare. Efectivamente, Sonic se atreve de una vez por todas con un RPG; como ya dio el paso Mario en los 16 bits de la mano de Squaresoft, así lo hace la que fue antaño su competidora con la actual destacada dentro del panorama occidental. Y lo hace además para Nintendo DS bajo el nombre de Sonic Chronicles: La Hermandad Siniestra, cuya versión beta pudimos exprimir para adelantaros lo máximo posible sobre un título que ha creado una enorme expectación. Y no es para menos.
Para todos aquellos que crean peligrar el espíritu del mundo Sonic, que respiren tranquilos: ya en la pequeña introducción, acompañado de Tails, nuestro héroe acaba con el malvado doctor Eggman una vez más, desprendiendo un estilo cómic de lo más atractivo, viñetas incluidas. La sorpresa vino más tarde, cuando, al parecer, Knuckles es secuestrado por los Marauders. Como es lógico, nuestra misión será rescatarle para más adelante desenmascarar una nueva amenaza, cuyas dimensiones no tienen nada que ver con lo visto hasta el momento.
A pesar de que a nivel de argumento pretende ser algo más complejo de a lo que estamos acostumbrados -cosa que por otra parte es lógica dado el cambio de género-, el tono de la historia es por lo general muy simpático. Por ahora hemos visto, además de a los ya citados, a algunos como Amy Rose, Shadow, Rouge y Big the Cat. Durante nuestro periplo visitaremos una primera parte repleta de escenarios clásicos -nosotros visitamos la mítica Green Hill Zone- y una segunda inédita, la cual será de un tono mucho más oscuro, tal y como sugiere el nombre del juego.
Pero lo que sí sorprende es el estilo gráfico por el cual los canadienses se han decantado: a través de sprites que hacen las veces de fondos, todos ellos con esa sensación de haber sido creados a mano, se muestran unos escenarios muy atractivos. Y lo mejor de todo es que los personajes, con un estilo muy cercano al Cell-Shading, y los objetos en tres dimensiones se integran de manera bastante decente con él, haciendo un conjunto de lo más interesante.
En cuanto a la función de las dos pantallas, superior e inferior se fundirán para mostrar un único entorno sólo en algunas ocasiones; el resto, veremos el mapa arriba junto con la vitalidad y estado de los personajes. Llevaremos toda la acción, eso sí, en la inferior, que imitará a lo ya visto en The Legend of Zelda: Phantom Hourglass, moviéndonos en la dirección donde apuntemos con el stylus. También aparecerán pequeños iconos para indicar diálogo en los que tendremos que pinchar, así como algunos que nos dirán una zona en la que saltar, abrir recipientes con objetos y demás acciones contextuales.
Nuestro equipo estará formado por cuatro, de entre los once que formarán parte del elenco total. Cada uno de ellos tendrá, como es lógico, habilidades especiales que pondrán en práctica durante la batalla; pero también hay que tener en cuenta que requeriremos de algunos en concreto para atravesar obstáculos: por ejemplo, sólo Sonic o Shadow atravesarán los míticos loopings. Así, a pesar de que en pantalla se muestre a uno a la vez, cambiaremos entre uno y otro con el objetivo de sobrepasar estos escollos.
Las batallas serán por turnos, apareciendo los enemigos en el mapa que exploraremos y atacándote en el caso de que sean de naturaleza agresiva. Como en los RPG clásicos japoneses, se nos mostrará el típico menú con las opciones a realizar; tendremos tanto puntos de vida como puntos de habilidad o PP, cada uno a recargar mediante los correspondientes objetos. Con los PP haremos los clásicos ataques especiales, de muchos tipos dependiendo de con quién lo hagamos, desde el remolino de Sonic hasta el 'echar el tarot' de Amy Rose.
Tampoco puede pasar desapercibido cómo se sube de nivel. Al contrario de lo que cabría esperar, BioWare mantiene el estilo clásico de parámetros a mejorar -que son fuerza, velocidad, defensa y suerte- según nos convenga, ni la mejora de habilidades, las cuales iremos 'comprando', con hasta tres niveles de intensidad en cada una. Las ejecutaremos, además, haciendo acciones rápidas con el stylus en medio de la batalla; también será así para defendernos de ataques enemigos y aumentar la probabilidad de fallo -eso sí, no sabemos si ha sido por la condición de beta, pero sufrimos de lo lindo para hacer alguna con éxito-. El equipamiento tampoco difiere mucho de lo que podríamos esperar, con un menú desplegable en la esquina inferior izquierda donde gestionaremos todos estos aspectos.
Lo que más nos sorprendió a estos efectos es, a pesar de ese estilo alegre que desprende la historia, el reto que supone avanzar en la aventura. Ganar batallas requiere atención como pocos, con unos enemigos normales que desgastaban nuestro inventario de manera considerable y algún jefe más fuerte que nos hizo sudar. Tampoco hay que obviar las quest secundarias, donde ayudaremos a pueblerinos con sus pequeños problemas, así como las opciones que nos dan a elegir en los diálogos marca de la casa, un detalle que parece ser más secundario que en otros RPGs de la compañía, pero que aún así se agradece.
Impresiones
Lo cierto es que alrededor de Sonic Chronicles: La Hermandad Siniestra hay muchas esperanzas, para que por fin podamos ver a nuestro erizo azul vivir una aventura de la magnitud y con el argumento que todos esperamos. Hay que tener en cuenta, eso sí, que en una franquicia donde lo más importante es la velocidad, parece complicado imaginarse un tipo de juego tan reflexivo. Pero aquí sólo hay que abrir la mente: es posible que estemos ante uno de los mejores RPG de Nintendo DS.
Numerosos factores lo prueban: ese apartado gráfico tan atractivo, 'vintage' incluso; el sistema de batalla y subida de niveles, clásico y a la vez desafiante; un desarrollo atractivo, dinámico, con numerosas acciones contextuales para mantener la atención en la pantalla; y una historia que, de colmar las expectativas, podría ser aquella que definiría de una vez por todas el universo Sonic. ¿Su versión final cumplirá todas las promesas? En septiembre, las respuestas. Hasta entonces, paciencia.
Sonic Chronicles: La Hermandad Siniestra
- Acción
- RPG
