SEGA ficha a Mikami, Kamiya y Kono, ex de Clover

En su camino como distribuidora, SEGA da pasos pequeños pero firmes; primero, estableciendo sus iconos como franquicias multiplataforma, incluso fusionándolas con otras dando como resultado exitosos productos a nivel de ventas; ahora, en su camino por establecer nuevas propiedades intelectuales como son Condemned, Viking o The Club, vemos cómo procura hacerse su hueco en la industria.

La prensa internacional se congregó en Londres para dar paso a otro nuevo anuncio en esta tendencia, sin conocer en absoluto bajo qué términos se había consolidado este nuevo acuerdo. Michael Hayes, COO de SEGA Europa, habló lleno de orgullo a la hora de introducir a la desarrolladora en cuestión: 'hasta hoy, hemos establecido nuestro nombre como distribuidora, pero con este acuerdo estableceremos nuevas franquicias con las que esperamos tener éxito, y con grandes nombres detrás de ella'.

Y así fue como dio paso a Platinum Games, conocidos anteriormente como Seeds, Inc. y de su equipo forma parte la plana mayor de lo que fue la ya mítica desarrolladora Clover. Con ella SEGA ha firmado el acuerdo de, al menos, cuatro títulos. Así, se dieron paso a tres de ellos, siendo el último anunciado bajo el máximo secretismo. Sólo se conoce que al frente del último se encuentra Shinji Mikami, reputado creador de Resident Evil y responsable de la exitosa cuarta entrega.

Primeramente, se dio paso a Hideki Kamiya, director del Devil May Cry original. Sus palabras fueron tan claras como tajantes: 'Hace siete años, el género de la acción conoció Devil May Cry, y desde entonces no ha evolucionado en lo más mínimo. Ahora, queremos mostraros la evolución del género'. La pantalla mostró un pequeño teaser de lo que se ha pasado a llamar Bayonetta, juego de acción planeado para Xbox 360 y Playstation 3. Según sabemos, nos pondrá en el papel de una bruja con la capacidad de disparar con pequeñas pistolas atadas a sus tobillos. Una muestra tan enigmática como interesante.

Después de dejar a todo el respetable con la boca abierta y miles de preguntas sin respuesta, Hifumi Kono entró a escena. El producto que dirigirá tendrá por título Infinite Line, y estará destinado a Nintendo DS. Según pudo saber posteriormente esta revista, el concepto principal de este proyecto es el de 'representar un universo enorme y que te quepa en la palma de la mano'. En esta encarnación espacial tomaremos el papel de un modesto piloto que tendrá que ver cumplido su sueño de llevar una flota espacial. Al parecer, existirán más de 200 modelos de naves espaciales para adquirir y modificar, así como tendremos la posibilidad de contratar a toda nuestra tripulación. Tal y como el propio Hifumi Kono nos contó, 'no queremos encasillar el juego en la estrategia, la acción o la aventura: estableceremos en Infinite Line un concepto, una mezcla de muchas ideas que darán como resultado algo nunca visto'. Tan sólo se mostraron, nuevamente, algunos artworks de lo que veremos en la versión final.

Sólo el último nombre anunciado se dejó ver jugable. Al timón se encuentra Shigenori Nishikawa, quien nos introdujo contándonos lo mucho que se echa de menos que se le preste al jugador hardcore la atención que necesita en Wii: 'hemos querido dirigirnos a la plataforma de Nintendo para hacer un juego divertido, directo, pero a la vez enfocado al jugador tradicional para demostrar que se pueden hacer juegos tradicionales en esta plataforma, como ya han hecho otras desarrolladoras'. De nombre Mad World -quizás parafraseando a aquella película mítica-, lo poco que pudimos presenciar nos auguró una estética desenfadada y original y litros, litros de sangre. De hecho, el juego entero se encuentra en blanco y negro, con la única excepción del rojo hemoglobínico.

De hecho, las influencias a las que se debe esta producción son muchas, quizás por su argumento, que nos pone en la piel de Jack como concursante de un macabro programa de televisión, Shock TV. Con una sierra implantada en el brazo -más referencias fílmicas- y habilidades de lo más brutales, seremos partícipes de un continuo festival de masacres. Por ejemplo, pudimos ver cómo atravesaba nuestro protagonista con una señal de peligro la cabeza de un enemigo, tambaleándose éste con ella durante unos segundos hasta caer a un río próximo. Después, a esto le siguieron una sección en dos a otro rival y el lanzamiento de un tercero hacia una pared llena de pinchos. Hay que notar, según el propio Nishikawa asegura, que éste pretende tener un enfoque divertido: 'sé que este tipo de títulos no tienen muy buena acogida en Japón, pero con esa estética de cómic -expresiones estilo 'Crush!' o 'Pow!' incluidas- queremos hacer reir más que horrorizar con la sangre'. Prueba de esto fue un pequeño minijuego, de los que suponemos estará atestada la versión final, en el que pudimos ver una versión de la diana clásica lanzando a enemigos con un bate y haciendo que se estrellen en ella.