¿120 o 300 segundos?

¿Quién no ha odio hablar en su vida de Star Soldier? Esta franquicia engloba a casi una decena de juegos que han ido ampliando la saga desde que se publicase su primera aventura allá por 1986 para Famicom y NES, viviendo su mayor esplendor en TurboGraFx. El sistema de juego es el del clásico matamarcianos en scroll vertical dividido en varias fases con sus respectivos enemigos finales, y tal vez su puesta en escena directa y sencilla sea uno de los principales motivos de su éxito.

En esta ocasión el capítulo que nos ocupa lugar es el extraído para el servicio WiiWare, un juego que por 800 Wiipuntos nos promete horas de diversión y de una rejugabilidad a prueba de bombas. La historia se centra en el ataque alienígena de las Brain Forces al planeta en el que habitamos. Sólo una nave controlada por un  piloto experimentado y sin miedo puede repeler la invasión extraterrestre, y es ahí cuando nosotros entramos en acción con nuestra nave Caesar.

Las modalidades de juego que se nos ofrecen son bastante sencillas. Primero nos encontraremos con el modo de juego a 2 minutos, que como su nombre indica, se limita a acabar una fase antes de la finalización de ese plazo de tiempo. Durante dichos 120 segundos tendremos que acabar con todas las naves enemigas que se crucen por nuestro camino mientras que conseguimos la mayor cantidad de puntos y de extras posibles para potenciar nuestro ataque. Al final de la fase se encuentra el jefe de final de nivel, y tras derrotarlo, recibiremos una determinada cantidad de puntos dependiendo del tiempo usado, de la cantidad de enemigos eliminados en cadena y de los puntos conseguidos.

El modo de cinco minutos nos ofrece exactamente las mismas posibilidades, sólo que en esta ocasión, además de tres minutos más de tiempo, una vez superada la primera pantalla pasaremos a la fase final, donde deberemos repetir el mismo modus operandi y enfrentarnos con el jefe de final de juego.

Por ultimo, el otro modo de juego disponible es una especie de 'Time atack', en el que nos tendremos que limitar a acabar con todos los blancos a nuestro alcance en un periodo de tiempo irrisorio de apenas 10 segundos, conociendo acto seguido la cantidad de disparos por segundo que hemos realizado.

Estos tres modos de juego podrían pecar de no poder llegar a ser considerados ni como un juego en sí dada su escueta duración, aunque la principal gracia del juego, más que en superar estos tres niveles, reside en conseguir las mayores puntuaciones posibles a base de rejugarlos una y otra vez mejorando nuestros resultados, teniendo la posibilidad de enviar nuestros records a través de la conexión a Internet a unos rankings nacionales e internacionales para nuestro goce y disfrute. Aunque eso sí, cabe recalcar que todos los modos de juego son sólo para un jugador, así que si pensabais acabar con la amenaza de las Brain Forces con un amigo, ya podéis ir olvidándoos.

El nivel técnico del juego es más que correcto, con una fluidez constante y sin ralentizaciones pese a que en determinados momentos la pantalla esté completamente llena de enemigos y disparos en constante movimiento. Los escenarios, dentro del limitado número en sí que son, y dada la ambientación espacial de la que goza el juego, no es que sean un prodigio de originalidad. Aunque teniendo en cuenta que nuestros ojos estarán atentos única y exclusivamente a nuestros enemigos, tampoco es que sea un factor muy a tener en cuenta.