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Sobre razas y estereotipos

Las acusaciones de racismo dirigidas al trailer de Resident Evil 5 siguen vigentes y el periodista de Newsweek N'Gai Croal ha reavivado el debate y le ha dado la dimensión que merece. Más allá de este ejemplo específico, el mundo de los videojuegos debe comenzar asumir su creciente posición en la sociedad global.

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Cuando N'Gai Croal habla, cualquiera que tenga un mínimo interés por los videojuegos más allá de una simple plataforma de entretenimiento haría bien en escuchar. En este periodista de origen canadiense confluyen una serie de circunstancias que hacen su visión particularmente interesante: comenzó a interesarse por los videojuegos hace relativamente poco, no tiene por tanto el mismo punto de vista que muchos de los que nos dedicamos a escribir sobre ellos, que solemos estar vinculados a este mundo desde muy pequeños; tampoco el medio para el que escribe, la prestigiosa revista Newsweek, es un medio habitual para encontrar cobertura informativa sobre este sector, por lo que su interés en el medio tiene una naturaleza muy distinta a la que puedan tener las revistas especializadas de videojuegos. Estas circunstancias, combinadas con la profesionalidad, experiencia y cultura de N'Gai, crean los ingredientes necesarios para forjar esa visión tan particular, que además suele fijarse en aspectos en los que otros profesionales no repararían.

Por ello, cuando desde el blog de MTV Multiplayer -otro medio que trata de hacer una cobertura atípica distinta de los videojuegos- y dentro de una semana dedicada a entrevistar a profesionales afroamericanos, no resulta nada chocante ver opiniones como la de N'Gai, considerando que las imágenes que se ven el trailer de Resident Evil 5 tienen unas connotaciones históricas específicas que no pueden ser ignoradas. Tampoco resulta extraño ver la incomprensión que esa postura genera, especialmente en personas que no viven en Estados Unidos ni conocen bien su cultura o la evolución de los movimientos por los derechos civiles que se han desarrollado allí. La dificultad de esta discusión global está en que, como todos los grandes temas, no sólo no hay una respuesta clara, también hay que considerar diferentes puntos de vista.

En primer lugar, hay que tener en cuenta el punto de vista de los creadores de Resident Evil 5. Los temas de racismo en Japón, cuando se producen, están centrados en los inmigrantes de otros países asiáticos, es de ahí donde más posibilidades hay de herir sensibilidades y donde se generan tensiones. La caracterización de personajes negros en su producto cultural es muy simple y apenas recoge un par de estererotipos fruto del desembarco cultural estadounidense en el país del sol naciente. No hay ningún motivo para pensar que haya un sentimiento de racismo detrás de Resident Evil 5, ni tampoco lo ha habido en los escasos casos en los que se ha representado a un personaje negro en un juego japonés como es el caso de Barrett en FF VII, que también provoca bastantes sentimientos encontrados entre muchos aficionados afroamericanos -personaje negro con grandes músculos y una metralleta sustituyendo una de las manos, esa imagen también tiene connotaciones-.

Sin embargo, N'Gai tiene razón al decir que ningún afroamericano debe haber participado en ese proyecto o en la idea de hacer el trailer de la forma en que se ha hecho. La imagen de un hombre blanco disparando a una horda de personas de raza negra en un estado salvaje y homicida tiene connotaciones demasiado evidentes dentro del punto de vista de un periodista afroamericano que ha estudiado en Estados Unidos. Los problemas de racismo en ese país han sido -y son todavía- reales, y la idea de representar a personas de raza negra como amenazas primitivas y salvajes es algo que resuena en su historia reciente. Es inútil tratar de dibujar paralelismos con Resident Evil 4 y su particular escenario "español", ver a un conjunto de desarrapados en un pueblo perdido, hablando en un castellano más propio de sudamerica no tiene connotación alguna en nuestra historia reciente -a lo más, se puede criticar que Capcom no hiciera sus deberes, pero el asunto se toma más bien a rechifla entre los aficionados españoles-.

Muy diferente sería que un estudio decidiera hacer un juego de acción táctica en la que un grupo de asalto tuviera como misión acabar con una célula terrorista de E.T.A, entonces el impacto en nuestra sociedad sería mucho más severo, correrían ríos de tinta, la opiniones en nuestros foros de opinión se polarizarían de manera severa y violenta, e incluso podría ser que hubiera una reacción gubernamental. Como muchos ya sabrán, este ejemplo está cogido a propósito ya que es algo que ocurrió realmente y con los resultados relatados, hasta el punto de que el equipo fue forzado a descartar la idea. Eso sí tiene connotaciones en nuestra sociedad y quizás sirva para entender la relatividad existente a la hora de interpretar diferentes asuntos.

¿Es Resident Evil 5 racista? con toda seguridad, no, lo contrario sería afirmar que había una intencionalidad racista desde Capcom, lo que parece poco razonable -no porque sean desarrolladores de videojuegos y eso los haga inherentemente buenos y piadosos, sino porque sería absurdo considerar que un equipo japonés conozca todas estas circunstancias y las quiera usar de forma hiriente desde una multinacional tan reconocida como la compañia de Osaka-. Ahora bien, y este es exactamente a lo que se refería N'Gai, ¿las escenas del trailer de Resident Evil 5 tienen connotaciones racistas? la respuesta es sí, porque similares imágenes se han usado en ciertos círculos para justificar su odio y sus ataques a personas de raza negra en Estados Unidos, y eso es algo que no puede ser ignorado. Harina de otro costal es evaluar si Capcom está en su derecho de usar ese escenario en su juego, que lo está, aunque tal y como menciona el periodista de Newsweek: "la libertad que tiene Capcom de elegir el escenario en el que desarrollar sus juegos, es la misma que tiene cualquier persona para criticarles por ello".

En todo caso hay que insistir en que es un debate sano y necesario, no se puede caer en la trampa de no darle importancia y pensar que es un tema superfluo porque quien así piensa está indirectamente devaluando el rol de los propios videojuegos en la sociedad global. Con unos gráficos cada vez más realistas, así como una lenta pero inexorable maduración en la forma de presentar historias y poner a los jugadores frente a dilemas morales, el mundo de los videojuegos también va a tener que reflexionar sobre las consecuencias de sus decisiones ante ese público masivo y global al que aspira.

Atrás quedan los tiempos de alegre irresponsabilidad, si existe la legítima pretensión de "ser tomados en serio", hay que lidiar con los mismos problemas con los que lidian otros sectores de importancia social como el cine o la prensa. No hace mucho, la película "Black Hawk derribado" desataba sonoras protestas por parte de ciertos sectores por su forma de representar Senegal; hace unas semanas la revista de moda Vogue protagonizaba una nueva polémica por caracterizar a la estrella de la NBA LeBron James como "la bestia" mientras agarraba por la cintura a "la bella", la supermodelo Gisele Bundchen. Mejor irse acostumbrando a que estas situaciones también van a producirse en el mundo de los videojuegos conforme su protagonismo en la sociedad aumente, y mejor si los aficionados adquirimos una posición bien meditada, crítica y constructiva sobre los mismas; los ataques furibundos, la incomprensión o el exceso de proteccionismo por nuestra parte hará un flaco favor al medio que aseguramos defender.