Command & Conquer: Red Alert 3

Después de traer de vuelta con éxito a Command & Conquer, el estudio de EA en Los Angeles prepara el regreso de Red Alert, siete años después de la última entrega de la serie.

Actualizado a 23 de abril de 2012 23:35 CEST

Después de traer de vuelta con éxito a Command & Conquer, el estudio de EA en Los Angeles prepara el regreso de Red Alert, siete años después de la última entrega de la serie.

Una vez que Westwood conquistó y consolidó el mercado de los juegos de estrategia en tiempo real con Command & Conquer y su expansión, una secuela estaba en todas las quinielas. Pero el estudio decidió no crear exactamente una continuación, decidiéndose por un título alternativo que partió la serie en dos vertientes bien diferenciadas, pese a que se consideran en el mismo universo y hay algunos lazos comunes entre ambas. Command & Conquer es ahora el "serio" de la familia, con una historia un tanto singular que intenta perseguir -sin grandes pretensiones narrativas- un cierto efecto de dramatismo. Por su parte, Red Alert desde sus comienzos ha destacado por sus excentricidades e imaginación, tanto por su trama como por sus tipos de unidades y mecánica de juego, lo que a los ojos de muchos lo ha convertido en favorito sobre el propio Command & Conquer.

Historia de una serie

Una vez que el estudio EA Los Angeles consiguiera devolver a la vida a Command & Conquer con la exitosa tercera parte, era de esperar que Red Alert fuera el siguiente, lo que demostró ser cierto con el reciente anuncio y trailer de presentación. El nuevo proyecto, también a cargo del mismo estudio, pondrá una continuación al conflicto entre Rusos y Alianza, de nuevo usando el viaje en el tiempo como excusa para crear nuevas situaciones que alarguen un conflicto que en Red Alert 2 ya parecía decantado en manos de las fuerzas aliadas. Los veteranos de la serie recordarán que todo comenzó cuando Albert Einstein viajó en el tiempo y eliminó a Adolf Hitler de la historia, con la esperanza de que así nunca habría una 2ª Guerra Mundial. Pero incluso los grandes genios se equivocan, por lo que al eliminar una potencial Alemania Nazi, lo único que se consiguió es que Rusia se convirtiera en una superpotencia ansiosa de poder, que acabó por lanzarse a la conquista de Europa a las ordenes de Stalin.

En la segunda entrega, el conflicto parecía completamente decantado a manos de la alianza, que había llegado a Moscú y estaba preparada para descabezar la amenaza roja. Pero en el Kremlin todavía contaban con una última y desesperada arma: su propia máquina del tiempo. Con ella, viajan al pasado para eliminar al que consideran responsable del poder militar de la Alianza: el mismo Albert Einstein, que paga con la misma moneda sus actos en el primer juego y es eliminado de la historia. Todo parece haber funcionado para el ejército rojo, ya que al regresar a su época encuentran que ya no hay ejércitos invasores y que el Imperio Soviético se encuentra en pleno apogeo; hasta que descubren la poco gratificante realidad: no sólo no han acabado con la Alianza, sino que en esta nueva línea temporal se han creado un nuevo y mortífero enemigo: El Imperio del Sol Naciente.

Una nueva facción

Los detalles sobre la incorporación de Japón a la guerra por la supremacía mundial son más bien escasos, pero esto es Red Alert y el tono disparatado que impregna todos los aspectos del juego se dejará ver también en la nueva facción. Se puede esperar una mezcla entre tecnología punta y aspectos tradicionales japoneses, con figuras representativas como ninjas o samurai que muy probablemente se dejarán ver entre las opciones disponibles de unidades. Lo único que está confirmado es la presencia de una unidad que será un robot de gran tamaño, capaz de transformarse en una nave -básicamente, un Gundam-, lo que ya da una buena indicación de que el equipo no se va a mostrar tímido a la hora de coger prestados iconos propios japoneses para dar vida a estos nuevos contendientes.

Cambios en la economía y mecánica de juego

Red Alert y Command & Conquer tradicionalmente han sido bastante distintos entre sí a la hora de plantear tácticas, en buena parte porque el tipo de unidades es de una naturaleza muy distinta y porque el ritmo de combate es diferente, aunque también tiende a la rapidez y a la fluidez como objetivos irrenunciables. EA Los Angeles ha estado tomando notas de distintos aspectos de los que no estaban del todo convencidos con C&C 3, especialmente en lo que se refiere al siempre delicado aspecto del equilibrio y la economía.

Dado que con el anterior título querían crear un RTS con un componente muy acentuado de acción, todo el sistema de construcción estaba diseñado para que al jugador le resultara muy sencillo crear unidades rápidamente; en el plano competitivo, esto creó una situación en la que los jugadores solían utilizar la poca imaginativa pero efectiva fórmula del "tank rush" -término acuñado precisamente con Command & Conquer y que básicamente describe un asalto muy temprano con un considerable número de tanques inferiores, que suelen tener una gran relación entre coste, resistencia y potencia de fuego-. Aunque es un problema tradicional de la serie, el grado que alcanzó en la tercera parte se consideró exagerado, por lo que urgía una fórmula que respetara la fluidez del juego sin aguar el aspecto estratégico de la construcción de fuerzas.

Precisamente es en el agua donde quizás se pueda encontrar la solución de estos problemas, ya que se ha decidido dar al mar un gran protagonismo en las batallas de Red Alert 3. Cada una de las tres facciones contará con un considerable número de unidades de ataque y transporte marino, además de unidades aéreas y anfibias. En el primer trailer mostrado del proyecto había una considerable exposición de batallas en el mar, muy vistosas gracia al espectacular efecto de agua, tanto en lo visual como en lo físico, por lo que parece bastante claro que la compañía quiere dar un mensaje de que ese entorno va a ser vital a lo largo de la camapaña y de cara al multijugador.

Pero es más, además de esa presencia, la clave para entender la importancia del elemento acuático estará en que será posible construir bases enteras en el agua. No es para nada algo banal, ya que eso establece un problema importante en la planificación estratégica de las unidades; habrá unidades terrestres, marítimas, aéreas y anfibias, por lo que a la hora de decidir qué unidades construir, siempre quedará la duda de concentrar más recursos en unidades terrestres, apostar por una poderosa fuerza naval, o buscar un equilibrio. Este sistema, más otros en los que se está trabajando, pretende darle un toque más profundo al juego, sin por ello renunciar a un estilo que exige velocidad y claridad de ideas.

Otro elemento importante del que no hay detalles es una mayor atención al aspecto cooperativo y a las opciones dedicadas a él, algo de lo que quizás coja ideas de BattlfForge, el RTS creado por EA Phenomic que girará en gran medida sobre este aspecto. La cooperación entre jugadores en un RTS suele delimitarse al juego en equipos y a la adecuada planificación de tácticas entre los participantes, pero realmente no hay un verdadero sentido de cooperación, más bien se trata de aunar fuerzas de una forma efectiva contra otros jugadores. Cosas como habilitar mapas con un verdadero propósito cooperativo, o propiciar situaciones en las que el trabajo de dos fuerzas independientes sea efectivo por algo más que por la suma de tropas, son sólo algunos posibles pasos que dar en esa dirección. Es un aspecto de creciente interés en los videojuegos y parece obvio que puede importarse a otros géneros fuera de la acción.

En la presentación audiovisual también se pueden apreciar rasgos propios de la serie de la que toma nombre. El rasgo principal es lo colorido que resulta todo, Red Alert siempre se ha caracterizado por lo estrambótico que resultaban sus unidades y sus batallas, por lo que esa sensación se puede ver bien reflejada tanto en las pantallas como en algunos tipos de unidades nuevas con las que se va a contar. Por ejemplo, los rusos contarán con unos osos polares entrenados en combate y equipados con armadura, que además pueden ser lanzados a tierra desde una barca especial gracias a un cañón; ese es exactamente el tipo de locuras por los que Red Alert se ha ganado el aprecio de muchos aficionados.

En el departamento de la banda sonora, ya se ha asegurado que habrá un arreglo del tema emblemático de la serie: Hell's March, pero la participación de Frank Klepacki, el compositor de la saga, en este proyecto es bastante dudosa, ya que actualmente trabaja para Petroglyph. Por supuesto, volverán imprescindibles de Red Alert como la agente Tanya y las escenas intermedias se grabarán con actores reales, del mismo modo que en C&C3; a estas alturas es algo demasiado característico de la serie como para privar a los aficionados de este guiño.

Dada la trayectoria del estudio en el género, y dado que todavía queda en él muchos de los integrantes del antiguo Westwood, es de esperar que consigan seguir en su línea ascendente y devolver el brillo a una serie que muchos jugadores guardan con particular aprecio. Los tiempos han cambiado, pero muchos de los elementos presentes en Red Alert son atemporales y serán tan apreciados hoy como lo fueron en el pasado, siempre que vayan acompañados por el cuidado en la producción y la imaginación a la hora de diseñar unidades y misiones, ambos aspectos fundamentales para entender esta serie. También habrá que estar atento a la versión para consolas, PS3 y 360, que contarán también con este juego una vez que esté preparado, quizás para finales del 2008 si no hay problemas.